Reseña | Marine Blue: El azul que abraza al viento

Planeta Cómic rescata a Ai Yazawa con una de sus primeras obras claramente de corte Shojo con muchos de los elementos clásicos del género.

Planeta Cómic sigue apostando por Ai Yazawa y la muestra la tenemos con el lanzamiento en nuestro país de Marine Blue: El azul que abraza al viento, una de las primeras obras de la autora que empezó a publicarse a finales de la década de los 80. Esta autora ya es bastante polémica, lamentablemente no lo es por las temáticas de sus obras si no debido a que los fans llevan ya 8 años esperando a que se decida por seguir dibujando la serie que la dio la fama, Nana.

Mientras esperamos a que la autora encuentre el buen día para sentarse delante de su escritorio y empezar a darle forma al final de la serie, hoy podemos disfrutar de una de las primeras obras que empezó a asentarla dentro del mundo del manga y más concretamente del que va dirigido principalmente a mujeres y chicas adolescentes, esos mangas llenos de romances de instituto y de verano, esos mangas en donde la protagonista sufre por amor, en definitiva esos mangas que son una telenovela en dibujo.

Marine Blue tiene como protagonista de la misma a Haruka, una muchacha que pasa el verano ayudando en el café de un familiar a la espera de que comience el nuevo curso. Una mañana mientras pasea a su perro Dolphin por la playa como viene siendo habitual se cruza con un muchacho sin llegar a reparar prácticamente en él, sin embargo el si se fijará en ella. Aunque ella no se dio cuenta se cruzó con Arikawa, un muchacho que iba a su antigua clase y del que como era de esperar estaba enamorada, sin embargo se vio cohibida a sus sentimientos puesto que una de sus amigas también estaba enamorada de él, a pesar de los esfuerzos de Arikawa por hablar con Haruka, esta no hacía nada más que ignorarle por completo para así evitar quedarse sin amigas, hasta que un día Arikawa desapareció sin llegar a decírselo a nadie a Estados Unidos. Ahora unos años después Arikawa vuelve a la ciudad despertando en Haruka los sentimientos de antaño.

A pesar de los años con los que cuenta esta obra, casi 20, la autora ya empezaba a dejar en la historia y en la forma de llevarla algunas de las señas de identidad que más adelante pondría a todas sus obras. Tenemos una obra Shojo que no deja de tener algunos de los clichés clásicos de cualquiera del genero tales como el amor de la infancia, el amor prohibido, el trio amoroso… todo ello está de una forma u otra en Marine Blue, pero también vemos que se centra en los sentimientos y sobretodo en las relaciones que la protagonista tiene con cada uno de los personajes con los que comparte páginas.

Está claro que es un manga Shojo de los de antes y que no han sufrido algunas de las evoluciones que el género ha tenido a lo largo de todos estos años en donde prácticamente es todo lo mismo obra tras obra, en donde lo comercial prima sobre lo que el autor realmente quiere. Y ahora quiero matizar esto último, no es una crítica al Shojo mas actual ni mucho menos, hay muy buenas obras actualmente pero es inevitable pensar que la gran mayoría de ellas siguen el mismo patrón una y otra vez y parecen que son una misma obra cambiando a los personajes y la ambientación.

Otro de los aspectos que hacen interesante a la obra es su dibujo, el cual se aleja bastante de lo que podemos ver a día de hoy por parte de la autora. Vemos un dibujo con un trazo mucho más fino, no le da especialmente importancia a algunos elementos de los personajes llegando a estar estos bastante simplificados, por ejemplo el pelo de algunos momentos o el iris de los ojos que son prácticamente garabatos. ¿Qué conseguimos con esto? Que se acentúen más varios aspectos de la obra como por ejemplo la historia y también las expresiones faciales de los personajes que permite plasmar mejor los sentimientos de los mismos en ese momento.

En cuanto a la edición Planeta Cómic nos trae un tomo similar a los de Nana en tamaño y forma. Un tomo algo más pequeño de los habituales de la editorial que entra de sobra en una mano pero que en ningún momento perjudica a algo tan importante como el dibujo debido al tamaño. Como siempre, la calidad del papel es inmejorable y eso es algo ya común en los lanzamientos de la editorial lo que hace que tengamos mejores ediciones que otros mercados como por ejemplo el japonés.

Sinceramente no sabemos cuánto más tendremos que esperar a que la autora se decida a poner fin de una vez por todas Nana, sin embargo y para hacer más amena la espera Planeta Cómic nos trae Marine Blue y que supone los cimientos de muchos de los elementos que más tarde veremos en otras obras de Ai Yazawa, por lo que si te gusta el género y la autora no dudes en que sea una apuesta segura para entretenerte.