Análisis | Atlas Fallen

Análisis | Atlas Fallen

14 agosto 2023 0 Por Alejandro Altaber

Deck13 da un giro radical en su estilo firmando un RPG de acción dominado por arena y desierto que no está exento de errores pese a sus notable ambientación e ideas jugables.

Ficha Técnica

  • Título: Atlas Fallen
  • Desarrollador: Deck13
  • Editora: Focus Entertainment
  • Distribuidora: Plaion
  • Número de Jugadores: 1.2
  • Plataformas: PS5, Xbox Series y PC
  • PEGI: +12
  • Fecha de salida: 9 de agosto
  • Idioma: Voces en inglés y textos en español
  • Género: Acción, RPG, Aventura

 

Deck13, estudio alemán creadores de The Surge 1&2, cambia de tercio alejándose de la fórmula más estrictas del género ‘souls-like’ para buscar una experiencia más cercana al RPG de acción que recuerda mucho a Darksiders, tanto en el sistema de combate más hack and slash como en la propia estructura y pilares jugables. Tras la bilogía de la serie de ciencia ficción, Focus Entertainment ha decidido continuar la relación con el equipo para apoyar el desarrollo de una obra de fantasía de corte medieval ambientada en un mundo único plagado de antiguos misterios y continuas amenazas.

De hecho, en el plazo de menos de un mes se han puesto a las ventas dos títulos cuyas aspiraciones son bastantes similares. Atlas Fallen es el juego que hoy nos ocupa, y se puede comparar casi directamente con Remnant II, ambos encajados dentro de la industria AA con presupuestos medios.

No obstante, Gunfire Games ha dado con las teclas adecuadas para lanzar un producto que está siendo todo un éxito entre la comunidad de usuarios, y por el contrario este Atlas Fallen se queda a medio camino aunando diversas buenas ideas pero plasmando una jugabilidad que termina siendo repetitivo, un diseño de misiones mejorable y una historia con poco gancho. Aun así, vamos a desgranar punto por punto el nuevo trabajo de Deck 13.

La historia de Atlas Fallen nos lleva hasta el mundo de Atlas, un universo gobernado por una reina que sirve a Thelos, un dios tiránico y todopoderoso cuya religión tiene esclavizada a la mayoría de la humanidad para extraer la esencia, una arena que se ofrece en tributo a la deidad. En el papel del héroe que se alza contra el tiránico dios sol Thelos, deberás enfrentarte a los espectros, terroríficas criaturas divinas que acechan la tierra.

Recoge el guantelete cambiaformas, levántate y libera a la humanidad de la opresión de los dioses corruptos a través de un viaje épico y explosivo en un vasto mundo cubierto de arena. La ambientación y el lore que ha construido el estudio alemán es realmente extraordinario, pero después nos han sabido trasladarlo a un argumento interesante, volviéndose demasiado previsible y que encima nunca llega a despegar después de la premisa inicial. Una auténtica pena pues el potencial es palpable desde los primeros compases de la aventura.

La historia principal puede superarse en unas 12-15 horas, aunque esa cifra puede irse hasta las 20 horas si decidimos ser un poco más completista y concluir con las diversas misiones secundarias y secretos que esconde el mundo de Atlas. Siendo sinceros, viendo la escala que presentaba Atlas Fallen en su presentación, pensábamos que la duración iba a ser mucho más elevado, no obstante se agradece que finalmente la propuesta sea más concisa y directa.

A nivel jugable Atlas Fallen es un RPG de acción con un combate mucho más ágil, rápido y fluido que sus predecesores, orientado más hacia el hack and slash y girando en torno al uso del guantelete, una antigua arma fragmentada que una vez tuvo el poder de derrotar dioses. El objetivo será recomponer los fragmentos del artefacto, mejorarlo, incrementar su poder y obtener nuevas habilidades especiales.

De hecho, el guantelete compone su poder de cuatro ramas diferenciadas. Las mejoras en la movilidad otorgarán la mecánica de doble salto y la posibilidad de encadenar diversos ‘dash’, vitales para los combates más importantes y también para resolver ciertos puzles. Las mejoras de poder también se van otorgando paulatinamente en la aventura para desenterrar objetos y estructuras de la arena, desbloquear caminos alternativos y abrir puertas.

El guantelete activa asimismo tres armas diferenciadas: hachas y mazas, un látigo y un puño de tierra. Eso sí, solo es posible tener activadas dos al mismo tiempo, teniendo que escoger según gustos y también sobre el estilo de combate del enemigo, y su evolución la marca el correspondiente crecimiento de la barra de Ímpetu durante las batallas. Además, podemos ir alternando constantemente ambas armas para crear combos sorprendentes. Por último pero no menos importante están las runas y habilidades, menores en número pero de mayor relevancia en la profundidad jugable, se consiguen comprando pergaminos, derrotando a enemigos y consiguiendo ciertos materiales.

Al crear un mundo más amplio y abierto respecto a otros desarrollos del estudio, los alemanes sabían que debían implementar un sistema de control y movimiento muy ágil y dinámico, y en esa mecánica no han fallado. Es una auténtica gozada manejar al personaje y explorar a gran velocidad »surfeando» en la arena, una idea muy bien implementada a la vez que original para recorrer el mapeado. No se puede decir lo mismo con la mecánica de salto, que no está del todo pulida y necesita una revisión, dejándote vendido en ocasiones en su ejecución pese a haber realizado la acción correcta.

La tremenda movilidad del personaje y el divertido control hacen que el sistema de combate de Atlas Fallen sea uno de sus verdaderos puntos fuerte, tal y como ocurría con el sistema de cercenamiento de partes de los robots en The Surge. Aquí tiene una gran relevancia el parry, es decir, el bloqueo perfecto del ataque oponente para contraatacar con todo. Las diferentes armaduras también otorgan estadísticas y atributos pasivos, mientras que también es todo un acierto que el uso de habilidades ofensivas, defensivas y de curación se base en la gestión de la barra de Ímpetu.

Por todo ello la base jugable de Atlas Fallen es sensacional, pero nunca termina de explotar y se queda algo corta por el escaso número de armas y posibilidades con el paso de las horas. Ojalá Deck13 consiga obtener buenos números comerciales y la editora francesa apoye una futura continuación estableciendo una nueva franquicia en la industria. En lo que se refiere a la estructura jugable, el mapa recoge múltiples misiones principales, misiones secundarias y tareas. El principal problema que encontramos es el escaso interés que transmiten todos estos contenidos, pues si la historia no termina de sentirse aprovechada, los contenidos secundarios y actividades alternativas tampoco logran enganchar.

También goza de importancia la exploración de cada escenario pues encontraremos dinero para invertir en tiendas y piedras de esencia o polvo de esencia, esenciales para mejorar las armaduras, barra de ímpetu y piedras de esencia. De la misma manera, no faltan documentos de textos y audios que aportan información adicional sobre el mundo del juego.

Asimismo, un aspecto muy importante que no se puede pasar por alto es el modo cooperativo online para 2 jugadores del juego. Junto a un amigo podemos jugar en compañía toda la campaña de la historia, encontrando las sinergias más increíbles para derrotar a tus enemigos con un estilo que va in crescendo con el paso de las horas y la obtención de nuevas habilidades.

En la faceta técnica, Deck 13 vuelve a emplear su propio motor gráfico, Fledge, destinando todos los recursos a las versiones de PS5, Xbox Series X/S y PC, obviando su lanzamiento en PS4 y Xbox One. Previamente muchos habían afirmado que el título corría bajo el Unreal Engine 5 empleando tecnologías Lumen y Nanite, pero rápidamente los desarrolladores salieron a responder que habían apostado por trabajar bajo su tecnología interna que lleva aprovechando en múltiples juegos. La serie The Surge proponía zonas más acotadas, principalmente interiores y relacionadas con fábricas, laboratorios y materiales industriales, mientras que Atlas Fallen propone un mundo abierto con escenarios mucho más amplios para explorar y recorrer, pero con pocas acciones y elementos bastante genéricos.

A nivel gráfico y técnico ocurre un poco lo mismo que lo comentado anteriormente con la faceta narrativa. Deck 13 ha conseguido plasmar una fantástica ambientación, un envoltorio mágico visto desde fuera, que cuando te metes de lleno acaba dejándote frío. Los entornos lucen de forma notable, pero la estética desértica acaba por hacerse bastante repetitiva. Igualmente, hay cierta carga tardía de texturas, y los modelados de personajes y animaciones se quedan un poco atrás comparados con otras propuestas actuales del género. No obstante, en interiores de cuevas y grutas juega perfectamente con la iluminación de pequeñas luces en minerales, gemas y otras piedras preciosas.

En cuanto a la versión de consolas, Atlas Fallen tienen dos modos gráficos: calidad y rendimiento. El modo calidad presenta una resolución 4K y 30 fps, mientras que el modo rendimiento funciona a 1440p y 60 fps. Sin lugar a dudas, el segundo es el más recomendado por nuestra parte, pues la ganancia en fluidez y suavidad durante la partida no supone sacrificar excesiva calidad gráfica en pantalla.

El apartado sonoro es cumplidor, con un buen doblaje al inglés con la correspondiente traducción de los textos al castellano. Eso sí, nos hemos encontrado diversos fallos en los subtítulos, apareciendo frases en pantalla que no se corresponden con las voces de ese instante, sino de minutos o incluso anteriores del juego. Un error que está bajo investigación por parte del equipo alemán para subsanarse en próximos parches. Respecto a la banda sonora, está formada por melodías ambientales para las fases de exploración y que ganan en épica para los enfrentamientos ante jefes finales.

Conclusión

Tras los claros acercamientos al souls-like con Lords of the Fallen y The Surge 1&2, Deck13 ha querido centrarse en una obra mucho más personal intentando imprimir su sello propio en el desarrollo. Bajo un RPG de acción con un sistema de combate cercano al hack-and-slash, Atlas Fallen consigue destacar por sus entretenidos enfrentamientos y un control excepcional. Sin embargo, presenta una estructura excesivamente convencional, donde la narrativa no está a la altura de la soberbia ambientación y el diseño de misiones se queda muy lejos de lo esperado.

Los alemanes están creciendo y cada vez se aventuran en desarrollos más cercanos al AAA que al AA con los que comenzaron inicialmente, y a pesar del tremendo esfuerzo por forjar una nueva IP en consolas de nueva generación, por momentos se queda por detrás del trabajo realizado con la serie The Surge.

Pese a los fallos, Atlas Fallen es un título recomendado para quienes disfrutan de obras estilo Darksiders, y comparado con títulos más actuales, puede recordar bastante al resultado final que obtuvo Forspoken tras la enorme expectación causada desde su anuncio. Solo por dinámico y satisfactorio combato unido a la delicia de control, ambientación y lore merece la pena darle una oportunidad, y encima su duración más escueta y cooperativo a 2 jugadores son factores todavía más convincentes para probarlo. Atlas Fallen ya está a la venta para PS5, Xbox Series X/S y PC.

Atlas Fallen

59,95€
7.6

Historia

6.5/10

Jugabilidad

8.5/10

Gráficos

8.0/10

Sonido

7.5/10

Duración / Diversión

7.5/10

Pros

  • Sistema de combate convicente y satisfactorio
  • La movilidad y control propician una agradable exploración
  • Cooperativo online para 2 jugadores y hasta 3 niveles de dificultad
  • Una propuesta directa con una duración más acotada
  • Gran construcción del mundo, lore y ambientación...

Cons

  • ... que no se aprovecha con una historia muy poco interesante
  • Mejorable diseño de misiones principales y secundarias
  • Diversos bugs gráficos y sonoros pendientes de solucionar
  • se echa en falta mayor variedad de armas y enemigos