Análisis | Overlord: La Comunidad del Mal

Análisis | Overlord: La Comunidad del Mal

26 octubre 2015 1 Por Alejandro Altaber

Seis años después del lanzamiento de la última entrega, Codemasters vuelve con un nuevo episodio de Overlord, una saga de rol y estrategia en tiempo real que esta vez no termina de encontrar un camino claro, quedando lejos de sus primeros trabajos en la pasada generación de consolas.

Ficha Técnica
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Título: Overlord: La Comunidad del Mal Estudio desarrollador: Codemasters Distribuidor: Codemasters Número de Jugadores: 1-4 Plataformas: PlayStation 4, Xbox One y PC Demo: No Disponible Fecha de salida: 20 de octubre de 2015 Idioma: Español Género: RPG, Estrategia

La historia de Overlord: La Comunidad del Mal comienza en tiempos de calma y tranquilidad tras la extinción de los esbirros oscuros. Nada más lejos de la realidad, pronto tales seres invocan a los señores del mal para volver a instaurar su orden en el mundo. Un guión que ha sido escrito una vez más por Rhianna Pratchett, encargada también del Overlord original allá por 2007. Una nueva aventura épica con cuatro campeones malvados del Averno, sirvientes no muertos de las artes oscuras, resucitados en ausencia de un verdadero Overlord, para traer el mal de vuelta a un mundo invadido por las fuerzas del bien. Un argumento prometedor al comienzo pero que termina difuminándose con el paso de las horas para dar cabida a un título finalmente soso y repetitivo.

Como Cryos, Inferna, Hakon y Malady, los jugadores pueden usar sus habilidades únicas para desatar el caos por todo el mundo, con una tropa de traviesos esbirros a sus pies. Esta banda improvisada y desavenida de antihéroes forma la Comunidad del Mal y debe intentar trabajar en equipo para derrotar a las enfermizas fuerzas del bien de la Justicia Reluciente. Una banda de paladines guiados por un misterioso unicornio conocido tan solo como Chispas.

Durante todo el juego se puede hacer uso de los cuatro personajes bien diferenciados que hay disponibles, dos destinados al ataque a distancia y dos al cuerpo a cuerpo. De este modo podemos avanzar en la campaña eligiendo en cada momento el villano que deseemos, siempre teniendo en cuenta el escenario del combate y los enemigos que se tengan enfrente. Por ello se implementa una variedad que le viene realmente bien, pues cada personaje solo tiene tres ataques distintos que no varían a lo largo de la aventura.

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La gran novedad en su jugabilidad es la incorporación de los esbirros. Aportan un aire diferente al clásico sistema de combate en las mazmorras, que desgraciadamente se ve empañado por la mala inteligencia artificial, llegando hasta desaparecer sin ningún motivo aparente. Los esbirros no se pueden manejar por el usuario, y por ello se mueven según el libre albedrío de la desastrosa IA. Como hemos comentado, existen tres ataques diferentes que no varían con el paso del título. Si a esto se añade que los oponentes siempre siguen una serie de movimientos parecida, el reto que propone Overlord: La Comunidad del Mal es prácticamente nulo.

Para continuar, la mecánica de las batallas se repite en cada una de las misiones. Hay que derrotar a un grupo de enemigos de entre 4 o 10 miembros, para después ir recogiendo los elementos necesarios para mejorar a los personajes. Siempre encontraremos también una zona con un fácil puzle a resolver, apoyándose en pruebas contrarreloj que sirven de aliciente para darle un toque de emoción al nivel, aunque no ofrezca ninguna recompensa por superarlo en un tiempo record.

Tras cada misión que completemos sirviendo al sabio antiguo maestro Krazak volveremos a la guarida, lugar para mejorar las habilidades de los esbirros o comprar nuevas armas. Tras combatir recibiremos los objetos y oro necesarios para ello. Por ejemplo, se puede modificar su apariencia con ciertos elementos, y comprar armas que aportan efectos secundarios como robar vida o hacer más daño. Ahora llega el componente RPG de Overlord: La Comunidad del Mal, mejorar los poderes de nuestro villano.

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Por otro lado, se puede hacer lo propio con cada tipo de esbirro que tenemos a nuestro mando. Existen cuatro tipos diferentes, pero es importante elegir entre ellos pues la compra de una mejora desbloquea una habilidad exclusiva para cada esbirro. Según cuál sea el más usado durante el juego, vale la pena especializarse en uno de ellos. Este apartado es uno de los más completos del áspero Overlord: La Comunidad del Mal, y aun así, acaba siendo demasiado simple. Jugando en solitario, Overlord: La Comunidad del Mal termina siendo aburrido, sin embargo, es algo más divertido si se disfruta con hasta tres amigos en modo cooperativo con pantalla única, en línea o de forma local.

El apartado gráfico cumple sin más, con un diseño de personajes muy continuista respecto a las pasadas entregas. Los escenarios están vacíos y vemos la misma base en cada uno de los entornos. Todas las animaciones parecen estar recicladas del pasado, pues son toscas y arcaicas, sin ningún reflejo de evolución en este sentido. Por si no fuera suficiente con lo comentado, Overlord: La Comunidad del Mal está repleto de bugs que llegan a dificultar la partida. Si es molesto que desaparezcan los esbirros en los combates, igualmente es que los enemigos se queden parados o que ciertas puertas necesarias para el avance no quieran abrirse.

Esto último es lo más incomodo y lamentable, teniendo que reiniciar todo el nivel rezar para que no se repita. Otro de los graves fallos es la mala respuesta de los botones a las acciones que llevemos a cabo, tardando demasiado tiempo en ejecutar las órdenes enviadas. También tirones y caídas en el frame-rate continuamente, pero almenos la cámara se comporta de manera correcta. Tras tanto punto negativo, cabe hablar de forma positiva del apartado sonoro con unas voces y efectos correctos, junto a una banda sonora agradable aunque corta de temas.

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Codemasters no ha sabido dar un paso adelante en la saga Overlord, lanzando a las distintas plataformas digitales un juego desfasado, repleto de fallos y repetitivo a más no poder. Overlord: La Comunidad del Mal supone echar por tierra el buen trabajo realizado en las dos primeras entregas ya que no logra hacer bien ninguna de las propuestas que marcaron inicialmente. La historia se desinfla nada más comenzar, jugablemente es demasiado plano y falto de opciones, y su apartado audiovisual está lleno de bugs que imposibilitan en muchas ocasiones continuar jugando. En resumen, un proyecto que Codemasters seguro quiere borrar de su recuerdo.

Overlord: Fellowship of Evil Launch Trailer

ESRB Rating: TEEN with Blood, Crude Humor, Violence Overlord: Fellowship of Evil is OUT NOW! Buy it now on... Steam: https://store.steampowered.com/app/306670/ Xbox One: https://store.xbox.com/Xbox-One/Games/Overlord-Fellowship-of-Evil/b7d855b4-2e13-431f-b2de-32caea625b56 PlayStation 4: https://www.playstation.com/games/overlord-fellowship-of-evil-ps4/

Overlord: La Comunidad del Mal

3

Historia

3.0/10

Jugabilidad

2.5/10

Gráficos

3.0/10

Sonido

3.5/10

Duracion y Diversión

3.0/10

Pros

  • Sus toques de humor negro
  • Los esbirros funcionan bien salvo que la IA falle
  • Poder jugar con amigos de forma local u online

Cons

  • Muy muy repetitivo
  • Abarrotado de bugs que no permiten avanzar
  • Pesima inteligencia artificial
  • Graficamente mediocre y escenarios poco imaginativos
  • El paso atrás que ha dado la saga Overlord