Análisis | Assassin’s Creed Unity

3 diciembre 2014 2 Por Alejandro Altaber

Han pasado 7 años desde el estreno de la franquicia Assassin’s Creed. Hemos pasado por muchos contextos históricos en la piel de otros tantos personajes, y ha llevado a Ubisoft al gran éxito. Sin embargo, no es oro todo lo que reluce pues sus seguidores más incondicionales estaban pidiendo por activa y pasiva una revolución, un cambio drástico en el rumbo de la saga. Por ello la compañía gala ha querido reinventarse exponiendo su bien más preciado, los monumentos, lugares y calles de la capital francesa, París.

Ficha Técnica

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Título: Assassin’s Creed Unity Estudio desarrollador: Ubisoft Montreal Distribuidor: Ubisoft Número de Jugadores: 1-4 Plataformas: PlayStation 4, Xbox One y PC PEGI: +18 Demo: No Disponible Fecha de Salida 13 de noviembre de 2014

Fue un 14 de noviembre de 2007 cuando se estrenó la primera entrega de los Asesinos. Exactamente, 7 años después Assassin’s Creed llega, esta vez sí en exclusiva, a la nueva generación de consolas. Con 77 millones de juegos vendidos a sus espaldas, Ubisoft ha presentado su proyecto más ambicioso hasta la fecha, visitando la Revolución francesa en una recreación perfecta de la París de finales del siglo XVIII.

Son muchos los que han tachado a Ubisoft de aprovechados, de sobreexplotar la franquicia hasta los límites. Aun así, Assassin’s Creed sigue funcionando bien pues los números le avalan. Además, por falta de uno son dos los lanzamientos este 2014, se atreven con un episodio este sí más continuista y conservador como es Assassin’s Creed Rogue para PlayStation 3 y Xbox 360. Una ocasión más apuesta por la temática en alta mar con una historia esta vez realmente atractiva, pero con mecánicas poco renovadas.

Con Assassin’s Creed Unity han aprovechado para depurar las tres bases de su identidad: el sigilo, el parkour y el combate. Estos elementos junto a un motor gráfico que mucho está dando que hablar. Como principal novedad, se ha prescindido del modo multijugador, bien recibido siempre por los usuarios durante las últimas cuatro entregas pero implementado como un factor externo a la historia. Ahora contamos con misiones cooperativas hasta para cuatro jugadores, constituidas en la historia y en su fantástico mundo abierto de forma magistral.

Antes de entrar en materia con el análisis, debemos comentar que nosotros hemos podido probar el juego cuando ya se han lanzado tres actualizaciones para los diversos fallos gráficos que quedaron evidenciados en los primeros días. Por ello, la opinión y valoración mostrada va acorde al actual funcionamiento de Assassin’s Creed Unity. Tal vez no se haya conseguido ganar tanto como prometían en este salto de calidad, pero es una gran aventura de acción y sigilo con identidad propia, imprescindible para los fans y el primer obstáculo superado para un futuro esperemos que prometedor en PlayStation 4 y Xbox One.

Historia

La eterna guerra entre asesinos y templarios llega a un nuevo contexto histórico. Sus enfrentamientos están más vivos que nunca y esta vez, tras la especulación de poder vivir una entrega en este lugar, con Assassin’s Creed Unity nos internamos en la ciudad de París. Esta vez toca adentrarse en la piel de Arno Victor Dorian, hijo de un reputado Asesino que desde su infancia sufre la cruel vivencia de ver in situ la muerte de su padre. Mientras la confianza y la justicia dejan de tener sentido, el camino de Arno por la redención le llevará a ser una pieza clave en la eterna lucha entre Asesinos y Templarios.

Enseguida conocemos también a Elise, su hermanastra y amante los cuales se conocen desde niños, y la cual esconde un gran secreto. Posteriormente acusado de un trágico asesinato, su camino lleva a un único lugar, formar parte de los Asesinos para vengar la muerte de su padre y luchar ante los templarios. Decaído por la pérdida de sus familiares más cercanos, decide comenzar una búsqueda de venganza y salvación propia. Todo ello mientras su nación se encuentra en un drástico proceso de cambios, luchando por un destino próspero. En ciertos toques la personalidad de Arno, sobre todo de joven, recuerda al aclamado y nunca superado Enzo Auditore.

Assassin’s Creed Unity está plagado de personajes históricos de la época como Napoleón Bonaparte, Maximilien Robespierre o el Marqués de Sade. Por degsracia, son meramente secundarios y no tienen importancia en el transcurso principal de la historia. Ubisoft nos ha plantado en un marco perfecto, pero aun contando un argumento interesante, deja pasar la oportunidad de haber creado una historia memorable.

Siguen contando los enfrentamientos entre asesinos y templarios pero se deja de laso el trasfondo de la Revolución. Para los más jóvenes o no conocedores de este hecho histórico, con Assassin’s Creed Unity no conocemos cuales son las razones por las que los ciudadanos se revelan, quienes son los dos bandos que luchan en las calles de París, ni el cometido final que impulsó este movimiento. El suceder de la aventura de Arno pasa entre tales sucesos, y hubiera sido magnífico vivir en primera persona y ser protagonista de la Revolución Francesa. Toda la subtrama que vimos hasta Assassin’s Creed III ha sido eliminada de raíz.

Ya no se hace referencia por ejemplo a los Frutos del Edén, e Industrias Abstergo y el Animus son meros instrumentos tecnológicos que se utilizan en la actualidad para conocer las vivencias de los propios antepasados. Ahora no jugamos en el presente, Ubisoft lo ha simplificado todavía más que Black Flag, y lo limita a secuencias de vídeo nos conectamos a Helix, el sistema para los usuarios construido a partir del Animus. La historia de Assassin’s Creed Unity nos llevará un poco más de 15 horas de duración si vamos al grano, sin apenas completar las misiones secundarias, cuya experiencia puede llegar a casi triplicarse si decidimos obtener todos los elementos coleccionables y disfrutar de las misiones cooperativas con amigos.

Jugabilidad

A los fans más fieles puede que la trama no les haya parecido suficiente, y el apartado gráfico tiene sus defectos, pero nadie negar que las novedades jugables si son evidentes. Toda revolución viene acompañada de cambios drásticos, y Ubisoft se lo ha tomado al pie de la letra. La base y mecánica de movimientos de los Asesinos estaba muy repetida, utilizando la misma durante toda la generación pasada. Tocaba pulir los tres pilares que lo hicieron triunfar, el combate, sigilo y parkour.

Comenzando por el último de ellos, los movimientos de Arno son rápidos y fluidos. Escalar paredes, evitar obstáculos y saltar los tejados es todavía más satisfactorio. Sobre todo con la capacidad de descender de las alturas, uno de los puntos débiles de la saga donde los protagonistas se hacían mil líos hasta llegar al suelo, si en el intento no moríamos por saltar de manera equivocada desde un lugar demasiado alto. Hay un enorme repertorio de animaciones grabadas por expertos en parkour, en las que Arno demuestra su habilidad.

Sigue sin ser perfecto pues en ocasiones el personaje se queda atascado, y cuesta reaccionar para llevarlo por el camino correcto. Una forma de poder escapar haciendo poco ruido. Algo que se eleva a otro cota cuando cruzamos centenares de edificios por sus ventanas abiertas. También hay fallos al entrar por las aperturas, donde nos sentimos un tanto torpes, un error muy sencillo de corregir teniendo en cuenta la cantidad de veces que se utiliza a lo largo del juego.

El parkour, que sirve para evitar las aglomeraciones y avanzar sin ser visto, va unido el sigilo. La segunda base jugable de Assassin’s Creed Unity, cuya importancia se ha visto incrementada en París. Es donde el más habilidoso consigue lucirse y sacar todo su repertorio de ejecuciones e infiltraciones. Ahora tenemos muchas misiones cuyo objetivo es asesinar un blanco, y entrar por la fuerza conlleva demasiadas muertes evitables. Con el botón L2 podemos andar sigilosamente sin ser escuchados e infiltrarnos pasando desapercibidos. El sistema de coberturas es un tema aparte. Este no funciona igual de bien, el clásico de pulsar un botón y pegarse a las paredes u objetos. Assassin’s Creed Unity no lo ha aceptado como otras grandes producciones. A veces te crees que estás pegado a la pared cuando no es así y algunas superficies impiden realizar la cobertura. Al final, lo mejor es evitar seguirlo y caminar agachado lo que reduce mucho los cabreos durante la partida.

Cuando un guardia nos avista, aparece una silueta con la última posición descubierta, un aspecto que se introdujo en Splinter Cell y también Sniper Elite lo sigue manejando. Así, se puede rectificar la situación adversa, continuar con el sigilo para esconderse y volver a aparecer de entre las sombras. Igualmente, aquel soldado que te descubre en una habitación, no alerta automáticamente a los compañeros de su alrededor, sino que intenta investigar antes por su cuenta. Para apoyar más si cabe el sigilo, ahora nuestro asesino es todo un ladronzuelo, con un nuevo método de apertura de cerraduras con ganzúas, que se desbloquea aprendiendo la habilidad de cerrajero de las cuales hablaremos posteriormente. No todas se abren con el mismo nivel de conocimientos, varias puertas o cofres toca dejarlas para cuando Arno tenga más experiencia.

Seguimos con el tercer y último pilar imprescindibles de Assassin’s Creed Unity: el combate. Vuelve a tener signos de mejoría, pero lejos de lo que de verdad podría llegar a aportar. La base ha quedado intacta, un botón para atacar, uno para defenderse y otro para esquivar golpes potentes. Ahora podemos utilizar todo tipo de armas, tanto ligeras o a una mano (espadas, lanzas y alabardas) como pesadas a dos manos (martillos, mazas, garrotes o grandes espadas). Cada guardia tiene una dificultad, que está indicada encima de su cabeza con la barra de vida.

Los combates son divertidos y ágiles al igual que en todos sus episodios, pero es cierto que pecan de repetitivos y poca profundidad. Una vez hemos visto uno, están vistos todos. Aunque los rivales ganen en destreza, Arno también lo hace aprendiendo nuevos movimientos en su árbol de habilidades. Los enemigos son más complicados, pero acaba siendo tan sencillo como al principio. Hay que resaltar que es posible que nos asesinen con un solo golpe o disparo, aunque con el paso de las horas estas muertes acaban por reducirse. Es fácil acabar con dos o tres guardias, pero cuando aparecen en grupo… es mejor echar a correr ya que se ha eliminado la posibilidad de contraatacar y después liquidar de manera instantánea. El repertorio de armas blancas se ve aumentado con las de fuego, desde pistolas hasta rifles, pasando por bombas de humo o fragmentación. Un equipo que se amplía con la hoja fantasma, similar a la cerbatana de otras entregas, que elimina desde posiciones inverosímiles.

Arno puede personalizar su vestuario desde el comienzo, pero además de ejercer un cambio visual, las habilidades igualmente se modifican. Las estadísticas las ajustamos al estilo de juego, o para ser un tipo de asesino característico en el modo cooperativo. El equipaje se divide en cabeza, el pecho, antebrazos, cintura o piernas, con una infinidad de modelos donde elegir. Los hay que se pueden comprar con dinero del juego, o pasar por caja desde PlayStation Store. Otros son elementos de coleccionista, cuyas armaduras hay que encontrarlas por el mapa de Assassin’s Creed Unity, no sin antes haber encontrado objetos necesarios obligatoriamente.

Mejorando su equipamiento, y también sus habilidades, subiremos de nivel para afrontar con mayor seguridad las misiones. Aquí entra en juego los llamados puntos de habilidad, que se obtienen al superar las misiones del argumento principal. Un toque de rol para optimizar los aspectos de cuerpo a cuerpo, a distancia sigilo y salud. Así se orienta a Arno hacia un punto de vista más conveniente del jugador. El asesinato doble, la utilización de bombas especiales o abrir puertas cerradas solo se pueden desbloquear por este medio.

Assassin’s Creed Unity no acaba con el argumento principal. Hay una infinidad de tareas secundarias para profundizar en París. Algunas de ellas son Historias de París, Distorsión Helix, Asesinatos sin resolver y Enigmas de Nostradamus. En Historias de París debemos cumplir misiones para personajes algunos personajes conocidos de la historia, para profundizar en el estado actual de París, en plena revolución. Son las que mayor carga argumental secundaria poseen, y aclaran algunos detalles sin resolver.

Distorsión Helix es un tipo de misión muy diferente a lo que estamos habituados a ver en Assassin’s Creed. Son los conocidos como saltos temporales, donde debemos ayudar a algunos usuarios de Helix atrapados en un portal debido a fallos del programa. Pasamos a una simulación de la París de la Belle Époque en el siglo XIX, donde haciendo parkour rápidamente por la ciudad hay que conseguir datos para auxiliar y no dejar en la estacada a otros compañeros. Como recompensa, recibimos dinero y otros puntos para mejorar a Arno.

Continuando con Asesinatos con resolver, hay que encontrar al culpable de una muerte, investigando la escena del crimen haciendo preguntas por los alrededores. Con todos los datos recogidos, hay que tomar la decisión y juzgar a alguien por asesinato. Hay varias oportunidades, pero fallar equivale a perder parte de la gratificación. Para terminar tenemos los Enigmas de Nostradamus, donde como se dice, hay que calentarse un poco más el coco. Con la primera pista debemos encontrar las siguientes, hasta llegar a un punto de París. La observación prima por encima de lo demás, y los amantes de los puzles y acertijos quedarán encantados

Después de todo, nos queda encontrar todos los elementos coleccionables clásicos de la saga: cofres artefactos, escarapelas o sincronización de atalayas. Son muchos los sucesos históricos reales que se viven en Assassin’s Creed Unity. La Toma de la Bastilla, la ejecución de Luis XVI, pasando por multitud de acontecimientos que cambiaron el rumo de la historia a finales del siglo XVIII. Tampoco iban a faltar protagonistas vitales del periodo de cambio en París como Napoleón, Robespierre o el marqués de Sade.

Tras abandonar el modo multijugador, Ubisoft apuesta por la modalidad cooperativa online. Hay cerca de 20 misiones para poder jugar entre dos y cuatro asesinos, aunque también pueden completarse en solitario. Eso sí, pierden su esencia pues formando un grupo de cuatro, cada uno puede especializarse en alguna habilidad y ser un equipo perfecto. Llevar a cabo la misión de esta manera y salir airoso es más satisfactorio que hacerlo individualmente. El conjunto tiene que ser completo, sin debilidades y para ello las características y habilidades deben ser diferentes. Fuerza, tipo de armas, agilidad, sigilo o equipamiento son solo algunas singularidades a explotar en cada asesino.

La dificultad varía según el objetivo de la misión, y las hay muy diferentes. Este elenco de posibilidades va desde la escolta de personajes, robos a los templarios o rescate de aliados de las manos enemigas. Es una gozada ver a los compañeros saltando por los tejados, cada uno centrado en su cometido propio, para lograr el bien del equipo. Además, se pueden crear clubes para hacer más sencillo la búsqueda de asesinos preferidos. La sincronización y confianza entre personas de todo el mundo llegan ahora a los videojuegos. Pero el modo cooperativo es solo una posibilidad más pues carecemos de la obligación de tener que cumplir las misiones de esta manera.

Gráficos

Valorar el apartado gráfico de Assassin’s Creed Unity tras los problemas hallados en las últimas semanas es realmente complicado. Nosotros lo hemos probado con el tercer parche ya lanzado y varios aspectos ya han sido solucionados. Lo primero de todo, la creación de todos los monumentos arquitectónicos de la París de finales del XVIII es una pasada. Sobre todo el gusto de poder escalar cada uno de ellos, y contemplar las vistas de la ciudad desde el punto más alto. En ocasiones es mejor quedarse un tiempo allí arriba y disfrutar con tranquilidad de las calles de París.

Introducir miles de NPC’s en pantalla ha traído dos elementos negativos consigo, popping y clipping. Tal como vamos corriendo aparecen de la nada personajes o texturas, y tal cantidad hace que atravesemos constantemente objetos. Otro defecto visual es la niebla de los alrededores, perpetua en cada momento del día. Este factor tiene dos explicaciones, dar realismo al lugar, u ocultar fondos lejanos para no desvirtuar el acabado gráfico. Son defectos que no llegan a estropear la jugabilidad de Assassin’s Creed Unity pero si ensucian el resultado final. Una pena que la nueva generación de consolas no haya podido evitar estos comunes errores de PlayStation 3 y Xbox 360, o tal vez, las compañías son demasiado ambiciosas y tales plataformas no tienen el potencial necesario.

Desde un principio Ubisoft prometió una resolución de 1080p para PlayStation 4. Un tiempo después se redujo a 900p igualándola a la versión de Xbox One. El hecho comentado de poner tantos personajes en pantalla acaba por reducir el rendimiento del juego y en varias ocasiones, es complicado mantener la tasa 30fps de manera estable. Hay ralentizaciones y caídas considerables que crean un ambiente poco fluido. Por último, los tiempos de carga entre misiones, el viaje rápido o las secuencias de vídeo son a veces desesperantes y cortan el ritmo de juego.

Pero el motor AnvilNext no es tan deficiente como uno puede llegar a pensar por estos traspiés. La tierra está plagada de vida por los transeúntes, y los tejados son silenciosos pero llenos de un horizonte precioso, donde la fidelidad que han recreado París sorprende desde todos los ángulos. El detallado de los lugares es sorprendente, y el caso más revelador es la catedral de Notre Damme, idéntica a la real tanto por dentro como por fuera. Es maravilloso moverte por el escenario, o comparar las habitaciones del lugar real con el deleitado en Assassin’s Creed Unity. Hay que reconocer que Ubisoft ha logrado capturar una ciudad de 1793 de forma impecable. Poder moverse con libertad por toda la ciudad, entrando en muchas casas para atajar o escapar de situaciones adversas es increíble.

Las escenas de vídeo están creadas tanto por el propio motor del juego, y también con meras cinemáticas. Las animaciones de los personajes año tras año ganan en realismo, y en cuanto a la saga, son mejores que nunca gracias al salto a PlayStation 4. La iluminación y las sombras han mejorado muchísimo. Se puede ver el reflejo de Arno en el edificio de enfrente mientras se escala, o el movimiento del sol en el rostro de los personajes. Mirar directamente al sol o salir rápidamente de un escondrijo escuro produce una ceguera temporal hasta adaptarse al nivel de luz. ¿Ha llegado entonces la next-gen en términos gráficos con Assassin’s Creed Unity? Sí y no. Hemos podido ver detalles imposibles anteriormente, pero hay fallos impropios de las actuales consolas. La ambición ha sobrepasado a Ubisoft, y se ha encontrado con los fantasmas del pasado. Aun así, son fallos “menores” que en próximos episodios pueden paliarse fácilmente.

Sonido

El doblaje al castellano vuelve a ser un gran trabajo de Synthesis Iberia. Ubisoft ha buscado un equipo de doblaje digno del trabajo que realizado en la recreación de París. Las voces van en sintonía con el transcurrir del juego, y la mezcla entre nuestro idioma y algunas expresiones cotidianas en francés sientan realmente bien. El punto negativo llega con la interpretación de Christian Galvez, presentador de televisión y gran amante de la saga. Fue escogido para dar vida a Napoleón Bonaparte, y el resultado, es cuanto menos cuestionable. Ese tono no va con la personalidad del personaje y no refleja la importancia de Napoleón en la historia francesa. La elección queda fuera de lugar y desentona después de sentir la delicadeza y convicción de los restantes actores. Por el contrario, Arno y Elise son las voces mejor reflejadas, con una perfecta elección para la elegancia de tales protagonistas. También existe la opción de pasar el doblaje al inglés junto a subtítulos al castellano para quienes desean escuchar las voces de los actores originales.

La banda sonora no llega a un nivel destacado en ningún momento. Conduce a Assassin’s Creed Unity notablemente pero no tiene la esencia de otras entregas de la franquicia. Le falta una pista como las vividas en Assassin’s Creed II para elevarla a la grandeza. Incluso así, sin llegar a ser épica, acompaña a las fases de sigilo o acción de forma fantástica. El sonido ambiente siempre está presente, tanto en las revueltas de las calles como en los pasillos de los lugares más emblemáticos. Se escuchan las protestas de los ciudadanos, los cantos de los coros o las protestas de los comerciantes. Efectos sonoros que llegan desde todos los ángulos y que dan mucha vida a la capital gala.

Conclusión

Con un estilo renovado, Assassin’s Creed Unity ha llegado a la nueva generación con virtudes y defectos al igual que cuando se estrenó en PlayStation 3. Sin embargo, tras estos 7 años las críticas hacia Ubisoft son más sonadas. Sigue con un nivel alto gracias a sus novedades jugables pero el argumento y los gráficos no han aguantado el cambio. El escenario de la Revolución Francesa ofrecía alicientes suficientes para dar mucho más de sí, y la historia se nos ha quedado algo corta. El cooperativo, la representación del lugar y su maravillosa ambientación permiten a la compañía francesa llevarse la batalla y sobreponer sus condenas.

PlayStation 4 y Xbox One tienen capacidad para ofrecer un mejor resultado, y tal la vez la avaricia de querer imponer una superioridad imponente en su primera entrega next-gen les ha pasado factura. Por ello trabajan todos los días tras su lanzamiento en parches para optimizar el juego. Apostar por una entrega anual tiene sus consecuencias y finalmente están saliendo a la luz. Tras estos desperfectos, estamos ante un título de mundo abierto que asegura horas y horas de duración. Hay más aciertos que errores y sigue siendo un juego que se dejar disfrutar de manera satisfactoria en solitario o con amigos. No es la Revolución que todo el mundo esperaba, pero Assassin’s Creed Unity ha conseguido una base destacada para el futuro que ya ha comenzado con la filtración de Assassin’s Creed Victory con su ambientación en la ciudad de Londres de la época victoriana.

Assassin's Creed Unity Tráiler de Lanzamiento
Prepárate para forjar tu camino en medio del caos de la Revolución Francesa. Conviértete en Arno y lucha por la salvación del pueblo durante el violento y anárquico París del siglo XVIII. Al convertirse en un Maestro Assassin, Arno descubrirá las fuerzas oscuras tras el terror de la revolución.