Análisis | Pillars of Eternity: Complete Edition

Análisis | Pillars of Eternity: Complete Edition

17 septiembre 2017 0 Por Guillem Sanchis

Pillars of Eternity es el juego de rol por excelencia que los amantes del género estaban esperando. Tras su estreno en PC hace algo más de dos año, la nueva obra de Paradox y Obsidian Entertainment fue elogiada tanto por la prensa internacional como por los propios usuarios, obteniendo un 89 en Metacritic.  Ahora nos toca el turno a nosotros, los jugadores de consola, de disfrutar de una completa y renovada versión de esta verdadera joya del género, que ha adaptado sus controles para ofrecernos un viaje a través de un universo fantástico para descubrir el verdadero significado del alma.

Ficha Técnica
  • Título: Pillars of Eternity: Complete Edition
  • Desarrollador: Obsidian Entertainment
  • Producción: Paradox Interactive
  • Distribuidor: 505 Games
  • Número de Jugadores: 1
  • Plataformas: PS4, Xbox One y PC
  • PEGI: +16
  • Fecha de salida: 29 de agosto de 2017
  • Idioma: Voces en inglés, textos en castellano
  • Género: Rol

Hace ya algo más de 5 años que el equipo de Paradox Interactive propuso a los jugadores la posibilidad de embarcarse en un título que volviera a las raíces del género de rol más puro. Tomando como referencia el mítico Baldur’s Gate y Planescape: Torment, el estudio lanzó su propuesta a través de Kickstarter donde consiguió el apoyo de cerca de 75000 personas. El resultado fue Pillars of Eternity, un juego que antes incluso de debutar en PC ya contaba con una serie de críticas inmejorables junto con docenas de premios.

Llevábamos mucho tiempo esperando un juego que fuera un digno sucesor de la saga Baldur’s Gate y os aseguramos que ha llegado el momento. Y no es para menos, ya que Pillars of Eternity recupera la esencia misma de la vieja escuela en un videojuego de dimensiones colosales, adaptándola a los nuevos tiempos de una forma genuina. En el caso de que todavía no hayáis experimentado la magia que ofrece este título en su versión para PC, ahora tenéis la excusa perfecta con el debut del juego en PlayStation 4, donde además incluye el mundo expandido y los nuevos personajes de The White March: Parts I & II, los dos contenidos adicionales que acompañaron el lanzamiento del juego básico en PC.

Obsidian Entertainment tiene detrás un equipo de profesionales con gran experiencia en este tipo de género, desde sus inicios todos los juegos de rol que han producido han sido sinónimo de éxito, la saga Neverwinter, o Star Wars: Caballeros de la Antigua República II son sólo algunos ejemplos, aunque también han trabajado en títulos de corte diferente como South Park: La Vara de la Verdad o Alpha Protocol.

Para Pillars of Eternity la compañía ha mantenido la fórmula que tanto éxito le dio, creando un mundo en constante cambio donde el jugador tiene el poder de construir su propia historia con sus elecciones. Y es que el título se cimienta en una narrativa muy rica, con mucho texto, profundizando en todo el argumento que rodea el universo del juego y sus personajes. A ello tenemos que sumarle un completo editor de personajes donde podemos elegir entre 6 razas y sus correspondientes subrazas, un desafiante sistema de combate que combina pausas estratégicas y acción directa, decenas de misiones por cumplir, lo que nos ofrece una aventura de dimensiones colosales.

 

Historia

Cuando arrancamos la primera partida del juego, el amante del rol más clásico se embarca en un viaje en el tiempo 10-15 años atrás, época dorada del género, donde primaba por encima de todo un juego profundo, lleno de posibilidades con gran libertad de acción, mucho lore y giros argumentales que nos mantenían pegados durante infinidad de horas de contenido.

Siguiendo esta estela, la trama de Pillars of Eternity: Complete Edition es sin duda donde realmente reside toda la fuerza del juego, precisamente es el punto de partida desde el que ha conseguido conquistarnos y engancharnos de principio a fin. Obsidian ha logrado que el margen entre una novela y videojuego esté más unido que nunca. Como ya hiciera con Baldur’s Gate, el argumento está hecho y pensado para que cada jugador viva su aventura como quiera, las decisiones son fundamentales y definitivas, las cuales marcarán no sólo el carácter y el futuro de nuestro personaje, sino los acontecimientos que rodean el mundo en el que está construido Pillars of Eternity.

Cada partida es única, el camino que toma el jugador marcará su destino y aunque parezca que un acto puede pasar desapercibido, toda acción tendrá su repercusión. El mundo se modifica y va tomando forma con cada suceso que nos rodee, otorgándonos la sensación de que somos realmente los protagonistas de una historia sin precedentes. Los diálogos están llenos de posibilidades, nuestras respuestas definirán la personalidad de nuestro héroe, ya bien optemos por la benevolencia o la violencia, las ciudades nos recordarán con una reputación más positiva o negativa, de nosotros depende ser recordados como héroes o villanos.

Una historia que además de tener un guión extraordinario, es tremendamente extensa, con más de 50 horas de misiones principales (cada una de ellas se puede completar de muchas formas y con diferentes impactos en el propio devenir de los acontecimientos), a las que hay que sumar misiones secundarias, tareas y las 20 horas de las expansiones que acompañan el lanzamiento de esta flamante y completa edición de consola.

Dicha trama transcurre en el mundo de Eora, a donde viajamos procedentes de Dyrwood con la intención de encontrar un nuevo comienzo, no obstante una serie de acontecimientos nos llevarán a convertirnos en un Observador (capaz de ver las almas de las personas y/o muertos) y a embarcarnos en una epopeya fantástica donde tendremos que enfrentarnos a poderosas fuerzas oscuras, ciudades malditas, mazmorras siniestras y conspiraciones políticas en un escenario que combina edad medieval junto con un entorno en el que se empieza a apreciar el avance inexorable de la tecnología, pero donde la magia y la fantasía sigue jugando un papel trascendental.

 

Jugabilidad

Los amantes de este tipo de género compran Pillars of Eternity siendo conocedores de la clase de juego que van a confrontar, un título muy profundo, lento y con la predisposición inicial de que van a pasar muchas horas explorando al mínimo detalle todos los escenarios para no dejarse nada atrás y que van a tener que leer mucho texto.

Como bien hemos dicho la forma de narrar sigue las bases de los juegos antiguos de rol clásico, con diálogo repletos de respuestas y opciones donde elegir, en las que formaremos la personalidad de nuestro personaje, junto con distintas ilustraciones que nos muestran algunas acciones que se llevan a cabo en determinados momentos, como escalar una muralla, bajar con cuerda por una cueva o trepar entre enredaderas. Aquellos jugadores novatos que tengan curiosidad por embarcarse en esta aventura, deben tener claras dos cosas, que es un juego muy pausado al que hay que dedicar muchas horas al reconocimiento del terreno e investigación de todo lo que nos rodea (dejando de lado muchas veces los combates) y que se tiene que leer grandes cantidades de texto para sumergirnos de lleno en la historia. Por tanto, sino te gusta leer y prefieres un juego de más acción, Pillars of Eternity no está hecho para ti.

Una vez aclarado este punto, desde el inicio del juego Obsidian Entertainment ya nos demuestra que nos encontramos ante un título de dimensiones colosales, con gran libertad para el propio jugador. Al arrancar nuestra aventura lo primero a lo que nos tenemos que enfrentar es a un completo editor donde podremos personalizar a nuestro personaje (no tanto en el apartado visual) como deseemos, eligiendo raza, clase, habilidades, orígenes, atributos, apariencia (un apartado que no tiene muchas opciones puesto que no influye debido a la lejanía de la cámara).

Podremos seleccionar entre humano, orlano, aumaua, elfo, enano o divino, dentro de cada grupo hay variantes que reflejan o bien el origen o la cultura que añadirá puntos de atributos o cualidades únicas al personaje, lo que al final forjará el pasado, presente y futuro del héroe, ya que según lo que elijamos tendremos una disposición tanto en los diálogos con los personajes como en el combate. No es lo mismo ser un esclavo que un aristócrata. Aquí es donde reside la magia de Pillars of Eternity, cada jugador vivirá una aventura totalmente diferente según lo que escoja, lo que ofrece una rejugabilidad de tintes colosales si lo que queremos es exprimir al máximo este grandioso juego.

Pillars of Eternity se divide en tres apartados, diálogos, exploración del terreno y combates. Es absolutamente imposible crear un personaje que sea competente en todos los aspectos, por lo que es preferible especializarlo en uno de ellos para sacarle el máximo partido. Y más si tenemos en cuenta que además de nuestro héroe contaremos con otros 5 personajes en nuestro grupo que podemos especializar en los diferentes ámbitos para complementar a nuestro protagonista, pero de esto hablaremos más adelante.

El juego incluye varios tipos de dificultad, (fácil, media, difícil y camino de los malditos) y a su vez permite elegir las opciones de muerte permanente (donde si muere uno de nuestros personajes lo hace de forma definitiva), modo experto (se eliminan las ayudas del juego) y prueba de hierro (sólo se guarda una partida al salir del juego). Preferiblemente os recomendamos que si no estáis acostumbrados a esta clase de títulos empecéis con un nivel de dificultad más asequible y tras la primera pasada os atreváis a probar el resto de carácterísticas.

La adaptación el control de PC a consola ha sido uno de los aspectos que lógicamente más ha tenido que trabajar el estudio y aunque el juego fue desarrollado en su momento únicamente pensando en las necesidades de los usuarios de PC, Obsidian ha logrado convertir con gran acierto las diferentes mecánicas jugables y adaptarlas al mando de consola. Aunque en un principio puede ser algo tosco, laborioso y confuso (sobre todo a la hora de navegar por los múltiples menús), una vez te acostumbras a todos los controles, el resultado es fantástico, muy simple e intuitivo.

En el apartado de exploración, controlamos al grupo de personajes mediante el joystick, desplazándolos por el escenario como si se tratará de cualquier juego en tercera persona, aunque también tenemos la opción de pulsar el triángulo y que aparezca un cursor, con el que podemos mover al grupo de personajes de la misma forma que con el ratón (aunque con las evidentes desventajas), una manera bastante original de ir a los diferentes objetivos. Por lo que se refiere al combate, Pillars of Eternity cuenta con dos menús radiales a los que se accede mediante los botones R2 o L2. El primero muestra varios huecos donde se pueden personalizar las diferentes habilidades o hechizos del personaje al estilo Dragon Age Inquisition, mientras que el segundo cuenta con opciones de misión, inventario, disposición táctica del grupo, control de inteligencia artificial de los personajes o bien diálogos.

Pillars of Eternity cuenta con una curva de dificultad en crecimiento, empezamos por combates sencillos y a medida que vamos avanzando en la historia nos sumergiremos en épicas batallas donde tendremos que comenzar a utilizar con pericia las habilidades de nuestro grupo para sacar el máximo beneficio y acabar con nuestros enemigos sin sufrir. En nuestra andadura contaremos con varios compañeros que iremos recolectando a lo largo de la historia, cada uno perteneciente a una clase diferente (Paladín, Monje, Declamador, Sacerdote, Druida, Explorador, Cifrador, Luchador, etc.), no obstante, el grupo que controlamos sólo puede estar conformado por un total de 6 personajes (contándonos a nosotros) por lo que deberemos ajustar y equilibrar bien el grupo a nuestra forma de jugar para que podamos abordar todo tipo de enemigos.

A pesar de que estos compañeros ya vienen predefinidos, en el caso de que no nos guste alguno podemos optar por crearnos nuestros propios personajes a través de las diferentes tabernas del juego, una forma fácil y muy útil de formarnos un grupo a nuestra medida con los atributos y habilidades que requiramos en el momento. Hay poderes que nos servirán en el combate y otros que tendremos que desarrollar para explorar los escenarios, como sigilo (evitan que nos vean los enemigos) para establecer tácticas antes de entrar en combate, o mecánica que nos servirá para detectar trampas y desactivarlas o secretos ocultos.

Los combates son por turnos y cuentan con una vertiente táctica que deberemos explotar para sacar el máximo partido en cada combate. Rodear a los enemigos o ser el que asesta el primer golpe podría ser declinar la balanza a nuestro favor. Encontraremos multitud de enemigos desde animales, monstruos como dracos u ogros, arañas, caballeros, paladines, sacerdotes, guls e infinidad de criaturas fantásticas. Cada combate nos reportará multitud de objetos, algunos nos vendrán bien para equipar a nuestros personajes (armas, armaduras, objetos) y otros para encantar nuestro equipo o fabricar comida o pociones con las que aumentar nuestras defensas, ataque, resistencia o salud de cara al combate. La resistencia y la salud están ligadas completamente a las batallas, una depende de la otra, cuando estemos en el combate dependeremos de la salud, si un compañero cae no podrá reanimarse hasta que finalice el combate y cuando lo haga perderá puntos de resistencia para volver a completar su barra de salud. La resistencia sirve tanto para la exploración (viajar, trepar, o cualquier interacción con el escenario) como para rellenar nuestra salud en el combate, por lo que si no cuidamos la resistencia y nos baja a cero podría ser fatal para nuestro personaje. No obstante, durante la aventura contaremos con una opción llamada “campamento” con la que nuestro grupo descansa y se recupera por completa, otra opción es visitar la taberna más cercana y pernoctar.

Pillars of Eternity está compuesto por 3 actos, cada uno formado por sus misiones principales y tareas o misiones secundarias. No son para nada repetitivas y si a esto le sumamos que se pueden completar de formas muy variadas, se convierte en una experiencia muy divertida. En ocasiones hemos guardado la partida para seguir los distintos caminos posibles para conocer las repercusiones que ofrecía cada decisión, una auténtica delicia.

Al no ser un RPG al uso donde nuestros personajes ganan experiencia por derrotar enemigos (sólo obtendremos experiencia hasta cierto punto), será muy importante completar el máximo número de misiones posibles, ya que en definitiva es el lugar indicado para mejorar en nuestra aventura. También contaremos con una fortaleza que podremos mejorar en prestigio y seguridad y a través de la cual ganaremos dinero y reputación, muy útil para recibir nuevas misiones y encargos que nos ayudarán a obtener experiencia. A todo esto hay que añadir el contenido de las expansiones, junto con sus respectivos nuevos compañeros (uno de ellos un Monje).

 

Gráficos y Sonido

Pillars of Eternity no se caracteriza por tener unos gráficos impresionantes que rocen el realismo, sin embargo tampoco es algo que le haga falta para lucirse. Como ya ocurriera en la versión de PC, el juego luce de forma impecable, transportándonos a esa mágica época medieval, con una ambientación muy conseguida gracias a esos parajes hermosos donde la naturaleza y efectos climatológicos acaparan nuestras horas de exploración. Montañas, bosques tupidos, acantilados, cuevas siniestras, mazmorras oscuras, frondosas praderas llenas de vida y color, o simplemente playas únicamente pobladas por arena y rocas, son las únicas armas que necesita el juego para sumergirnos de lleno en la aventura y sinceramente lo consigue. Asimismo Pillars of Eternity incluye un sistema dinámico de día y noche, que afecta de lleno a algunos acontecimientos del mundo.

Tampoco faltan decadentes poblados o aldeas, y majestuosas ciudades con calles empedradas donde quizá si se echa en falta ese bullicio natural de la época, sobre todo en los lugares más importantes, como mercados, tabernas o plazas donde apenas encontramos un nimio grupo de entre 10 o 15 personas etc. Empero, todos los escenarios han sido cuidados con gran detalle, aunque las texturas pueden ser fantásticas a simple vista, no obstante si ampliamos el zoom de la pantalla es cuando encontramos algunas carencias de definición tanto en las propias texturas de terreno, como de la miscelánea que nos rodea, junto con los propios ciudadanos, viajeros o NPC’s. Obviamente el juego no está construido para esa vista cercana, donde pierde bastante, sino que está pensado para disfrutarlo con una vista cenital donde realmente consigue cumplir su función a la perfección.

Es un juego clásico adaptado para las consolas actuales, quizá muy pocos valoren lo importante que es para muchos usuarios que todavía existan estudios dispuestos a valorar más la historia, inmersión y jugabilidad de un buen título de rol puro, en detrimento de la ansiada resolución 4K, donde parece ser que si no tiene unos buenos fps o no es compatible con el HDR no vale la pena. Pillars of Eternity cumple con muy buena nota en todos sus apartados, y aunque como bien hemos dicho su apartado visual pueda resultar desfasado, ha sido por el contrario el cometido del estudio, desarrollar un juego basado en lo clásico para que nos transporte a la época dorada del RPG

A pesar de todo no es oro todo lo que reluce y Pillars of Eternity Complete Edition también presenta ciertos problemas o apartados negativos que quizá empañan en algunos momentos el disfrute absoluto de la aventura. El primero de ellos son los elevados tiempo de carga, y más teniendo en cuenta que el juego divide todas las zonas por separado, de forma que para movernos de un sitio a otro siempre tenemos que estar pasando por tiempos de carga agotadores que deslucen esa inmersión tan bien hilada. No sólo ya los escenarios del mapa, sino que dentro del mismo nivel quizá nos encontremos con una cueva en un bosque y para acceder a ella tenemos que pasar de nuevo por una pantalla de carga. Lo mismo ocurre con las ciudades, para entrar en cualquier casa, taberna o tienda tenemos que enfrentarnos a un nuevo parón.

Por otro lado también hemos experimentado algún pequeño bug que afecta al combate, donde normalmente el grupo de personajes entra en una fase en la que únicamente se nos permite enfrentarnos a los enemigos y de la que no se sale hasta que están todos muertos. Durante ese tiempo no podemos salir del escenario ni cancelar nosotros mismos el combate, a no ser que huyamos y perdamos de vista al enemigo.  En varias ocasiones al matar a todos los enemigos el juego no ha dado por finalizada la fase, por lo que nuestro grupo permanecía en este modo sin la posibilidad de cancelarlo, lo que nos ha obligado a cargar una nueva partida.

Por último la banda sonora de Pillars of Eternity tampoco destaca por ser una gran obra maestra pero cumple su función de forma excepcional. Las composiciones son místicas y nos hacen viajar a ese mundo de fantasía a la que nos transporta el juego. Además tiene todo tipo de melodías que acompañarán situaciones de tensión, acción, melancolía o esparcimiento. El juego no esta doblado pero si traducido, con textos en castellano, aunque hay una serie de monolitos que nos encontraremos durante la aventura que están en completo inglés, pero según hemos comprobado esto ya ocurría en la versión de PC. Dichos textos tienen unas dimensiones bastante buenas para la lectura, nada de letras pequeñas, al menos en nuestra experiencia no hemos acabado encogiendo los ojos para seguir el hilo de la historia.

 

Conclusión

Obsidian Entertainment y Paradox Entertainment han adaptado con maestría un juego clásico de rol a los mandos de consola, haciéndonos olvidar por momentos, la necesidad de utilizar el ratón y el teclado. Los combates no pierden fluidez y son quizá más intuitivos que en la versión de PC, ya que el estudio ha conseguido acortar muchos comandos y simplificarlos para ofrecer un sistema más directo y trepidante.

Pillars of Eternity nos ha ofrecido una experiencia memorable, con una historia profunda, gran libertad de exploración y personalización de nuestro personaje o grupo. Las misiones son variadas y apasionantes, todas ellas se pueden completar de diferentes formas, además las consecuencias que tomemos darán forma al mundo que nos rodea, por lo que la sensación es absolutamente fascinante, el jugador tiene el poder para cambiar el futuro de Eora.

Aunque quizá no sea un título que guste a todos los aficionados, se trata de una aventura absolutamente fantástica que todo jugador debería experimentar una vez en su vida. Obsidian ha demostrado una vez más que domina el género con autoridad, llenando nuestras consolas con el poder más grande que puede transmitir un videojuego, la nostalgia.

Pillars of Eternity: Complete Edition

44,95 €
8.4

Historia

9.5/10

Jugabilidad

8.4/10

Gráficos

7.0/10

Sonido

8.0/10

Diversión

9.0/10

Pros

  • Rol clásico en estado puro
  • Amplia personalización del personaje
  • La posibilidad de completar las misiones de varias formas
  • Una historia profunda, con un guión excepcional
  • Incluye las expansiones

Cons

  • Los tiempos de carga son excesivos
  • Combates caóticos cuando hay acumulación de muchos enemigos
  • Falta más interacción con los personajes del grupo
  • Algunas ralentizaciones