Análisis | Code Vein

Análisis | Code Vein

26 septiembre 2019 0 Por Alejandro Altaber

Siguiendo las pautas del ‘souls-like’, los creadores de God Eater cambian de tercio con Code Vein, una recomendable aventura de rol y acción que lleva las habituales mecánicas del género a su terreno aportando un soplo de aire fresco a la estructura jugable sumando una fantástica labor artística estilo anime.

Ficha Técnica

  • Título: Code Vein
  • Desarrollador: Shift
  • Editora: Bandai Namco
  • Distribuidor: Bandai Namco
  • Número de Jugadores: 1
  • Plataformas: PlayStation 4, Xbox One y PC
  • PEGI: +16
  • Fecha de salida: 27 de septiembre de 2019
  • Idioma: Voces en inglés y japonés y textos en español
  • Género: Aventura, Acción, RPG

 

Pese a que el desarrollo corre a cargo de Bandai Namco Studios, Code Vein cuenta en el puesto de dirección de Hiroshi Yoshimura, máximo responsable de la saga God Eater. Tras varias entregas de la serie creada por Shift bajo la influencia de la jugabilidad implantada por Monster Hunter tomaron la decisión de apostar por un proyecto bastante diferente, eso sí, siguiendo las bases de otra clara inspiración, Dark Souls.

Fue en abril de 2017 cuando el equipo principal de God Eater anunció el lanzamiento de Code Vein, una aventura de rol y acción bajo una estética de corte anime muy visceral que abrazaba directamente las principales mecánicas de la exitosa fórmula implantada por From Software. El proceso de desarrollo fue avanzando aparentemente sin problemas a la vista, y de hecho durante el E3 2018 se llegó a confirmar su lanzamiento para septiembre de ese mismo año.

No obstante, unos pocos días después de finalizar la feria californiana y tras haber sido probado por multitud de profesionales del sector, tomaron la dura decisión de  retrasar su salida hasta una nueva fecha por determinar. Con Keit Iizuka como productor y Yusuke Tomizawa como jefe del equipo respectivamente, el estudio se centró en pulir al máximo cada aspecto de la jugabilidad, mejorar sobre todo el criticado rendimiento de la aventura y asegurarse de subsanar cada pequeño error de Code Vein. Por aquellas fechas el título estaba completamente terminado, sin embargo, han empleado todo un año en afinar la narrativa, combate y exploración tras haber ofrecido diversas fases de prueba a los usuarios y recoger todas las opiniones para publicar un producto único y con personalidad.

Historia

La historia del juego nos lleva hasta un futuro no muy lejano donde un misterioso desastre ha acabado con el mundo tal y como todos conocía. Entre toda la destrucción se oculta la ciudad de Apariciones conocida como Vein, la última fortaleza donde los Revenant siguen luchando por la supervivencia  al haber recibido unos dones especiales a cambio de sacrificar sus recuerdos y de sufrir una incesante sed de sangre. Si por el contrario se dejan llevar se convertirán en ‘Perdidos’, criaturas violentas que carecen de todo rastro de humanidad en su interior y que vagan sin rumbo por el universo. Aquí arranca un argumento para vivir un peligroso viaje hasta el final del infierno para desbloquear tu pasado y escapar de tu pesadilla viviente.

Estos soldados inmortales fueron creados para contrarrestar la amenaza de la humanidad que apareció después del Gran Colapso, un suceso catastrófico que erradicó a la mayoría de la población. Aunque parezca un comienzo demasiado abrupto y confuso, sorprende por lo bien explicado que está todo contando los sucesos del pasado de manera muy esclarecedora.  Al inyectar el parásito regenerativo de órganos biológicos en cadáveres humanos, volvieron desde la muerte y adquirieron facultades sobrehumanas y la capacidad de revivir después de la muerte siempre que su corazón permanezca intacto, aunque a costa de perder sus recuerdos.  Los jugadores acometen la tarea de salir al mundo con un compañero escogido entre los distintos habitantes de la Vena para descubrir los recuerdos perdidos y huir de esta nueva realidad demente.

Tras mucho tiempo de decadencia y la mera supervivencia como único recurso viable, el/la protagonista de Code Vein es capaz de activar fuentes de sangre secas gracias a las propiedades especiales que corren por sus venas. Una vez restablecidas, estas fuentes  volverán a producir perlas de sangre, las cuales tienen la misma composición de la sangre humana y los resucitados usan para aplacar su sed. Los vestigios son otro elemento fundamental para comprender la narrativa y el pasado en el mundo de Code Vein.

Se trata de de residuos cristalizados que se forman cuando o uno de los Perdidos se dispersa o se convierte en ceniza.  Los fragmentos de recuerdos que contienen abruman a quien lo toca, y además lo convierten en Perdido, sin embargo, nuestro personaje tiene el poder de controlarlos, ir a su encuentro y revivir sus recuerdos del pasado. Mediante esta interesante mecánica evocaremos las vivencias de diferentes personajes que aclaran los sucesos iniciales de la aventura, las decisiones que han tomado por el camino y los seres queridos perdidos por el terrible desastre que azota el mundo.

Como veis, Bandai Namco Studios ha creado un tremendo lore que comienza por la creación de nuestro/a protagonista a través de un completísimo editor de personajes que nos permitirá realizar mil virguerías. Constitución, piel, pelo, ojos, cara, cejas, cicatrices, ropa, maquillaje y otros muchos accesorios que encima se pueden modificar con multitud de colores y tonalidades. Una cosa si es segura, en Code Vein no habrá dos personajes iguales en todo el mundo.

Especificar una duración exacta de la aventura principal es tarea complicada, pues depende de la habilidad del usuario o de las veces que podamos quedarnos atascados en algún duro enfrentamiento. Aun así, acabar la historia de Code Vein a un ritmo pausado recogiendo todos los ítems y explorando a fondo cada escenario nos costará aproximadamente unas 30-35 horas de partida.

Con esa cifra únicamente veremos uno de los finales ya que los desarrolladores han preparado múltiples desenlaces, completando la campaña varias veces hasta llegar a ver todos. Está la opción de comenzar un New Game Plus manteniendo el nivel y habilidades aprendidas, pero la dificultad también se adapta aumentando la dificultad de los enemigos. La otra alternativa es una gran novedad denominada True New Game Plus. Aquí los enemigos serán igual de fuertes que en la primera partida, en cambio, se conserva el nivel del personaje para que así no resulte tan complicado avanzar para presenciar los distintos finales.

Jugabilidad

Siguiendo la clara inspiración de Dark Soouls, Code Vein es una aventura de acción y rol en tercera persona que destaca por su elevada dificultad, si bien de entrada propone una barrera más accesible que las obras dirigidas por Hidetaka Miyazaki. Salvo por una pequeña modificación en el esquema de control, los comandos básicos en combate son muy similares a cualquier otra propuesta ‘souls-like’ que abunda actualmente en el mercado.

Con ataque básico, ataque potente, esquiva y bloqueo para el contraataque, lo más relevante y entretenido es la implementación  del uso de habilidades activas y pasivas mediante los ‘códigos de sangre’. En lo que se refiere al equipamiento, apenas podemos variar la capa principal que modifica las estadísticas de ataque, defensa, fortalezas y debilidades, es decir, no está dividido en diferentes apartados como ocurre en The Surge. Por último, hay hasta dos huecos para equipar las armas y lo más recomendable es siempre montar una ‘build’ de poderío y movimiento, con un arma lenta y potente en el cuerpo a cuerpo, y otra más ágil para desplazarse con soltura o incluso atacar a distancia.

Los propios creadores lo han repetido hasta la saciedad, Code Vein es más que un Dark Souls de vampiros. Es cierto que puede llegar a ser más sencillo que los sobresalientes títulos que dieron vida a este género ya establecido, sobre todo por el cooperativo junto a la IA (la cual funciona realmente bien en cualquier situación), no obstante, todo se diferencia por los dones heredados de otros personajes. Acelerar la acción, desatar movimientos increíbles, aumentar el daño, curar al compañero, impregnar e estados alterados las armas, mejorar la debilidad a un determinado efecto, lanzar hechizos, crear escudos y una larguísima lista de alternativas para formar el estilo de juego que deseemos.

La estructura de avance de la aventura promete ser muy fiel a su evidente inspiración y otras propuestas similares al género ‘souls-like’. Tenemos un mapa dividido por zonas bastante grandes en las que vamos avanzando derrotando a los peligrosos enemigos, desbloqueando puntos de control, abrir los correspondientes atajos del nivel y finalmente enfrentarse al boss final.

A diferencia de Dark Souls, la personalización y progresión es mucho más amplia por la presencia de las clases denominadas códigos de sangre. Vienen a ser como clases predefinidas pero aquí se pueden cambiar todas sobre la marcha. Cada una de ellas tiene una combinación de estadísticas mejoradas, recursos pasivos y habilidades intercambiables convirtiendo la jugabilidad en movimientos agiles y fluidos en todo momento.

Estas mejoras dan acceso a diferentes «dones» que pueden aumentar tu fuerza, debilitar a los enemigos y que te permiten usar nuevas capacidades de armas o acceder a potentes ataques. Igualmente, muchas de las habilidades activas o pasivas aprendidas de un determinado código de sangre son usables y aplicables en otro conjunto.  Además, cada una cuenta con su propio estilo visual y de ataque, por lo que ofrecen una infinidad de nuevas estrategias de combate.

Como puntos de control disponemos de los muérdagos, donde la salud, puntos de icor y sus de regeneración se restablecen, además de gastar la neblina recolectada para subir de nivel o aprender nuevas habilidades activas y pasivas de los diferentes dones de códigos que se poseen. Incrementar el nivel mediante la neblina únicamente aumenta los parámetros de salud, energía y poder de los dones, es decir, no podemos especializarnos en una clase o dirigir los puntos hacia determinados atributos. Para ello ya disponemos del equipamiento y armamento oportuno, siendo lo más importante la elección del ‘código de sangre’ comentado anteriormente.

Por otro lado, además del combate y las habilidades, nuestro/a protagonista también puede entrar en un estado concentrado que se rellena cuando esquivas o recibes ataques enemigos. Con el medir repleto de energía es más complicado que te aturdan a la vez que ejecutas un poderoso movimiento derribando al oponente en el aire mediante un ataque de drenaje.

Una de las principales novedades es la introducción de un minimapa en pantalla para estar orientados, algo que también ha implementado Remnant: From the Ashes en las últimas semanas y ayuda bastante a no perder el norte entre tanto pasillo y caminos enrevesados. Si bien al llegar por primera vez una zona únicamente vemos unos puntos que señalan los pasos dados por el escenario, purificando el miasma de la zona desbloquea al completo cada recoveco de la zona. Eso sí, no todos ellos están a simple vista y en ocasiones debemos explorar a fondo cada hueco del nivel para dar con el muérdago podrido.

Code Vein ofrece al usuario varias alternativas para progresar. Sufrir en solitario es una de las opciones y convierten el juego en una propuesta temible, pero el título fue concebido para apoyarse en compañeros que te acompañan mientras batallas y exploras, usando dones que proporcionan ventajas en combate, así como sanarte mediante sus ofrendas curativas. De hecho, Mia llega hasta revivirte un par de ocasiones si caemos en el enfrentamiento, siendo un auténtico salvavidas en los momentos más críticos. Es muy importante no dejarlos de lado, ya que si caen en combate no volverán a aparecer hasta que alcancemos el siguiente muérdago.

De la misma manera, olvidamos el componente de soledad, ya que va comentando sus opiniones del lugar, anécdotas y observa el entorno en busca de objetos y localización de enemigos. Tampoco nos dejamos en el tintero los denominados dones comunales, que requieren la cooperación de un compañero. Una vez activados, desatan un gran poder pero tiene un aloto precio para el usuario, consumiendo también una gran cantidad de icor. Por último y dentro del componente multijugador tenemos el cooperativo online con otros usuarios, funcionando de la misma manera enviando una señal de auxilio para recibir ayuda en la mazmorra, aunque favoreciendo la comunicación con sencillo sistema de gestos, sellos y comandos de voz.

Code Vein no se caracteriza únicamente por un avance lineal por zonas delimitadas de gran tamaño, sino que podemos llevar mapas de las profundidades a uno de los personajes del título para explorar nuevas secciones del universo que esconden zonas de altísima dificultad. Con temibles enemigos de mayor poder respecto al escenario original, ayuda a conseguir raros objetos, materiales de neblina y otros recursos para la mejora del equipamiento.

Los jefes finales son otro de los puntos fuertes de la aventura, siempre presentes al final de cada una de las grandes zonas del título. Gracias a los preciosos temas que suenan durante la batalla, el enfrentamiento termina siendo increíblemente épico pues cuando hemos reducido su barra de salud hasta más o menos el 50% suelen transformarse, aprender nuevas mecánicas e incrementar su agresividad. Para suerte de unos y desgracia de otros, es cierto que muchos bosses demasiado difíciles por la presencia del compañero, ya que mientras el enemigo está  centrado en atacarle a él, suele quedar indefenso a nuestras acometidas.

Gráficos y Sonido

Por fin prácticamente todos los estudios nipones acostumbrados al desarrollar de JRPG’s han decidido dar un salto gráfico y apostar por el Unreal Engine 4 como motor habitual. Con Dragon Quest XI y Ni No Kuni II ya a la venta, o los futuribles Tales of Arise y Trials of Mana tenemos unos perfectos ejemplos sobre el potencial de este ‘engine’ para plasmar estampas realmente bonitas y de altísimo nivel técnico.

Code Vein no iba a ser menos y Bandai Namco Studios ha decidido seguir el mismo camino pero con una estética mucho más personal. Tal y como hemos comentado, los desarrolladores nunca han escondido que God Eater tiene una fuerte inspiración en Monster Hunter y Code Vein hace lo propio con Dark Souls, no obstante, nadie va a poder criticar el fantástico trabajo artístico plasmado en este nueva aventura.

Técnicamente quizás esperábamos que Code Vein se situara un peldaño por encima del resultado final, pero el apartado artístico a modo de anime es todo un acierto. Con un fuerte recuerdo a Tokyo Ghoul, la estética vampiresca combinado con increíbles cinemáticas producidas por el estudio nipón Ufotable permiten que Code Vein derroche una tremenda personalidad e identidad propia. Mención especial se merecen los diseños de los personajes, siguiendo los típicos clichés del JRPG pero derrochando un verdadero carisma.

Por el contrario, pese a que conceptualmente los niveles son notables alternando zonas lineales con otras de mayor libertad y múltiples caminos, el diseño de los escenarios es bastante genérico y se siente un poco pobre a nivel visual en el detallado de objetos y texturas. Nada criticable en exceso pues el apartado artístico cubre de sobra con una soberbia ambientación de destrucción, soledad, terror y misterio.

El año extra de desarrollo esencialmente se ha destinado a optimizar al máximo el rendimiento del título para alcanzar una solida tasa de 60 imágenes por segundo y garantizar una experiencia jugable a la altura. A falta de un parche de lanzamiento que lo subsane, actualmente existen problemas en el rendimiento para mantener los 60fps cuando hay bastantes elementos en pantalla o movimientos muy bruscos en las animaciones. Salvo en momentos puntuales no es incomodo o injugable, pero sí afecta ver como las animaciones de los enemigos no son del todo fluidas y no se mueven al mismo compás con el protagonista y su fiel compañero.

En lo sonoro, Code Vein cuenta con Go Shiina como compositor responsable de las increíbles temas que acompañan a la siniestra aventura, potenciando más si cabe la narrativa y ambientación. Encargado de bandas sonoras como God Eater, varios Tales of y otras obras producidas por Bandai Namco, las partituras del creativo nipón abarcan oscuras y épicas melodías que demuestran su excelente talento. Asimismo, Code Vein cuenta con varias canciones VAMPS, el famoso grupo japonés de hard rock, que aportan un fantástico toque al resto de temas que conforman la sobresaliente banda sonora. Por último, solo señalar que llega con voces en inglés y japonés, y perfectamente traducido al español, un aporte siempre de agradecer por el titánico esfuerzo que realizan desde la división española de Bandai Namco.

Conclusión

Bandai Namco Studios ha sabido reinventarse para buscar un nuevo enfoque en la fórmula ‘souls-like’. Bajo un desarrollo con altibajos que arrancó ofreciendo multitud de detalles e incluso fecha de salida para 2018, la experiencia no convencía por diversos factores y durante un año de silencio trabajando a fondo el resultado es cuanto menos convincente.

Nada de ‘copia-pega’, Code Vein posee una tremenda personalidad en todos los aspectos con vampiros, jugabilidad soulslike y estilo anime como bazas principales para alcanzar el éxito. Code Vein se pone a la venta este mismo viernes 27 de septiembre para PlayStation 4, Xbox One y PC.

Code Vein

59,90
8.4

Historia

8.0/10

Jugabilidad

8.5/10

Gráficos

8.0/10

Sonido

8.5/10

Diversión / Duración

9.0/10

Pros

  • Perfecta combinación de estética anime-vampiresca y apartado artístico
  • Profundo sistema de combate y aprendizaje de habilidades
  • La variedad de dones y códigos de sangre
  • Espectacular banda sonora del compositor de God Eater o varios Tales of

Cons

  • Problemas en frame-rate y mejorable acabado técnico
  • Definido del género 'souls-like', quizás más sencillo y accesible