Análisis| TT Isle of Man – Ride on the Edge

Kylitonn Games coge su experiencia adquirida en WRC 5 para traernos ahora Tourist Trophy Isle of Man – Ride on the Edge (Isle of Man a partir de ahora) y con la que cuenta con la licencia oficial del evento.

Ya que el juego carece de historia, como es lógico, hablaremos un poco sobre lo que envuelve a esta entrega de Isle of Man. Por un principio, Kylitonn Games y Bigben tenían pensado lanzar el juego a finales del año pasado, y tras unas largas y difíciles decisiones, optaron por retrasarlo hasta este mes de Marzo para intentar ofrecer un juego pulido de principio a fin. Y lo han conseguido, puesto que Isle of Man es un producto ambicioso que logra llamar la atención de los aficionados del mundo del motor y, lo que es más difícil, a quienes no sienten tal pasión por estos vehículos de dos ruedas.

La carrera de Isle of Man es una prueba tan dura como exigente, además de veterana ya que se lleva celebrando desde el año 1907 y, desde esa misma edición, existe ese riesgo extremo que acompaña en todos los kilómetros al jinete del motor, como asiduamente se hacen llamar a los pilotos de esta modalidad.

Por último, queremos destacar que hasta el mes de Mayo, no podremos disfrutar del modo sidecar, que llegará mediante actualización gratuita tanto a consolas como Pc, a falta de saber el día exacto aún. Por lo demás, pasamos a explicaros lo que nos espera en Isle of Man.

Isle of Man cuenta con varios modos de juegos de los que ahora pasamos a describir, distinguiendo por un lado el modo “un jugador” y “multijugador”, además de un apartado para ver nuestros “marcadores” y un más que recomendable, por no decir obligatorio, “tutorial”, ya que aprenderemos teóricamente lo que luego deberemos poner en práctica.

En el modo un jugador, contaremos con carreras rápidas y también con contrarreloj, sin oponente alguno, en el que tendremos que hacer el mejor tiempo posible. También cuenta con lo que consideremos el mayor atractivo del juego, el modo carrera, y que recomendamos no empezarlo primero seamos o no expertos o aficionados en este mundillo, ya que fiel a la realidad, consiste en crear a un personaje para posteriormente, alzarlo a lo más alto de Isle of Man con todo lo que ello conlleva, compra de motos, patrocinadores, gastos de mantenimiento, y un larguísimo etc que dejamos al propio jugador descubrir.

Un modo que comienza bajo mínimos y serán los buenos resultados los culpables de que vayamos escalando poco a poco en la clasificación mundial y acaparando toda la atención.

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El modo multijugador, ofrece la posibilidad de jugarlo a pantalla partida o bien de manera online con hasta ocho contrincantes.

Controlar una moto en Isle of Man es cuestión de horas, aunque destacamos que la moto responderá a la perfección a las órdenes dadas a través de nuestro comando.

Isle of Man cuenta con la supervisión de John McGuinnes o, como se le conoce en la pista, el Misterio de Morecambe, por lo que cada moto que elijamos, ya sea de Superbike o de Supersport (la gran diferencia viene a estar en la cilindrada de la misma) será diferente al resto, y en algunos casos, muy diferente, ya que la velocidad, el frenado y demás características en particular hacen que tengamos que acelerar de una forma, frenar de otra, etc.

Un apartado que realmente está muy bien conseguido y que es de agradecer. Así que elegir la moto que nos venga como anillo al dedo es otro motivo más para echarle numerosas horas.

Hablemos de la dificultad que nos espera en Isle of Man. Pilotar una moto, nunca es fácil, y menos en la vida real. Debido a la fidelidad entre el mundo virtual que ofrece Isle of Man y el mundo real, en este título también es difícil, puesto que será difícil no caernos a lo largo del recorrido de los circuitos.

Las opciones que nos ofrecen para hacer la experiencia más disfrutable, es muy amplia. Desde los niveles de dificultad típicos, hasta opciones puntuales dentro de los apartados de dificultad, como la activación o no de la ayuda visual, cambio de marcha, etc.

Por pequeño detalle que cambiemos, notaremos la diferencia en modo de dificultad, algo que hay que tener muy en cuenta ya que, por mucho que dominemos los juegos de conducción, Isle of Man recrea la realidad en cada palmo.

Tal es así que, empezar en punto muerto y subir de marcha acelerando es sinónimo de caída asegurada, perdiendo así segundos que tanto en las carreras como en las contrarrelojes harán que quedemos lejos del primer puesto.

Es un apartado que queríamos resaltar ya que puede que el jugador pierda la paciencia con rapidez, puesto que nosotros empezamos con una dificultad intermedia y, a los pocos minutos, tuvimos que ajustarla. Eso sí, conforme vamos dedicando horas de juego, nos iremos haciendo con el juego y podremos ir ya pidiendo ese grado de dificultad que el propio juego incita a probar.

Técnicamente, Kylotonn Games ha hecho un trabajo prácticamente impecable. Sin más.

Empezando por el apartado gráfico, decimos que Isle of Man presenta una fidelidad de diez al circuito de Snaefell Mountain, el cual cuenta con poco más de sesenta kilómetros (sí, han leído bien) y, lo que es digno de alabar, es que cada uno de los kilómetros en los que pasaremos a más de 300Km/h han sido repoducidos a escala 1:1, al igual que el resto de circuitos que ofrece de menor recorrido, siendo estos un total de diez.

Por otro lado, treinta y ocho motos y veinticuatro pilotos son los que nos acompaña, con presencia notoria del ya mencionado John McGuinnes, el cuál pilota la Honda Fireblade 2016 que saldrá en la portada de la edición física del juego.

Aquí, también queremos destacar la estabilidad que ofrece este Isle of Man en nuestras pantallas, y es que, si bien es cierto que los escenarios no están muy cargados, ya que no hay muchos aficionados en el circuito y el fondo del escenario se presenta estático, cuando pasamos por lugares estrechos o llenos de vegetación, la tasa de refresco se mantiene totalmente estable, y es digno de alabar y de mencionar.

Queremos destacar una cosa de las condiciones climatológicas que cogen mucho protagonismo en esta generación sobre todo en este tipo de juegos. Únicamente, podremos elegir las condiciones climatológicas de avance de día, es decir, mañana, mediodía y tarde – noche. Y es que, en esta competición, la lluvia, granizo, nueve, y cualquier otra condición adversa da lugar a la suspensión automática de la carrera, por lo que el juego no lo introduce ya que no es necesario. Un punto que debemos destacar ya que no es motivo de verse afectado en su valoración final.

Por último, también cuenta con un expositor de motos que, no es gran cosa, puesto que juegos de la competencia, ya sean de coche o motos, lo tienen con más prestaciones, el de Isle of Man deja que disfrutemos plenamente de la moto.

En lo sonoro, la reproducción del motor de cada una de las motos ha sido también recreadas con igual precisión y calidad, en donde un gran experto sabrá reconocer la moto.

Concluimos ya el análisis de Tourist Trophy Isle of Man – Ride on the Edge diciendo que por fin tenemos el juego de la competición más frenética y dura que existe en el mundo del motociclismo. El esfuerzo y mimo en el desarrollo de esta entrega se ve prácticamente desde que iniciamos el juego, que, aunque quien más lo va a disfrutar van a ser los expertos y aficionados de este mundillo, quien no lo sea lo podrá disfrutar de diferente modo pero igualmente muy placentero, ya que ha sido mi caso en particular.

Un juego que requiere de mucha calma al comienzo, que ofrece muchísimas horas de diversión y que es sin duda ese título tan ambicioso que Kylotonn Games quería ofrecernos. Nos alegra ahora el haber tenido que esperar varios meses.

TT Isle of Man - Ride on the Edge

49,99€

8.5

Modos de juego

8.0/10

Jugabilidad

8.5/10

Gráficos

8.5/10

Sonido

8.5/10

Duración / Diversión

9.0/10

Pros

• Modo carrera.
• Recreación impecable de Snaefell Mountain.
• Fidelidad de motos y circuitos casi a la perfección.
• Inmersión real y satisfactoria.

Cons

• Cuesta empezar a rodar.