Análisis | Styx: Shards of Darkness

Análisis | Styx: Shards of Darkness

21 marzo 2017 0 Por Alejandro Altaber

El astuto goblin centenario regresa con una secuela mucho más ambiciosa en todos los aspectos respecto a su primera entrega publicada en 2014. Styx: Shards of Darkness pule casi todos los errores que se achacaron en el pasado para ofrecer una aventura de acción y sigilo muy disfrutable que encima puede completarse en cooperativo realizando crueles asesinatos sincronizados.

Ficha Técnica
 

Título: Styx: Shards of Darkness Estudio desarrollador: Cyanide Distribuidor: BadLand Games Número de Jugadores: 1-4 Plataformas: PlayStation 4, Xbox One y PC PEGI: +16 Fecha de salida: 14 de marzo de 2017 Idioma: Voces en inglés // Textos en español Género: Acción, Aventura Cómpralo ya por 42,94€: Styx: Shards of Darkness

 

El catálogo de juegos que plantea Focus Home Interactive para 2017 es realmente potente respecto a años anteriores. Styx: Shards of Darkness es el primer título que se ha puesto a la venta, pero en los próximos meses llegarán otras propuestas igual de interesantes como Shiness: The Lightning Kingdom, Vampyr, The Surge o Call of Cthulhu, todas ellas nuevas IP de los estudios que trabajan para la compañía francesa.

Muchos piensan que el protagonista de Styx: Shards of Darkness nació en su precuela, Styx: Master of Shadows, pero esa solo fue su primera aventura en solitario ya que antes formó parte de Of Orcs and Men, un título de rol y acción lanzado en 2012 donde formaba un tándem con un orco. En 2014 Cyanide publicaba un juego que se alejaba del rol para centrarse en el sigilo donde destacó por encima del resto el gran diseño de escenarios y posibilidades para afrontar cada nivel. Ahora, tres años más tarde y con un salto cualitativo en su apartado gráfico gracias al Unreal Engine 4, Styx: Shards of Darkness tiene mucho más que ofrecernos pese a su pobre historia y cinemáticas.

Tras la caída de la torre Akenash, Styx emprende la búsqueda del cetro mágico del Embajador, robado por un elfo cambiaformas. Por ello, nuestro protagonista, un astuto goblin centenario, se infiltrará en una cumbre diplomática en Korrangar, la ciudad de los Elfos Oscuros, mediante el uso inteligente del entorno y de las nuevas habilidades. Para cumplir con éxito su misión, tendrá que escalar por la vertiginosa ciudad elfa, atravesar el peligroso territorio enano y sobrevivir a vastas tierras inexploradas repletas de mortales riesgos. Si Styx fracasa, esto podría acarrear consecuencias importantes a su raza.

Un argumento bastante mejorable que evoluciona durante ocho misiones de elevada duración, ofreciendo una duración estimada de unas 13-15 horas. Una aventura que arranca por un prólogo donde Cyanide presenta prácticamente todas las mecánicas básicas de su jugabilidad y nos enseña cómo podremos afrontar cada situación en los diferentes niveles. Además, para darle todavía más emoción, tenemos disponibles desde el comienzo cuatro niveles de dificultad que hacen de Styx: Shards of Darkness un título recomendado para todo tipo de usuarios.

Styx: Shards of Darkness no es una aventura que vaya a deleitarnos por su historia. Ya hemos dicho que el nivel de las conversaciones y cinemáticas no están a la altura, pero dichos imperfectos quedan solventados con la magnífica construcción y personalidad del protagonista, y también el magnífico diseño de niveles y posibilidades jugables.

Styx: Shards of Darkness se apoya claramente en dos piezas fundamentales en su jugabilidad: el sigilo y la infiltración. Cyanide ofrece la opción de hacer frente a los enemigos en enfrentamientos directos cuerpo a cuerpo, pero es prácticamente imposible sobrevivir de esta forma ya que con un par de golpes estaremos muertos. Igualmente, atacar por la espalda y acabar con su vida también llega a ser un problema por el tema de los cadáveres. Podemos hacerlos desaparecer con un ácido, esconderlos en ciertos lugares o lanzándolos por precipicios, pero si un compañero lo encuentra, superar la zona se convertirá en una tarea muy complicada. Aquí lo interesante es plantear cada movimiento, estudiar las rutinas y ejecutar la estrategia con calma. Si pasamos desapercibidos y hacemos uso de las interesantes habilidades de Styx, la aventura gana en profundidad y posibilidades.

Por suerte y pese a su físico y corpulencia, Styx es un goblin que escala, salta, repta y se esconde en cualquier lugar para no ser detectado con una enorme facilidad y agilidad. Aun así, el salto no es del todo preciso y las secciones plataformeras terminan siendo un tanto engorrosas.  Para ello, Cyanide ha construido unos escenarios con una tremenda verticalidad con variedad de alturas, salientes, cuerdas y otros objetos donde agarrarse para cambiar rápidamente de posición. Cada uno de los mapas tiene unas dimensiones enormes, lo que aporta un sinfín de posibilidades para crear el recorrido hasta el objetivo. Esto también contribuye a un alto grado de rejugabilidad, pues cada partida puede ser completamente diferente según el camino que tomemos, y encima hay decenas de coleccionables a recoger por todo el nivel. Asimismo, al finalizar cada misión el juego valora que tal lo hemos hecho teniendo en cuenta cuatro parámetros como el robo, piedad ante los enemigos, etc.

Además de moverse entre las sombras de manera magistral, Styx es todo un manitas en la elaboración de pociones y elementos mágicos. Por ejemplo, destaca la invisibilidad temporal, clonación para confundir a los enemigos y otros ítems muy interesantes para envenenar la comida y la bebida. Poco a poco, iremos mejorando si exploramos al máximo para hallar valiosos artefactos e ingredientes con los que crear trampas y objetos realmente increíbles.

Por otro lado, el árbol de habilidades queda dividido en cinco ramas para especializarse en cualquiera de ellas y mejorar a Styx en un determinado estilo de juego. No obstante, es recomendable centrarse en las habilidades de sigilo, percepción y alquimia, pues hace la aventura todavía más disfrutable y repleta de opciones.  Para terminar, Styx: Shards of Darkness incorpora un modo cooperativo “donde  en cualquier momento de la aventura podemos invitar a un compañero a nuestra partida actual para disfrutar juntos de una experiencia de sigilo total. Aunque esto aumenta el riesgo de ser descubiertos, le pone todavía mucha más emoción por la coordinación que hay que tener para llevar a cabo elaboradas maniobras de distracción o crueles asesinatos sincronizados.

En lo que se refiere a su apartado gráfico y comparándolo directamente con su predecesor, el avance es brutal en todos los sentidos gracias a la implementación del Unreal Engine 4. Los escenarios cuentan con una iluminación y detallado muy trabajados durante todo el transcurso del juego, al igual que ocurre con el protagonista. Styx: Shards of Darkness no es un gran portento técnico, pero es evidente la mejora que ha conseguido Cyanide para plasmar un acabado más que notable. Donde sí deben mejorar es en la inteligencia artificial de los enemigos, que deja bastante que desear sobretodo en niveles de dificultad más bajos. Esto, al menos, es solucionable en los próximos meses con alguna actualización. Ya para rematar no nos olvidamos de su traducción al español, detalle muy de agradecer en propuestas no tan importantes en términos presupuestarios dentro de la industria de los videojuegos.

Aun quedan aspectos por mejorar en Styx: Shards of Darkness, pero toca felicitar a Cyanide por la gran evolución respecto a su anterior entrega. La historia se queda atrás con un guión y conversaciones poco inspiradas, que mejora en cambio con una gran jugabilidad en el planteamiento de las misiones. Cada vez existen menos títulos que apuestan por el sigilo y la infiltración en su totalidad, y Styx: Shards of Darkness es una magnífica opción en la actualidad para disfrutar de este tipo de juegos gracias a su enorme abanico de posibilidades para afrontar la aventura.

 

 

Styx: Shards of Darkness

44,95€
7.7

Historia

6.5/10

Jugabilidad

8.3/10

Gráficos

8.0/10

Sonido

7.5/10

Diversión / Duración

8.0/10

Pros

  • Diseño de niveles por su verticalidad, posibilidades, etc
  • Cinco completos ramas de habilidades
  • Notable salto gráfico gracias al Unreal Engine 4
  • Elevada rejugabilidad

Cons

  • Pobre guión e historia en general
  • La animación del salto es imprecisa