Cuatro momentos de la saga Metal Gear Solid

Cuatro momentos de la saga Metal Gear Solid

23 agosto 2015 0 Por Miguel Moreno

Con motivo del inminente lanzamiento en septiembre de Metal Gear Solid V: The Phantom Pain, la esperadísima quinta entrega numerada de la famosa saga de Hideo Kojima (podéis leer nuestro avance aquí), os traemos un repaso por sus juegos más icónicos haciendo mención a algunos de los momentos más intensos de la saga. Tras todo el lío Konami-Kojima, la saga Metal Gear Solid tiene un futuro incierto, ya que aunque Kojima no parece que vaya a volver a la fructífera saga, Konami asegura que no tiene, ni mucho menos, intención alguna de abandonar la jugosa franquicia de sigilo. Así pues, con un futuro aún por escribir, pasemos a explorar esos momentos de la saga ya vividos en el pasado, y que nos marcaron a fuego hasta el día de hoy. Ah, y por cierto: ¡ALERTA, SPOILERS!

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Metal Gear Solid (PS1) – Psycho Mantis

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Uno de los enfrentamientos más icónicos de toda la saga y sin duda, uno de los más recordados del medio. En este combate, Kojima decidió saltarse las normas y romper la cuarta pared de una forma que ningún jugador había visto hasta entonces en un videojuego. Psyco Mantis podía “leer” la mente del jugador (realmente leía la tarjeta de memoria de la Playstation original) y saber su comportamiento: si somos precavidos y cautelosos, si morimos mucho, si guardamos la partida con frecuencia e incluso si hemos jugado a otros juegos cuyas partidas estén guardadas en la tarjeta de memoria (juegos de Konami, eso sí). Para evitar que controlase nuestra mente y acabar con él debíamos desconectar el dualshock del puerto de la consola que estuviéramos usando y cambiarlo por el otro. De esta forma, Psycho Mantis perdería su ventaja y quedaríamos libres de su control. Una batalla muy original y carismática que ya forma parte de la historia de los videojuegos. Ten cuidado porque Pycho Mantis podría desconectar el monitor que estás utilizando para leer este artículo (como diría Snake: ¿¡pero qué coño?).

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Metal Gear Solid 2 (PS2) – Prólogo

Tres años después de la llegada del primer Metal Gear Solid, la saga se estrenaba en la prometedora Playstation 2 con su segunda parte, subtitulada con el nombre “Sons of Liberty”. Ver cómo lucía el mundo y los personajes de Metal Gear en la nueva generación era toda una gozada para los fans de la primera entrega, controlando a Snake de nuevo, con más movimientos y nuevas posibilidades, un apartado gráfico muy mejorado e increíbles animaciones, con detalles técnicos como la lluvia en el barco de la introducción. Más tarde descubriríamos que Snake no sería el protagonista de la aventura en favor de Raiden, decisión que haría de Metal Gear Solid 2 uno de los juegos más controvertidos de la saga que dividió a los fans, pero que sin duda se trató de una más que digna secuela de la legendaria primera parte.

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Metal Gear Solid 3 (PS2) – The End

Tras la (para algunos fallida) secuela de Metal Gear Solid, Kojima nos trajo una tercera entrega que es recordada por muchos por ser la mejor de la saga a todos los niveles (historia, ambientación, personajes, jugabilidad, momentazos…). Esta historia sobre el origen de la saga nos llevaba a controlar a Big Boss, que en su misión tendría que acabar con numerosos enemigos, siendo los enfrentamientos con los distintos jefes finales los momentos más geniales sin duda. De entre todos, he seleccionado el combate contra The End por ser uno de los combates “más Kojima” del juego. En él pueden utilizarse muchas de las mecánicas aprendidas hasta el momento, y además existen muchas maneras distintas de acabar con él, alguna de ellas con ideas poco habituales en el medio, de ahí su genialidad. Para acabar con el anciano francotirador podemos optar por tener paciencia y precisión, ocultarnos de él y al lograr encontrarle, dispararle antes de que él nos encuentre a nosotros. También podemos usar el sigilo y la luz infrarroja para seguir las huellas de The End y acabar con su dominio en su territorio, la selva. Sin embargo, si estas fuesen las únicas formas de acabar con él habría sido un jefe más «normalito», pero es que existían otras curiosas maneras de acabar con él: hacer trampa, y acabar con The End antes del combate, cuando la historia lo permite hacer si estás atento, o bien, una vez iniciado el enfrentamiento, guardando partida y esperando una semana para, al volver a jugar, encontrar al anciano sin vida.

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Metal Gear Solid 4 (PS3) – Batalla final

La cuarta entrega (numerada) de la saga supone el cierre y capítulo final de esta, aunque por supuesto aún quedan cabos sueltos que prometen ser atados con The Phantom Pain. Sin embargo, este juego funcionó como inmejorable despedida de los personajes, siendo épico, emotivo, y muy muy Kojima. Criticada por sus numerosas y extensas cinemáticas, esta entrega es sin embargo muy querida por los fans ya que cierra con bastante acierto y mimo la compleja historia de Snake, un mal necesario si se quería alcanzar este grado de implicación y emoción. Pues bien, el clímax, la catarsis, el desenlace de la obra de Kojima se ve reflejado en el enfrentamiento final de Snake contra Ocelot, cuerpo a cuerpo, ellos dos y nada más. Una lucha larga y extasiante, de las más intensas que se han visto jamás en los videojuegos. Chapó por Kojima.

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Estos han sido tan solo cuatro de los incontables momentazos que hemos podido vivir en la saga Metal Gear Solid, a los cuales probablemente se le sumarán otros tantos con la quinta entrega de esta, pero ¿cuáles han sido vuestros momentos favoritos hasta ahora? ¿Cuál os ha llegado tanto a la patata que seréis incapaces de olvidarlo? ¡Nos leemos en los comentarios!

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