Análisis | Alone in the Dark

Derceto vuelve reinventada en un título con claroscuros.

Mucho se habla de Resident Evil como el título que popularizó y dio nombre al género ‘Survival Horror’. Por supuesto casi todos aquí seguro que sabéis que el ‘padre’ espiritual del mismo es Alone in the Dark, desarrollado en el año 1992 por Infogrames, utilizando el ‘terror cósmico’ de Lovecraft como inspiración y que mezclaba la exploración de una misteriosa mansión con la resolución de puzles y un combate muy limitado pero que marcó un antes y un después que luego empresas de todo tipo buscarían emular, con mayor o menor acierto.

Pero muchos son los años que han pasado desde aquel primer Alone in the Dark, varias secuelas ha tenido la IP, cayendo la mayoría en el olvido (quizás la más memorable para servidor fue The New Nightmare siendo un solvente Survival Horror que en esta ocasión tomaba ideas de la saga de Capcom e incluso Silent Hill).

Por desgracia la franquicia nunca ha terminado de cuajar ni entre el público ni entre la crítica por lo que la desarrolladora Pieces Interactive junto a THQ Nordic han decidido hacer una reimaginación de la primera entrega adaptándola a los estándares técnicos, jugables y narrativos actuales, con resultados irregulares, para que os voy a mentir.

Así reza la sinopsis oficial: ‘Estamos en el sur profundo de los años 20, y el tío de Emily Hartwood ha desaparecido. La joven se embarca junto al investigador privado Edward Carnby en un viaje a la mansión Derceto, un hogar para enfermos mentales sobre el que se cierne algo misterioso. Se encontrará con extraños residentes, reinos de pesadilla, monstruos peligrosos y, en última instancia, descubrirá una trama de intensa maldad. En la intersección de la realidad, el misterio y la locura, te espera una aventura que desafiará tus creencias más íntimas’.

Los creadores comentan que han buscado respetar las bases del juego original como por ejemplo dos campañas para los dos personajes, la propia mansión Derceto, el tema del terror cósmico o el centrarse más en la exploración y resolución de puzles que en la acción.

Por otra parte el juego se actualiza para hacer uso de Unreal Engine, utilizar cámara al hombro y añadir multitud de NPC que nos encontraremos en esta versión de Derceto, convertido ahora en un ‘sanatorio’ y con los que podremos conversar, teniendo diálogos distintos dependiendo qué campaña estemos jugando.

Sobre las campañas, aquí podemos encontrar un poco de trampa (por decirlo de alguna manera, en ningún momento los desarrolladores han ocultado esta información) si bien es cierto que tendremos dos, una para Edward y otra para Emily, ambas se desarrollarán prácticamente igual, con el mismo recorrido y los mismos puzles y con diferencias en los diálogos y en una sección concreta que trata de profundizar en el pasado y los traumas de nuestros personajes, por lo demás se sentirá como jugar 2 veces el mismo juego.

Por otro lado, siento que al juego le habría sentado muchísimo mejor carecer del componente de acción, el lado más escaso y también menos trabajado del título. Buscando emular a los últimos Resident Evil, contaremos con diversas armas de fuego, armas cuerpo a cuerpo y bebidas con las que recuperar salud, así como una esquiva. El problema es que todo se siente muy ortopédico, tanto las animaciones de nuestro personaje como los enemigos, ayudando poco la cámara que no sabe gestionar cuando somos golpeados o tenemos varios enemigos a nuestro alrededor, no sabiendo muchas veces de donde nos llueven los golpes.

La parte de exploración es más interesante, dándonos esa sensación que nos daba el primer Alone in the Dark o los primeros Resident Evil. Dividido en capítulos, deberemos ir explorando la mansión Derceto con cierta libertad, visitando las habitaciones de cada uno de sus residentes, los sótanos o el ático, todo ello con un diseño artístico muy interesante y que hace del propio lugar el elemento más carismático del juego.

Repleto de puertas cerradas, puzles que resolver o documentos que leer, desde aquí es desde donde accederemos a los otros ‘mundos’ del juego, lugares con estéticas de todo tipo, desde desiertos hasta trincheras de la primera guerra mundial, dando la variedad que necesita un entorno como la mansión, evitando así caer tanto en la repetitividad.

Por otra parte los puzles son bastante sencillos de solventar, por lo que es difícil que nos quedemos atrancados en ninguno, dándonos las pistas bastante claras en el momento oportuno para ponernos las cosas fáciles (incluso tenemos un modo ‘moderno’ que resalta los datos destacables en los documentos o nos da pistas sobre qué hacer).

En mi opinión creo que el hecho de que haya 2 campañas, multitud de coleccionables (que desbloquean lore e incluso otro final) es más para alargar la duración que por intentar emular al original. El título destila un presupuesto humilde por todos sus poros, y esto seguramente ha impedido diferenciar más ambas campañas, utilizando de excusa los diálogos y la zona distintiva para que juguemos la misma campaña dos veces, alargando artificialmente la duración del título, que puede durar unas 7-8 horas en la primera vuelta y algo menos la otra campaña ya que sabremos donde ir y la resolución de la mayoría de puzles.

Técnicamente el juego cumple para el tipo de producción que es. Unreal Engine 4 permite que los escenarios tengan una calidad bastante buena, con buenos juegos de iluminación u oclusión ambiental y con personajes que no llegan a ese nivel de brillantez, pero que funcionan bien, recordemos que Edward Carnby está interpretado por David Harbour y Emily Hartwood por Jodie Comer y ambos cumplen bien sus roles.

A nivel sonoro el juego apuesta por momentos sin música, dejándonos llevar por la ambientación y escenas donde se utiliza el jazz y que a veces rompen el tono del juego por intentar representar más una ubicación geográfica o periodo histórico que por acompañar a los misterios y la historia. Por supuesto contamos con textos localizados en castellano aunque he encontrado algún pequeño bug donde alguna línea de diálogo estaba escrita en inglés.

Alone in the Dark busca reinventar el original de 1992 respetando el producto original pero añadiendo cosecha propia, algo que lo convierte en un título con temas interesantes, como la historia, que trata el terror cósmico o el vudú de forma bastante respetuosa y fidedigna pero a la vez no consigue lograr los objetivos que se plantea. Como juego de terror no he pasado demasiado miedo, como juego de acción falla completamente y como juego de exploración funciona gracias a un escenario bastante bien diseñado pero que no necesitaremos rompernos demasiado la mollera para avanzar.

Eso sumado a la brevedad de sus dos campañas, las similitudes entre ambas que no invitan demasiado a rejugarlas, a no ser que seamos completistas hacen de este título un buen entretenimiento pero que no logra las cotas que seguramente sus desarrolladores buscaban.

Alone in the Dark

59,99€

6.7

Historia

7.1/10

Jugabilidad

6.7/10

Gráficos

6.7/10

Sonido

6.5/10

Duración / Diversión

6.6/10

Pros

• La mansión Derceto y su diseño artístico.
• La historia es interesante.

Cons

• El apartado sonoro es sorprendentemente soso.
• No aguanta jugar las dos campañas seguidas.