Análisis | Diablo IV

Análisis | Diablo IV

14 junio 2023 0 Por Guillem Sanchis

Han pasado más de diez años desde que pudimos disfrutar de la última entrega de la franquicia Diablo, pero hoy finalmente os traemos el análisis de uno de los títulos más esperados de 2023. 

Ficha Técnica

  • Título: Diablo IV
  • Desarrollador: Blizzard
  • Editora: Activision
  • Número de Jugadores: 1 – 4
  • Plataformas: PS5, PS4, Xbox Series y PC
  • PEGI: +18
  • Fecha de lanzamiento: 6 de junio
  • Idioma: Español
  • Género: Action-RPG

La serie Diablo ha sido sin duda uno de los baluartes de Blizzard durante las últimas décadas, una franquicia construida bajo un mundo tétrico y brutal que ha logrado cautivar a una enorme legión de fans con su eterno conflicto entre el bien y el mal. La compañía consiguió sentar las bases de un género con el lanzamiento de la primera entrega hace 25 años y aunque con el transcurso del tiempo han existido tanto luces como sombras, ahora nos traen una de las aventuras más grandes y ambiciosas de la historia de la saga.

Con su esperado anuncio durante la Blizzcon de 2019, Blizzard dejó más que patente que esta cuarta parte numerada de la serie iba a ser un regalo para los jugadores más veteranos. Desde sus inicios, Diablo siempre ha destacado por su sencilla a la parque adictiva y divertida jugabilidad, manteniendo un notable equilibrio entre ese ritmo imparable un apartado visual sofisticado y una historia con mucho trasfondo. Pues bien, todo esto y mucho más está de regreso con Diablo IV.

Historia

Todo comienza con la elección del personaje, en un elenco en el que hay de todo, desde el regreso de míticos héroes (como el Druida) hasta otros totalmente nuevos (como el Pícaro), en total disponemos de cinco elegibles: Bárbaro, Nigromante, Druida, Pícaro o Hechicero. Una de las novedades más significativas es que Diablo IV cuenta con un editor que no sólo nos permite escoger el sexo del personaje (como ocurría en Diablo III) sino que además podremos modificar su aspecto (rasgos faciales, color de piel, pelo, etc.), una característica muy demandada por la comunidad.

Una vez elegido y diseñado nuestro héroe, Diablo IV nos sumerge en una trama apasionante, cautivadora y oscura, donde Lilith, hija de Mefisto y uno de los Demonios Mayores más temidos, escapa de su prisión para atar el mundo en tinieblas. Nuestro objetivo una vez más, será erradicar el mal de Santuario a través de una serie de Actos compuestos por todo tipo de niveles, parajes y mazmorras, mientras nos enfrentamos a hordas de peligrosos enemigos en una historia más profunda que va más allá de los típicos diálogos y cuenta con numerosas cinemáticas, con la que el estudio ha querido enfatizar y dar un papel más trascendente a la trama.

Y es que si por algo destaca Diablo IV es sin duda por su campaña. La narrativa se convierte en uno de los pilares fundamentales del juego, ya que el estudio ha querido dar más protagonismo al argumento para distanciarse de sus insustanciales precuelas y volver a sus orígenes, construyendo una trama absolutamente magnífica con un lore muy enriquecedor, que nos permitirá viajar en el tiempo en este interminable conflicto que incluye múltiples guiños a sus antecesores. No sólo la campaña principal esta impecablemente construida, sino que también sus misiones secundarias son bastante coherentes y aportan significado al hilo argumental. No hay actividades vacías en Diablo IV, todo tiene un por que y permite al jugador sumergirse todavía más si cabe en el mundo de Santuario.

Jugabilidad

Por lo que respecta a nivel jugable, Diablo IV combina lo mejor de Diablo II y Diablo III, ofreciendo un combate sencillo pero directo, con una progresión de personaje equilibrada y un árbol de habilidades que permitirá a cada jugador disfrutar de una aventura muy personalizable. El usuario se encargará de elegir qué quiere mejorar y qué no, potenciando sus aptitudes preferidas y sin la necesidad de gastar puntos en aquellas habilidades que no interesan. Diablo IV continúa la estructura de progresión vista en las anteriores entregas, concediendo un punto de habilidad con cada nivel, que podemos asignar libremente  en árbol de nuestro personaje, por ejemplo, el mago dispone de hechizos de fuego, hielo y rayo (cada habilidad se puede mejorar hasta un máximo de 5 o de 3), para saltar de un árbol de habilidad a otro debemos gastar un número determinado de puntos, pero de nosotros depende concederle todos los puntos a la misma habilidad o variar entre todas.

Existen dos tipos de árboles, uno primero en el que como ya hemos comentado se incluyen las habilidades y un segundo (que se desbloquea en el nivel 50) llamado Leyenda. Este último esta dividido por casillas y nos permite aumentar nuestros atributos asignando multitud de puntos de habilidad que conseguimos subiendo de nivel o completando otro tipo de objetivos y no interfieren con el árbol anterior (para el que dispondremos un total de 59 puntos). Además también se pueden añadir glifos que aumentarán las estadísticas del personaje, permitiendo combinaciones infinitas con una personalización increíble para crear multitud de builds. El nivel máximo (de momento) es 100.

Los enemigos son muy variados y también tienen debilidades y vulnerabilidad a determinados hechizos, por lo que la cooperación será fundamental a lo largo de la aventura. Diablo IV es un mundo abierto con un mapa enorme, y al disfrutarse online podremos encontrarnos con otros usuarios recorriendo nuestro mapa, de nosotros depende ayudarles o seguir nuestro propio camino. Además también podemos invitar amigos a nuestro escuadrón y crear o unirnos a un clan. Conseguiremos más experiencia y objetos más valiosos cuando la dificultad del juego está al máximo, un verdadero aliciente para los más perfeccionistas, ya que se pueden construir builds muy poderosas. Los enemigos dropean tanto objetos normales, como raros, mágicos y legendarios, estos últimos confieren habilidades únicas y mejoras de estados que potencian a los héroes. Además hay equipamiento al que se le puede engarzar joyas o los míticos cráneos. También disponemos de la opción de extraer habilidades únicas que nos confieren los objetos e «imprimirselas» a otra pieza del equipo en los NPCs de la ciudad, lo que nos permitirá construirnos builds ideales que potencien nuestras habilidades.

El mundo de Diablo IV también ofrece bastante libertad al jugador a la hora de elegir que misión o tarea lleva a cabo. Los jugadores podrán optar por seguir únicamente la campaña principal o bien profundizar en cada territorio, aldea o ciudad, para desbloquear nuevas misiones secundarias (hablando con NPCs), realizar eventos limitados en algunas zonas, o completar desafiantes mazmorras con mini jefes que nos premiarán con suculentas recompensas. Una aventura enorme, divertida y llena de posibilidades.

Diablo IV ofrece un endgame con una rejugabilidad sin precedentes, no sólo podemos incrementar el nivel de dificultad (Pesadilla o Infierno) para combatir enemigos más fuertes, sino que también aparecen eventos únicos como la Marea de Sangre, donde durante un tiempo limitado nos enfrentaremos a oleadas de enemigos muy poderosos que dropean las llamadas «favelas» que podemos intercambiar por objetos legendarios y únicos. Además en estas dificultades superiores incrementa la posibilidad de encontrar mejor equipo y disponemos de la opción de convertir las mazmorras en Mazmorras de Pesadilla, con un número mayor de enemigos con nivel más alto. Al completarlas podremos aumentar la experiencia de nuestros glifos para mejorarlos.

Gráficos y Sonido

Por lo que respecta al apartado técnico, es sin duda el apartado más flojo del juego. Obviamente no se trata de una entrega que busque unos gráficos next-gen, aunque se trata del título más portentoso de la saga en este aspecto. Lo más destacado es su dirección artística, con parajes recreados perfectamente para reflejar ese mundo tétrico, decadente y brutal. La variedad de escenarios es enorme, desde áridos desiertos, estepas nevadas, ciudades majestuosas, otras más decadentes, costas, cuevas, etc.

Lo mismo ocurre con los enemigos, Diablo IV dispone de una variedad asombrosa, cada especie con sus propias animaciones y vistosos ataques gracias a unos efectos fantásticos. Los personajes principales incluyen unos modelados sublimes, perfectamente detallados con una verticalidad en el combate muy satisfactoria, concediéndole mayor profundidad al juego. La banda sonora acompaña cada uno de los épicos momentos de nuestra aventura con temas muy apropiados y el juego viene doblado completamente al castellano.

Conclusión

El conflicto entre ángeles y demonios regresa una vez más con una entrega increíblemente adictiva que viene dispuesta a regalarnos una de las aventuras más memorables de todos los tiempos. Diablo IV es todo lo que Blizzard prometió, una combinación de lo mejor de todos los títulos de la saga reunidos en uno sólo. La compañía ha sabido resarcirse de sus errores pasados para encauzar una de sus franquicias más importantes, construyendo una jugabilidad satisfactoria ala par que divertida, un endgame adictivo y desafiante, y un apartado técnico absolutamente fantástico.

 

Diablo IV

69.90 €
8.7

Historia

9.0/10

Jugabilidad

9.0/10

Gráficos

8.0/10

Sonido

8.5/10

Duración / Diversión

9.0/10

Pros

  • Una narrativa más impotente y madura
  • Jugabilidad adictiva con un endgame prometedor
  • Una personalización enorme, con posibilidades infinitas en la construcción de builds

Cons

  • Los eventos se vuelven con el tiempo algo repetitivos
  • Los servidores del multijugador son bastante inestables