Análisis | Crusaders Kings III

Análisis | Crusaders Kings III

30 marzo 2022 0 Por Guillem Sanchis

Conviértete en el líder que siempre has soñado y forja tu dinastía eligiendo tu propio destino en un juego estratégico profundo y absolutamente apasionante. 

Ficha Técnica

  • Título: Crusaders Kings III
  • Desarrollador: Paradox
  • Número de Jugadores: 1 – 32
  • Plataformas: PS5, Xbox Series y PC
  • PEGI: +12
  • Fecha de salida: 29 de marzo de 2022
  • Idioma: Español
  • Género: Estrategia

Tras conquistar a millones de jugadores en PC, Paradox nos trae a consolas de nueva generación el fascinante Crusaders Kings III, un título de estrategia medieval que destaca por ofrecer una experiencia inmersiva con absoluta libertad de acción. Aunque sin duda, lo más importante de todo, es conocer cómo el estudio ha adaptado magistralmente su jugabilidad a PlayStation 5 y Xbox Series. Desde el mítico Defenders of Arcadia de PS3 o el más reciente Stellaris, el equipo de desarrollo siempre ha apostado por traer sus grandes joyas de PC a consola y ahora, por primera vez en su historia, la saga medieval Crusaders Kings se enfrenta a la ardua tarea de alejarse del ratón y teclado para unificar todas sus inmensas posibilidades en un único mando. 

La premisa de Crusaders Kings 3 es clara y sencilla, el juego te permite elegir entre varias épocas doradas de la edad media (869-1066) y el personaje que nosotros queramos (algunos reales y otros ficticios), desde un conde hasta un emperador, de cualquier parte del mundo conocido por entonces (Europa, África o Asia) y crear tu propia dinastía hasta llevarla a lo más alto o caer en el intento. Obviamente el juego tiene un principio y un final, comenzamos por ejemplo en 869 y la partida termina en el momento en el que nuestro personaje muera y no tengamos heredero o nos quedemos sin territorio que gobernar, aunque también podemos alargar la partida si todo nos sale bien hasta el fin del juego que se sitúa sobre el año 1400. 

Y es que Crusaders Kings III nos invita en todo momento a reescribir la historia de la Edad Media y a construir nuestra propia leyenda, ya sea arrebatando la España a los musulmanes o devolviendo la gloria al Imperio Romano. A fin de cuentas el principal objetivo del juego es el que ya os hemos comentado, crear la dinastía más poderosa y sempiterna. Para ello tendremos que valernos de todos los recursos a nuestra disposición, embaucar vasallos para que nos ofrezcan su lealtad, generar intrigas para eliminar a nuestros rivales más directos a base de asesinatos o conjuras, o derrotarlos en el campo de batalla con nuestros ejércitos. Sea como sea, tenemos ante nosotros un sandbox muy adictivo con multitud de opciones. 

Una vez controlemos nuestro personaje, tendremos que elegir un Don de Vida para él, es decir, tendremos que decantarnos por diplomacia, administración, intriga o marcialidad, cada líder dispone de unos atributos diferentes, unos tienen más subida diplomacia por ejemplo y otros administración, lo mejor de todo es que no es una decisión definitiva y aunque marcará los primeros compases de la aventura, podemos modificarlo cada 5 años y las habilidades que hayamos desbloqueado dentro de cada árbol continuarán habilitadas. Obviamente dependiendo de lo que elijamos podremos acometer nuestro reinado en una dirección, es decir, si hemos elegido marcialidad, pues utilizaremos nuestros conocimientos en el campo de batalla para eliminar a nuestros enemigos, pero si optamos por la diplomacia, podremos entablar alianzas muy beneficiosas que aumentarán nuestra fama y prestigio. Cada elección define nuestro estilo de vida y si actuamos en contra de la naturaleza del personaje que hemos creado le causaremos estrés y nuestros súbditos se nos rebelarán, podemos caer enfermo, morir, y mucho más. 

Como en todo sandbox y juego de RPG, nuestras acciones tendrán consecuencias, a lo largo del juego aparecerán acontecimientos aleatorios en los que deberemos elegir cómo actuar y ya sea una decisión pequeña o importante, todo puede afectar al desarrollo de la partida. Es sin duda un juego complejo en cuanto a su sistema de gestión, pero cuando llevas varias horas con él, todo es mucho más sencillo y disfrutable. Ninguna partida es igual al anterior, ya que podemos emprender caminos que nos llevarán a destinos imprevisibles, con matrimonios (ya sean nuestros o de nuestros hijos), alianzas con otros reyes o invasiones a otros reinos aunque cabe destacar, que para hacer esto, necesitas un motivo (llamado en el juego causas belli), te lo puedes inventar recurriendo a tu obispo o bien realizando algún tipo de conjura o asesinato familiar que logre enfadar a tu enemigo. 

Sin embargo, no estaremos solos en nuestro reinado, ya que contaremos con vasallos que nos proporcionarán impuestos y levas (soldados) para afrontar nuestras guerras, defender nuestro territorio o mejorar nuestros castillos, ciudades, granjas etc. Estos vasallos se nos pueden rebelar, así que lo más importantes de todo es tenerlos siempre contentos, ya sea con regalos, influencia o añadiéndoles a nuestro consejo real. Y es que este es un aspecto muy a tener en cuenta, como Rey tenemos tareas más importantes que realizar, por lo que tendremos que ceder asuntos como organización de levas, diplomacia exterior o recaudación de impuestos a nuestra corte. Según sus atributos, nuestros vasallos podrán desempeñar mejor o peor las funciones, no gestionará igual nuestro señorío un vasallo con 5 en administración que otro con 16. 

Dependiendo de la región que elijamos deberemos tener en cuenta muchos otros factores como la fe, ya sea ortodoxa, católica, nórdica, musulmana, etc. Obviamente el más importante en este contexto es el cristianismo que sin duda es el que más predomina en estas etapas históricas. Nuestra creencia y actos afectarán también a la percepción que tiene el pueblo o los vasallos sobre nosotros y es sin duda otra de las posibles razones por las que se nos pueden rebelar. Por esto es tan importante formar alianzas con reinos de nuestra misma fe y siempre que podamos, concertar matrimonios para nuestros hijos con otras dinastías, para fusionar así las casas y heredar otras tierras para nuestros vástagos. 

Pero sin duda, lo más destacable de Crusaders Kings III en esta versión para consola es su adaptación al mando. El juego cuenta con un renovado sistema de control con el que podremos acceder a cualquier gestión del juego en cuestión de segundos. La interfaz diseñada por Paradox para esta ocasión es completamente nueva, muy cómoda, visual y sencilla, tan sólo requeriremos del uso de los gatillos o el R1 y L1 para ir navegando a través del menú y seleccionando cada unas de las acciones que queremos ejecutar. Podemos parar el tiempo con el pad del mando o aumentar la velocidad de tiempo con tan sólo deslizar el dedo, lo que hace la partida muy viva y desahogada. Además con los joystick podemos desplazarnos por todo el mapa y seleccionar cualquier reino para interactuar con sus gobernantes, como si fuera un puntero del ratón. En el caso de que tengamos alguna duda o no entendamos algún concepto, tan sólo tenemos que presionar el botón stick derecho del mando y aparecerá un desplegable proporcionándonos ayuda e información. Por último, el estudio ha incluido dos menús radiales de fácil acceso a través de los gatillos que simplifican cualquier tarea o gestión que deseemos consultar. 

En definitiva, Paradox ha demostrado con creces que la combinación de estrategia y rol funciona a la perfección más allá del ordenador, sin ceder un ápice de su esencia jugable. Son dos formas de jugar diferentes, pero se disfrutan las partidas en cualquier plataforma ya sea sólo o en su modo multijugador, creando nuestra propia partida o uniéndonos a una existente, el resultado es el mismo, gestionar nuestro reinado haciéndolo crecer a costa del vecino ¿Serás el rey compasivo que merecen tus súbditos o un líder tiránico y temible? 

 

Crusaders Kings III

49.99 €
8.5

Jugabilidad

9.0/10

Duración

8.5/10

Diversión

8.0/10

Pros

  • La adaptación a consola (interfaz y controles en el mando) es fantástica
  • Un juego muy profundo con horas y horas de diversión
  • Un sistema de dinastías completo y variado

Cons

  • Esta edición no incluye las expansiones, se deben adquirir aparte