Análisis | L.A. Noire

Remasterizado por Rockstar, el thriller de detectives sigue siendo tan genial como lo fue en 2011, con una nueva capa de pintura que aporta aún más belleza al entorno de la postguerra en California. Un juego que rompió muchos esquemas de las aventuras gráficas y que, hasta ahora, no hemos vuelto a ver algo parecido.

L.A. Noire no es lo que uno esperaría de una producción de Rockstar, ya que no se centra en la diversión o en la violencia extrema. Lo que nos trajo fue una modernización de las aventuras gráficas de point and click de los años 90, en la que reunimos elementos y pistas para avanzar en la historia.

L.A. Noire se lleva a cabo en 1947 en la ciudad de Los Ángeles, y manejaremos a Cole Phelps, un ex-marine que acaba de entrar en el cuerpo de policía. Sus hazañas captan la atención del capitán del departamento de homicidios y, desde ahí, irá ascendiendo. Se involucra en una conspiración que tiene que ver con los altos mandos del Departamento de Policía de Los Ángeles y varias figuras políticas, que malversan con el mercado de la vivienda. La historia es muy interesante, con un guión nítido y excelentes actuaciones de los actores.

Cuando te presentan un caso, primero vas a la escena del crimen y examinas las pistas y cuerpos si se trata de un homicidio. Reúne suficientes pistas para tener el máximo de información en las entrevistas e interrogatorios. Después de haber analizado la escena del crimen, puedes entrevistar a un testigo o alguna persona que conociese a la víctima, y quizás alguno se convierta en sospechoso. Aquí es donde brilla el juego: cuando intentas obtener información de un sospechoso o un testigo, debes analizar si dicen la verdad, mienten o están ocultando información.

La tecnología con la que se rastreó las caras era imprescindible para permitirte observar bien a los personajes. Lo que Team Bondi hizo en su día fue grabar las caras de los actores con más de 30 cámaras para capturar cada detalle de su rostro, desde sutiles contracciones en sus labios hasta sonrisas astutas. Esto fue y sigue siendo impresionante, ya que la sincronización de los labios es perfecta y no ha habido un juego que haya mantenido este nivel de detalle.

Las opciones Verdad, Duda y Mentira han sido reemplazadas por Poli bueno, Poli malo y Acusar, que son formas mucho más adecuadas para describir las respuestas de Cole. Aunque la actuación de Aaron Stanton como policía es excelente, a menudo es el sospechoso quien roba el centro de atención. Ya sea un empleado paranoico de la bolera que piensa que puede haber matado a su amigo o un trastornado por la guerra, los coloridos personajes que conocerás siempre tienen más de lo que parece. Cavar en esos oscuros secretos es lo que hace de L.A. Noire el juego realmente atractivo que es.

Para no decir que todo se trata de resolver casos, a veces te encuentras en tiroteos y persecuciones automovilísticas para separar las tramas, que funcionan muy bien a la hora de relajarnos mentalmente. La conducción no es demasiado buena y es difícil acostumbrarse a algunos aspectos, aunque se sobrelleva. No esperábamos realismo, pero sí al menos un mínimo control.

La revolucionaria tecnología MotionScan de L.A. Noire sigue siendo efectiva hoy en día: las escenas de interrogatorio son angustiosas e interesantes cuando intentas leer el rostro de un sospechoso. Gracias a las texturas actualizadas de los personajes, hay menos descoordinación que en el juego original, en el que las caras de los personajes casi no coincidían con sus cuerpos debido a lo detallados que eran.

Lo que nos encanta en términos de gráficos, sin embargo, es el nuevo motor de iluminación. La luz del sol se filtra a través de las rendijas de las persianas de la sala de reuniones, iluminando el polvo, mientras que los rayos de luz que entran en las salas de interrogatorios sirven para hacer más dramáticos los interrogatorios. L.A. Noire se ve absolutamente excepcional durante la noche gracias a este nuevo sistema: por ejemplo, los letreros luminosos se reflejan en el asfalto y brillan en las caras de los transeúntes.

De hecho, lo único que es decepcionante visualmente son las texturas, particularmente durante el día. Mientras que los brillantes coches que Cole Phelps y su compañero conducen están recreados a la perfección, el mundo en el que te mueves es algo mediocre en su comparación. Los pavimentos, los edificios y, a veces, incluso los propios peatones suelen tener una notable falta de detalles, y tuvimos algunos casos de texturas parpadeantes.

Es necesario comentar también que, si juegas en una PS4 Pro, las diferencias que verás en 4K con los 1080 son mínimas, ya que en ningún momento se planteó el juego en esas resoluciones.

¿Han mejorado las imágenes en este remasterizado? Sí, hasta cierto punto, pero si esperas un gran salto, no lo encontrarás en L.A. Noire. Han mejorado algunas texturas, especialmente de los personajes; sin embargo, ciertas animaciones siguen igual que en 2011, y se ven rígidas y torpes. En general el juego se ve muy bien, con excelentes animaciones faciales que están muy cerca de los juegos actuales, con detalles sutiles de una mera sonrisa o un temblor de la duda.

Fue genial volver a jugar a L.A. Noire, porque creo que es un juego al que no todo el mundo jugó cuando salió en 2011. Con todos los casos de DLC y bonificaciones  integradas en la campaña principal (y muchos casos secundarios y crímenes callejeros), L.A. Noire vale la pena por su precio de venta. Puede que no sea la mejor remasterización en general, pero su visión del peor lado de la policía es insuperable, y sus actuaciones y su historia son mejores que algunas películas. Es una lástima que, con la muerte del Team Bondi, nunca podamos obtener una secuela.

L.A. Noire

39,99 €

8.2

Historia

9.0/10

Jugabilidad

8.0/10

Gráficos

7.0/10

Sonido

8.0/10

Diversión

9.0/10

Pros

• La historia y ambientación siguen siendo geniales
• Uno de los juegos que menos ha envejecido
• Las luces se han tratado de manera óptima

Cons

• Los gráficos secundarios están anticuados
• Si lo jugaste en la anterior generación, no es imprescindible