Análisis | Xeodrifter
14 septiembre 2015Tras su paso por las consolas de Nintendo, Renegade Kid lleva su última obra a PlayStation 4 y PlayStation Vita. El divertido plataformas en 2D se encuentra disponible en las consolas de Sony desde el pasado 1 de septiembre, siendo gratuito este mes para los suscriptores de PlayStation Plus.
Xeodrifter se ha convertido sin dudarlo en el título más exitoso de esta pequeña compañía norteamericana. Su premisa es bien sencilla, un sencillo plataformas con aires de Metroid, que se asemeja y mucho al también notable Axiom Verge. Para empezar, no tenemos ni una historia clara a desarrollar. Nuestro pequeño astronauta se encuentra perdido en medio del espacio entre cuatro planetas, entre los cuales debe encontrar la pieza fundamental para arreglar su nave y volver a su lugar de origen. Sin ninguna referencia o pista hacia dónde ir, desde el comienzo podemos entrar en cualquiera de los cuatro planetas. Sin embargo, hay uno más asequible que los demás, lo que nos proporciona la base inicial para arrancar Xeodrifter. Hay un orden no especificado, pero si más fácil y provechoso, el cual proporciona los poderes necesarios para avanzar en los otros planetas.
Los primeros 30 o 45 minutos son vitales para no caer frustrado en Xeodrifter. Si encontramos el camino idóneo, iremos encontrando puntos de vida para ampliar la escasa reserva de energía que tiene inicialmente nuestro protagonista. Al menos se compensa con la buena integración de puntos de control en los planetas, siempre antes de enfrentarse al jefe de la zona. Cuando acabemos con él, recibiremos un nuevo poder o habilidad, vital para continuar por vías bloqueadas de otros planetas.
Aquí cabe destacar el pobre diseño de enemigos, repetitivos a más no poder. En el caso de los jefes finales, todos tienen el mismo diseño, variando en ocasiones solamente el color. Xeodrifter se apoya en un estilo pixelado que emula muy bien el efecto 16 bits, pero los adversarios no se han trabajado, cayendo en la reiteración durante toda la aventura.
Tal y como progresamos en la breve aventura, nuestro rifle va cobrando potencia pasando de disparar de una forma clásica y normal, a llegar a convertirse en un gran arma que desintegra los enemigos de un solo toque. Encontrar estos power-ups en ocasiones no es tarea fácil, pues hay caminos secretos escondidos detrás de piedras y paredes, no reconocibles a primera vista. Asimismo, se puede modificar el sistema de disparo de la única arma que disponemos, otorgándole mayor potencia, cadencia, efectos o rebotes. En cuanto a la habilidades del astronauta, tenemos la posibilidad de bucear dentro de una campana, cambiar de dimensión a un segundo plano, mayor velocidad, volar, etc.
En 3 o 4 horas podremos haber completado los planetas que forman Xeodrifter, quizás ampliables si deseamos encontrar todos los power-ups escondidos por el mapa. Es algo que puede hacerse por la única motivación de los trofeos, pues el título de Renegade Kid no invita a la rejugabilidad.
Gráficamente hay que saber ver el estilo que propone Renegade Kid. Xeodrifter presenta un acabado pixelado y colorido, indispensable para los amantes de los juegos de estética retro. Si hay que optar entre la versión de PlayStation 4 y PS Vita, sinceramente nos quedamos con el título en la portátil de Sony, la cual se adapta perfectamente al control y funciona a la perfección. La utilización del pixel art en los títulos indies se está sobreexplotando en los últimos años, y si no aportan un elemento diferenciador, difícilmente llegan a hacerse un hueco en el catálogo. Si Renegade Kid hubiera mejorado la calidad en el diseño de personajes, estaríamos hablando de un juego distinto en muchos aspectos.
Lo mismo ocurre con su apartado sonoro. Sinceramente, sus temas no aportan nada a la experiencia global. En ocasiones llega a ser molesta debido a su repetición, y estamos seguros de que no será uno de los elementos más recordados de Xeodrifter. El juego solo cuenta con textos en inglés, pues no escuchamos ni una solo voz durante la aventura por el espacio.
Tras finalizar Xeodrifter, da la sensación de que Renegade Kid no contó con todos los recursos financieros necesarios para rematar el desarrollo que ellos deseaban. En gran parte de sus apartados se han quedado a medio camino, y viendo el resultado mostrado, hubiera sido una maravilla contemplar el producto al completo con todas sus funciones y características. Aun así, Xeodrifter es un título divertido, de agradable aspecto gráfico y sencillo pero exigente sistema de control. Incrementando la duración, dándole una mayor diversidad jugable e introduciendo un componente narrativo de peso, Xeodrifter sería uno de los imprescindibles del género.
Ostras pues yo encontré que los check-points estaban muy lejos uno de otro y además empezabas con la vida a la que llegaste al check-point, con lo cual a veces era mejor reiniciar todo el nivel que continuar desde el último punto.
Es decir, me frustró bastante la dificultad en algunos momentos. Quizá es que me dejé de recoger muchos puntos de vida por el camino.
Todo va en función de los puntos de vida que vayas encontrando, igual que con los que hacen mejorar el arma. En cuanto vas recogiendo (o encontrando por suerte jaja) todo esto la dificultad inicial desaparece. Luego termina siendo bastante plano, pero bueno, es gratis con el Plus y entretiene durante un par de tardes 🙂