Análisis | Banishers: Ghosts of New Eden
12 febrero 2024Vida a los vivos, muerte a los muertos. Sin hacer apenas ruido Don’t Nod sorprende con un sobresaliente RPG de acción que destaca por la pareja de protagonistas, decisiones morales y una brutal ambientación.
- Título: Banishers: Ghosts of New Eden
- Desarrollador: Don’t Nod
- Editora: Focus Entertainment
- Número de Jugadores: 1
- Plataformas: PS5, Xbox Series X/S y PC
- PEGI: +18
- Fecha de salida: 13 de febrero de 2024
- Idioma: Voces en inglés. Textos en español
- Género: RPG, Acción, Aventura.
En poco más de 10 años Don’t Nod cuenta ya con un historial de lanzamientos muy completo. La filosofía de la compañía francesa siempre ha sido la de ofrecer aventuras muy cuidadas en la faceta narrativa, pero también les ha gustado intercalar proyectos orientados a la acción y RPG. Asimismo, desde 2022 se establecieron como publisher apoyando el estreno de títulos independientes de terceros.
De esta forma han conseguido tener dos tipos de bases de fans en Don’t Nod y llegar a un público más amplio. El mayor éxito de la historia de Dont’Nod ha sido Vampyr, y ahora Banishers: Ghosts of New Eden se va a convertir en el juego más grande que han desarrollado hasta la fecha.
Banishers: Ghosts of New Eden sigue la estela de Vampyr, el notable RPG de acción publicado en 2018 de temática vampírica ambientado tras el fin de la Primera Guerra Mundial. Ahí consiguieron plasmar una sólida base que establecía una acertada mezcla entre la toma de decisiones, un elaborado sistema de combate y la progresión del protagonista. Ahora, con todo el feedback y la experiencia ganada suben de nivel con una propuesta mucho más completa y potente tanto en el terreno argumental como en su jugabilidad, manteniendo el corte sobrenatural ahora encaminado hacia los fantasmas y contando una preciosa historia de amor.
Banishers: Ghosts of New Eden, ambientado en 1695, narra la historia de Antea Duarte y Red mac Raith, desterradores oficio y pareja de enamorados en lo personal. Mentora y aprendiz se dirigen desde tierras escocesas hasta la embrujada selva ficticia de New Eden en Norteamérica para investigar extraños sucesos en el lugar tras el aviso de un conocido amigo.
Como desterradores, una especie de cazafantasmas, juraron proteger a los vivos de la amenaza de los fantasmas y espectros persistentes. Y esa es su labor, encontrar y luchar contra estos espíritus para que abandonen el mundo de los vivos y dejen de atormentar la existencia de los que permanecen. En New Eden, Antea y Red buscan una criatura sobrenatural que está aterrando a los lugareños.
Por desgracia, la última misión no sale como esperaban y Antea fallece a manos de este ser, convirtiéndose en un espíritu errante ligado al alma de su amado. Quizás penséis que hemos ido demasiado lejos narrando estos acontecimientos, pero es algo que la propia desarrolladora no ha escondido en ningún momento pues la verdadera esencia de la historia gira en relación y evolución de los protagonistas a partir de este trágico suceso.
A partir de aquí comienza una aventura en la que viajamos por diversas comunidades de la mística región con dos objetivos muy definidos. El primero, hallar este poderoso espíritu y acabar con él, mientras que la decisión del segundo queda completamente en nuestras manos. Hay una opción de que Antea vuelva a la vida, pero este peligroso ritual acarrea condenar la vida de muchos lugareños. En todos los casos que iremos investigando habrá que decidir si salvarlos, lo que conllevará la ascensión y desaparición de Antea, o condenarlos, en la que la amada de Red ganará esencia para lograr recuperar su cuerpo.
Decisiones desafiantes que afectan drásticamente a la historia, con consecuencias imprevistas que alteran constantemente la relación entre los protagonistas encauzando el desarrollo de la narrativa hacia uno de los cinco finales posibles que tiene el juego. La compañía francesa ya admitió que se trataba del proyecto de mayor calibre en su corta pero intensa carrera, y así se plasma en las 25-30 horas de duración que brinda Banishers: Ghosts of New Eden entre su historia principal, misiones secundarias y exploración de la bella región del mundo.
Enfocarse únicamente en el hilo narrativo del hermoso e íntimo argumento es una opción, pero os avisamos que dejar pasar los casos de presencia de cada zona será perderse una de las mejores partes del juego por la profundidad que alcanzan y los asuntos tan comprometidos que toca. La aventura comienza de manera lineal pero enseguida se va abriendo hacia escenarios mucho más amplios. El mundo se expande rápidamente habilitando hogueras para trasladarse mediante viaje rápido, esencial para moverse una vez activas casos secundarias, actividades o necesitas regresar a un punto anterior lejano.
Es mejor quitarse la comparativa desde el principio, por lo que cabe admitir sin tapujos que a nivel jugable Banishers: Ghosts of New Eden toma muchas referencias de las aventuras de Kratos y Atreus en God of War (2018 y 2022). Asimismo, la diferencia de recursos económicos disponibles y de cantidad de personal es abismal entre ambas compañías. Hablamos de un RPG de acción con un combate muy orientado al cuerpo a cuerpo, altas dosis de exploración en escenarios bastantes abiertos y componente backtracing que obliga a regresar a puntos anteriores cuando disponemos de la habilidad concreta.
Don’t Nod no ha querido que Antea fuese un mero acompañante de Red, sino que es esencial en el combate, exploración y diálogos con otros personajes. Sin ella es imposible superar las barreras de ciertos enemigos, superar determinados obstáculos en el camino o conducir de forma correcta una conversación. Antea nunca se esconde, siempre está en pantalla acompañando a Red, y es admirable el perfecto equilibrio que han encontrado los diseñadores para intercalar constantemente entre ambos protagonistas.
Banishers: Ghosts of New Eden cuenta con un sistema de combate muy dinámico don mecánicas muy diferenciadas para ambos personajes. Los movimientos y capacidades de Red se enfocan en el cuerpo a cuerpo, golpeando con su sable y botafuego, mientras que a las pocas horas obtiene un rifle para disparar a distancia.
Por su parte, Antea puede dar puñetazos y utilizar ataques mágicos a corta distancia, larga distancia o de área. Al principios los combos son limitados, pero con la obtención de puntos de habilidad vamos progresando en un árbol de talentos compartido para conseguir nuevas técnicas. En las batallas también es básico cambiar entre personajes rápidamente, pues enlazar golpes y movimientos supone hacer más daños a los variados tipos de enemigos que salen a nuestro paso.
El único problema es que en ocasiones el sistema de fijado y la cámara no funciona correctamente, y es complicado salir airoso de situaciones peliagudas y bloquear y desviar los envites. Además, falta un poco de pulido en las ‘hitboxes’, las conocidas cajas de impacto que dan contundencia a los golpes tanto de nuestros personajes como de los adversarios. Finalmente, también hay un claro desequilibrio en los enemigos que aparece, en ocasiones muy sencillos y en otros varios niveles por encima de el nuestro. Para estar en igualdad de condiciones sobre todo en la recta final de la aventura previamente deberemos haber hecho la mayor parte de las actividades opcionales.
Más allá de los combates, la resolución de casos presencias espirituales es el otro pilar fundamental en Banishers. Una buena parte pertenecen a la historia principal pero un gran número son eventos secundarios, y encima guardan muchas de las mejores conversaciones y cinemáticas del juego. Tras conocer la situación inicial hay que investigar y hallar pistas que expliquen como todo ha desembocado en la muerte de un personaje.
Cada caso se puede resolver de tres maneras diferentes: ascendiendo o desterrando al espectro, lo que supondrá la propia ascensión de Antea, o por el contrario condenar al lugareño con vida y por lo tanto Antea tomará su energía espiritual para lograr volver a la vida. Banishers te pone constantemente a prueba con decisiones morales que cuesta muchísimo tomar.
En ocasiones condenar al personaje no duele tanto porque sus intenciones van con maldad, pero en otras no merece la muerte y solo actúas por tu propio beneficio. Además, las decisiones afectan al desarrollo de las diversas aldeas que exploramos, lugares donde se percibe el atroz paso del colonialismo, multitud de temas de discriminación y otros temas sociales y políticos a los que suma la brujería que acompaña a la ambientación del juego.
La exploración es un elemento fundamental en Banishers: Ghosts of New Eden para ir recogiendo recursos, coleccionables y nuevas piezas de equipamiento para Red y Antea. El título cuenta con una magnífica variedad de entornos en los que la naturaleza es la parte fundamental, recorriendo bosques, montañas, ríos o cavernas. Es posible que el diseño sea un poco anticuado con múltiples barreras invisibles que van limitando el paso, pero sabe mezclar con sumo acierto la escalada de muros, salto de obstáculos, recovecos estrechos, uso de ascensores, etc. Igualmente, no faltan puzles con elementos del entorno y desbloqueo de atajos que facilitan moverse entre varios puntos y alturas del mapa.
Pulsando el botón triángulo cambiamos el manejo de Red y Antea al instante. Así podemos ver lo espectral, objetos ocultos del plano terrenal que nos llevarán a descubrir secretos ocultos, elementos a investigar o identificar pistas de los casos.
De la misma manera, solo con Antea podemos desbloquear pasos bloqueados mediante la explosión de piedras o un salto espacio-temporal para alcanzar puntos lejanos. Eso sí, en ocasiones la recompensa no siempre va acorde al esfuerzo o tiempo dedicado y simplemente hallamos cofres con recursos para el crafteo de equipamiento o para venderlos en la tienda de la aldea. Aun así, es un gustazo recorrer cada extremo del mapa por su grata fluidez.
En lo que respecta al apartado técnico, Banishers: Ghosts of New Eden hace uso del Unreal Engine 5 como motor gráfico. Antes de nada, hay que tener en cuenta que Don’t Nod no cuenta con los recursos económicos de otras superproducciones. La propia compañía ha admitido que se trata de un proyecto AA y encima va acorde a la ética de trabajo que sigue Focus Entertainment como editora.
Eso no quita que la calidad audiovisual sea más que notable, buscando gráficos fotorrealistas que sorprenden principalmente en las cinemáticas. Los artistas y diseñadores han hecho una labor brutal seleccionando la paleta de colores, con situaciones oscuras y decadentes, y sabe jugar a la perfección con la iluminación y sombreado. El diseño de los personajes también esta muy logrado, y aunque las animaciones faciales no son las mejores, los modelados y expresiones son de gran nivel.
Durante el tiempo que nos ha dado Focus Entertainment y Plaion para la elaboración del análisis se han publicado dos parches para corrección de pequeños errores, por lo que llega al lanzamiento con mucho pulido. En términos de rendimiento Don’t Nod ha incluido dos modos gráficos diferenciados, uno orientado a la calidad y otro a la fluidez. El primero muestra una resolución 4K y un rendimiento a 30fps, mientras que el segundo baja la calidad gráfica en pantalla para ofrecer unos sólidos 60fps.
Comparados ambos durante varias fases de la aventura, sin lugar a dudas os recomendamos el modo orientado a 60 fotogramas por segundo, mucho más estable en todo momento y que le sienta fenomenal a la continua exploración y los frenéticos combates donde nunca hay que parar de moverse y alternar entre personajes para aprovechar las debilidades de cada tipo de enemigo.
La banda sonora quizá pasa algo más desapercibida teniendo en cuenta que durante la exploración Red y Antea van intercalando diálogos con interesantes diálogos sobre el caso que están investigando, pensamientos sobre su destino, etc. No obstante, los efectos sonoros y las melodías envolventes saben reforzar la atmósfera de la aventura estando a la altura del resto de elementos.
Es una pena que Focus Entertainment no haya decidido doblar las voces al español como ocurrió con A Plague Tale: Requiem (en este caso fue posible gracias al éxito de su precuela), pero mención especial merecen el actor y actriz de las voces en inglés de Red mac Raith y Antea Duarte. Ambos firman una excelente interpretación y consiguen emocionante con el infinito amor y cariño que sienten la pareja de protagonistas.
2024 ha arrancado plagado de imponentes lanzamientos, y Banishers: Ghosts of New Eden, sin contar con toda la atención mediática que se merecía, se convierte por méritos propios en la primera gran sorpresa del año. La obra de Don’t Nod supone la culminación de una década de esfuerzo y dedicación en el estudio, plasmando a la perfección como han evolucionado tanto en el terreno jugable como la elaboración de una narrativa emocional. Asimismo, condensa todo en una duración perfecta de 25-30 horas sin llegar a abrumar como otras propuestas del género.
Banishers: Ghosts of New Eden es un título único, original y muy personal, que no se esconde en proponer continuos dilemas morales que te dejan reflexionando durante horas una vez apagas la consola. Tiene fallos y elementos a mejorar sobre todo en el combate fruto de las limitaciones, pero lo resuelve con maestría gracias a la dualidad de los personajes, una completa exploración y una enorme profundidad con multitud de casos tan interesantes como la historia principal. Una obra que se convierte en un nuevo imprescindible de 2024 y que reivindica la originalidad y el atrevimiento en una industria cada vez más clónica.
Banishers: Ghosts of New Eden
59,95€
Pros
- Sensacional ambientación del mundo de New Eden. Gran variedad de escenarios y localizaciones
- Maravillosa historia de amor que destaca por la evolución en la relación fruto de las complicadas decisiones
- Dualidad en el combate entre Red y Antea, mucho más profundo de lo que aparece al comenzar
- Agradable exploración, interesantes casos de presencia y la relevancia de las decisiones
- Más que notable a nivel audiovisual con un acertado uso del Unreal Engine 5.
Cons
- El rendimiento en ambos modos todavía debe corregirse para ofrecer la mejor experiencia
- El combate denota una falta de contundencia en los golpes
