Air Conflict: Vietnam

Ponte en la piel de un novato piloto de las Fuerza Aéreas estadounidense y conviértete en un auténtico maestro al mando de impresionantes cazas y helicópteros en la guerra que produjo la primera derrota bélica a EE.UU.

Era de esperar. BitCompser Games con el apoyo de Kalypso Media y BadLand Games nos traen a la actualidad el conflicto bélico de Vietnam entre los Estados Unidos de América y los propios vietnamitas del sur contra los nacionales asentados en el norte del país junto al poder de China y la Unión Soviética bajo el contexto de la Guerra Fría que se estaba viviendo en otros lares entre los años de 1955 y 1975, una auténtica masacre que acabo con la histórica y primera derrota bélica estadounidense y posterior avergonzado del país por sus maneras de actuar, las cuales algunas se recrean en este simulador.

En Air Conflict: Vietnam asumimos el rol de un nuevo pero valiente piloto de las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos llamado Joe Thmpson, clave en más de una de las misiones americanas, en el año 1965. En la piel de este joven con talento surcaremos los aires de un país desgarrado y lleno de vegetación que pasó factura a las tropas aliadas con todo tipo de helicópteros y aviones enfrentándonos en batallas con poderosos cazas de combates o desafiando a los comunistas en rescates. El juego sigue paso a paso los conflictos de esta guerra contemporánea desde los primeros duros compases a la conclusión final del acuerdo de paz en París antes la cesión de EE.UU. Nuestro héroe, Joe, estará en contacto con su familia lejos de sus brazos mediante cartas que irán apareciendo tras algunas misiones algo que da vida a un juego vacío. Conoceremos el punto de vista de su hermano, madre, mujer e hija que se informan de los pasos por el propio Joe o la radio, acto que tendrá relevancia en el transcurso de la historia del juego, tratando temas delicados y patrióticos. Otra manera de saber cómo evoluciona la guerra es a través de los vídeos cinemáticos introductorios que nos ponen en situación antes de abrocharnos el cinturón de seguridad.

Tras las charlas con los superiores y acato de órdenes hay que hacer acto de presencia en las misiones, tales como acabar con unos barracones vietnamitas, derrotar los cazas enemigos en cuestión de segundo mientras defendemos a un AC-130 que produjo una de las más vergonzosos movimientos de los Estados Unidos al rociar hectáreas con elementos químicos, un punto que se recrea como real y donde el general asume la culpabilidad con frases como “espero no estropear este bello paisaje con esta acción tan indigna”. Para dichas jornadas debemos subirnos a cazas de combates armadas hasta las trancas, helicópteros de apoyo militar o armados, aviones de gran tamaño para bombardear o rescatar aliados, pudiendo intercambiar entre ellas en mitad de las misiones en consecuencia para aprovechar velocidad de ataque o desplazamiento. Pero no habrá variedad que elegir, es decir, los hechos están preparados desde antes de embarcarnos. En total hay unas 20 aeronaves.

Jugablemente el juego se puede llegar a disfrutar en todas sus vertientes pero donde más apego se encontrará será montados en un caza de combate. La velocidad y el manejo logrado está realmente bien conseguido y es el mejor punto a favor del juego. Las helicópteros presentan más complejidad y engarrote pero con tiempo se coge el control sobre todo a la hora de tomar el control de un Cobra. Contamos con ametralladoras, misiones guiados, granadas, soporte de metralla o bombas para acabar con los enemigos comunistas además de bengalas para defendernos o propulsión que nos sacarán de más de un apuro. Pero ojo, no son infinitas y hay que tener muy en cuenta la munición a la hora de realizar una acción ya que en más de una ocasión no tendremos efectivos con los que finalizar una misión con éxito por lo que si no queremos repetir desde el principio o desde el último punto de control hay que tener en cuenta todos los factores. Fijar un objetivo con misiles guiados no siempre dará en el blanco ya que la IA enemiga está muy por encima de una mediocre aliada y los pilotos se la ingeniará para volvernos locos, algo divertido a la hora de perseguir y placentero cuando acabamos con ellos tras los esfuerzos (recordar que es un juego, no queremos que os montéis en un caza en la vida real).

En nuestro entorno un cielo sin fin pero con barreras de límites que podremos atravesar durante cuestión de segundos y es que las misiones están delimitadas en escenarios “cerrados” y no en un mundo abierto por recorrer aunque hay espacio de sobra para estirarnos tranquilamente. Nos encontraremos situaciones delicadas como caer en picado al frenar demasiado o girar la cámara y al volver de frente avisar una montaña con la cual chocar, por ello han incluido una maniobra de evasión con la que evitar estos errores frecuentes además de la habilidad con los controles que será definitivamente el factor clave. Esto lo vemos también en un modo multijugador para un total de 8 jugadores con tres tipos de modos de juego: combates a muertes por equipos e individual y capturar la bandera. En esta modalidad se podrá elegir con un tiempo limitados si jugar con aviones o helicópteros solamente o mezclados y se jugarán en tres mapas sobre el vasto mar comenzando en un portaaviones dejando la sensación de vacío.

Gráficamente el juego deja mucho que desear. No están nada pulido los entornos salvajes y ni hablar de los pobres efectos de iluminación y frameate. Hay elementos que no acabados de entender. En unas de las primeras misiones nos encontramos a bordo de un helicóptero que debe dar apoyo militar a las tropas aliadas en una cuenta llena de enemigos y nuestra misión es acabar con ellos pero para nuestro asombro dichos personajes no se mueven en absoluto, a si en todo el juego también, tan sólo las armas antiaéreas o los tanques presentan hostilidad en este tipo de embarques, los mismos que con una simple granada son abatidos. Popping y dientes de sierra muy presentes merman un juego que no cansa en absoluto y puede divertir a los aficionados seguidores del género e incluso curiosos, como es mi caso. Un detalle bueno es el caer de la metrallas al disparar con un arma posicional y el modelado de las protagonistas, las aviones, quedan muy por encima del resto con detalles exteriores y en la cabina interior.

El sonido por su parte continúa la estela de los gráficos. El juego es seguido constantemente de una banda sonora compuesta con temas de rock que no acaban de convencer del todo, pero también de buenas sintonías preparadas para la ocasión por el estudio entre misiones. Los efectos de sonido tampoco acompañan demasiado bien aunque sí es cierto que el tono de éstos varían en cuestión de distancia. Explosiones, disparos enemigos, silbidos de las balas a nuestro alrededor, órdenes y comunicaciones entre los aliados completan un plantel que podría dar mucho más de sí con pulido.

En conclusión Air Conflict: Vietnam no pasará al Olimpo que aquellos super-juegos se han ganado con personalidad o potencia, sino más bien del público en general pese a que para nosotros en su juego divertido que incluso adicta en más de una ocasión gracias a sus variaciones en las misiones, sobre todo con cazas, y la presencia histórica que siempre es algo interesante de conocer. Tiene sus más de un defecto como su corta campaña, sensación de vacío y muchos problemas en tecnología gráfica y sonora pero realmente nos ha agradado más de lo que esperábamos en un principio. Quizás con pulido y mayores recursos estos estudios puedan presentarnos todo su potencial en una nueva entrega.

Lo mejor…

• Buena sensación de velocidad en los cazas.
• Se hace divertido pese a las pocas opciones.
• La historia que sigue las fechas y actos reales.

Lo peor…

• La IA aliada es demasiado pobre.
• Técnicamente falta mucho pulido.
• Al multijugador le faltan mapas menos “desérticos”.

Nota

• Historia: 9/10
• Jugabilidad: 8/10
• Gráficos: 5/10
• Sonido: 5/10
• Diversión: 8 /10
• Multijugador: 5/10

Total: 6,6