Análisis | Death’s Gambit

Análisis | Death’s Gambit

5 septiembre 2018 0 Por Alejandro Altaber

Death’s Gambit es la nueva obra de corte ‘Souls’ en dos dimensiones desarrollada por White Rabbit, el primer trabajo del estudio que fascina por su vertiente artística pero que adolece por algunos fallos en control y jugabilidad.

Ficha Técnica

  • Título: Death’s Gambit
  • Desarrollador: White Rabbit
  • Distribuidor: Adult Swim Games
  • Género: Acción / Plataformas / Aventura
  • Número de Jugadores: 1
  • Plataformas: PlayStation 4 y PC.
  • PEGI: +12
  • Fecha de salida: 13 de agosto de 2018.
  • Idioma: Voces en inglés y textos en Castellano

 

Definido como un cruce entre Shadow of the Colossus y Dark Souls, White Rabbit anunció hace más de tres años y medio Death’s Gambit, título de acción y plataformas en dos dimensiones que evidenciaba en múltiples aspectos su inspiración en la saga de From Software. Previsto para 2016, el proyecto fue retrasándose sin apenas ofrecer información desde su presentación, y todo este tiempo ha hecho mella en el resultado final del juego. Durante estos años han llegado al mercado obras parejas como Salt & Sanctuary, Hollow Knight, Iconoclasts o Dead Cells, propuestas con enormes similitudes en mecánicas y características que superan con creces al trabajo de White Rabbit.

La promesa de inmortalidad yace en el corazón de Siradon. Como mano derecha de la Muerte, desafía a los guardianes inmortales del reino y supera la lucha eterna para purgar sus almas. ¿Qué recompensa aguarda para un fiel servidor de la Muerte? Nuestro protagonista, Sorun, es derrotado en una misión muy complicada y pasa a ser el ferviente mensajero de la Muerte. Aquí comienza una notable aventura no-lineal en dos dimensiones que como hemos dicho, toma muchas referencias de Dark Souls. Nada más comenzar debemos escoger entre siete clases de personajes, donde tenemos las clásicas como soldado, asesino o mago, y otras más interesantes como el acólito de la Muerte o el noble.

Tras elegir la clase, pasamos a una zona inicial donde arranca la acción, explicada brevemente con tumbas que hacen el papel de tutoriales. En resumidas cuentas, ataque principal, secundaria, bloqueo, esquiva y uso de objetos. Con estos pocos movimientos ya estamos listos para arrancar la aventura, pero después continuaremos ampliando el arsenal con habilidades, armas, etc.

Si bien el apartado artístico está perfectamente definido, en el combate hay algunos defectos que empañan el resto de facetas. Hay diferentes clases de personajes y estilos de juego, aunque en realidad no importa en exceso ya que posteriormente lo mejoramos hacia la condición que nos sea más favorable. Usar el escudo no es nada recomendable, la barra de resistencia necesita algunos ajustes y aquellos que empleen dagas en la batalla sufrirán por el excesivo consumo de energía al dar unos pocos ataques. Por ello, la mejor opción es aprender a manejar la mecánica de rodar y así esquivar la mayoría de las embestidas enemigas y quedar en buena posición para iniciar el contraataque. El sistema de combate no es lo más pulido de Death’s Gambit, y es una pena ya que en títulos en dos dimensiones es trascendental tener cada ‘frame’ bajo control.

Lo mismo ocurre con los saltos y movimientos entre plataformas, ya que en ocasiones termina siendo un suplicio alcanzar determinados niveles. Pero quizás la peor decisión jugable es que se exige mantener un botón para agarrarnos a las escaleras, siendo un verdadero engorro durante las 8-10 horas que dura Death’s Gambit, y más todavía en situaciones límite. Para auxiliarnos en el desplazamiento entre los escenarios del mapeado tenemos un caballo fantasmal, no siempre disponible en la aventura, pero una grata ayuda para recorrer zonas anteriores.

En los puntos de descanso, hogueras, recuperamos la vida perdida, rellenamos las plumas que hacen el papel de los conocidos ‘Estus’ de la saga Souls, y aprendemos nuevas habilidades para la batalla. Cada vez que caemos perdemos una de las plumas que sirven para recuperar salud y hay dos maneras de recuperarlas. La primera es volver al lugar de nuestra muerte y recogerla, o por el contrario, consumir parte de las ‘almas’ recolectadas para añadirla de nuevo a nuestro equipo. Para finalizar, y personalmente el punto fuerte de Death’s Gambit, toca hablar de los enemigos y jefes finales. El diseño de los monstruos es realmente increíble, con una distintiva variedad de clases que no deja de evolucionar con el paso de las horas.

Podemos decir lo mismo de las batallas ante jefes finales, un auténtico espectáculo para la vista y sobre todo para la habilidad del usuario. Es un placer ver cómo se desarrollan sus mecánicas y el aprovechamiento de las plataformas y verticalidad del escenario. Los hay pesados, ágiles, con ataques físicos, mágicos… Pero todos ellos tienen un enorme trabajo detrás y cada muerte que sufrimos es una lección aprendida para afinar la estrategia a seguir para derrotarles.  Igualmente, los jefes derrotados toman un nuevo aliento en el modo heroico, que se accede inmediatamente después de derrotarlos.

Pocas pegas se le pueden sacar al apartado artístico de Death’s Gambit. Desde su anuncio en 2015 ya cautivó a todos por la belleza de su pixel-art, y que encima ha sido desarrollado bajo Game Maker. Todos los decorados, personajes y  enemigos están cuidados al detalle, y tiene efectos visuales que asombran, principalmente cuando la cámara se amplía y muestra toda la zona del escenario o durante las conversaciones. Aun así, se nota la falta de presupuesto en la implementación de animaciones un poco robóticas y pequeños defectos en la traducción de los textos al español. La calidad no es mala, pero hay fallos como la no traducción de determinados objetos, interfaz, etc.

Además, ya se ha confirmado el lanzamiento en formato físico de Hollow Knight y Death’s Gambit por parte de Skybound Games. El título de Cherry Games llegará durante la primavera de 2019, mientras que el juego de White Rabbit estará listo entre finales de 2018 y principios de 2019. Ahora está por ver si dichas ediciones se publicarán en nuestro país, o si por el contrario los coleccionistas deberán importarlas.

La espera ha sido larga desde su presentación, pero por fin Death’s Gambit está a la venta apara PlayStation 4 y PC, y todo apunta a que pronto hará lo propio en Nintendo Switch. La premisa y estructura que vimos hace unos años era muy atrayente, sin embargo, otros proyectos independientes también han apostado por el mismo género y estilo, realizando un trabajo de mayor calidad. Death’s Gambit es un título notable, recomendado para los amantes del 2D tipo ‘Soulsvania’, pero hay ciertos defectos que no se pueden esconder. Puliendo algunos aspectos del control y combate subirían el nivel de la experiencia de juego, dando todavía más épica a las elaboradas batallas ante jefes finales y el sobresaliente apartado gráfico.

Death's Gambit

19,99€
7.8

Historia

7.5/10

Jugabilidad

7.5/10

Gráficos

8.5/10

Sonido

7.5/10

Diversión/Duración

8.0/10

Pros

  • Genial apartado artístico
  • Diseño de enemigos y jefes finales
  • Diversidad de armas y habilidades
  • Buena duración con unas 8-10 horas de juego

Cons

  • Falta tiempo de pulido en control, combates y plataformeo
  • Ciertos defectos en la adaptación al español