Análisis | Final Fantasy XIV: Endwalker

La culminación del primer gran arco argumental del MMORPG se convierte en un referente para el género y una historia para recordar.

No cabe la menor duda de que Final Fantasy XIV ha contado con uno de los «arcos de redención» más espectacular de los que se pueda recordar en la industria de los videojuegos y de los MMORPG. El juego que se lanzó originalmente allá por el año 2010 fue un fracaso tan grande que puso en peligro a la propia Square Enix hasta el punto de tener que cerrar y reinventar el juego, en esta ocasión con la dirección de Naoki Yoshida, mucho más conocido ahora que por aquel entonces.

Con A Realm Reborn se establecieron las bases que duran hasta día de hoy, se rehízo totalmente de 0 el juego, se cambió de motor gráfico y la jugabilidad. Con los años el juego ha ido expandiéndose mediante actualizaciones y grandes expansiones de contenido entre las que se cuentan «Heavensward», «Stormblood», «Shadowbringers» y el contenido que hoy os traemos en este texto, «Endwalker», que da cierre a lo que los desarrolladores llaman el arco de Hydaelyn y Zodiark, historia que lleva desde los inicios del título, con visos de ofrecernos nuevas historias que en boca de su propio director, prometen sorprendernos en el futuro con el desarrollo que esté por venir.

Seguro que habréis leído noticias al respecto del éxito que cosecha el título, hasta el punto de generar en su estreno ( y en menor medida a día en que escribo este texto) colas de miles de personas intentando acceder al juego, tan exageradas que la propia Square Enix tuvo que tomar diversas medidas para que la gente pudiese disfrutar del título, una prueba más de la calidad del producto ante el que nos encontramos ( y más teniendo en cuenta que es un título con suscripción mensual)

Pero no nos adelantemos, pasemos a hablar de Endwalker, y avisamos que este análisis puede contener spoilers de los anteriores contenidos ya que estamos ante una continuación directa de los acontecimientos, aunque no nos adentraremos mucho en la trama para que os podáis llevar las sorpresas vosotros mismos, y es que hay unas cuantas. Solo vamos a comentar que después de los hechos acontecidos en Shadowbringers, por motivos que no vamos a destripar, se acercan los días finales, por lo que toda la vida en el planeta está condenada, y por supuesto estará en nuestras manos, como Guerrero de la Luz y de los «Scions of the Seventh Dawn».Por supuesto nada será tan sencillo y deberemos averiguar los planes que tienen las numerosas naciones, entre las que encontraremos dos nuevas principales ( siendo una de las expansiones que cuenta con más localizaciones nuevas tanto en cantidad como en tamaño de las mismas. Esta historia nos irá llevando por las nuevas localizaciones de forma muy orgánica, haciéndonos pasar bastantes horas en cada una de ellas, más aún si decidimos completar las misiones secundarias, que aunque continúan siendo bastante simplonas pueden compensar ya sea por lo que nos den a cambio o por alguna pequeña dosis de lore en las más importantes.

El guion del juego está escrito con mucha maestría y sobre todo con mucho mimo. Y es que no solo encontraremos decenas de referencias a eventos anteriores, guiños a otras entregas de la saga o numerosos e inteligentes giros de guion. Si no que cada personaje será importante para la trama, todos tendrán su manera de afrontar estos aciagos días, propondrán sus soluciones y se verán más de una vez al límite, generando unas escenas y situaciones muy convincentes y coherentes con el propio lore de la entrega, donde absolutamente todo tiene una explicación dentro de la lógica del juego, y jamás se la saltarán sabiendo mantener esto mientras también mantienen nuestra atención durante toda la partida.

En cualquier caso, toda nuestra andanza por Endwalker, sin contar el contenido postgame y lo que esté por venir, nos puede llevar más de 40-50 horas tranquilamente ( servidor ha tardado bastante más) por lo que aunque de una expansión se trate, en cuanto a contenido estamos ante el equivalente a un Final Fantasy completo, por lo que no temáis por la duración, que puede ser inacabable si decidimos explorar a fondo todo y ser completistas, al fin y al cabo, estamos ante un mundo vivo.

Dicho esto pasemos a las novedades jugables, que no son pocas, pero si continuistas con lo ya conocido. En esta expansión podremos subir a nuestro personaje del nivel 80 al 90, con las mejoras de estadísticas y nuevas habilidades que ello comporta. Todos los jobs han recibido nuevas habilidades que se volverán estandar respecto a las que ya usamos, dándonos algo más de variedad si ya nos sentíamos aburridos de realizar siempre las mismas rotaciones de ataque, curación etc.

Además, tendremos novedades tanto en razas como en Jobs. Se añade en esta ocasión la versión masculina de la raza Viera y dos nuevos jobs, el Sage y el Reaper. El Sage será un nuevo job para los healers que utiliza nouliths imbuidos con éter para proteger a los aliados en combate, defenderse de los enemigos y ejecutar destrezas mágicas a distancia

Por otro lado el Reaper, quizás el más llamativo a nivel visual  es un melee DPS armado con una guadaña a dos manos que no solo ejecuta ataques brutales muy vistosos, sino que también puede invocar a un avatar de la nada para prestar su ayuda en combate. Solo subir estos trabajos a nivel 90 para disfrutar de todas sus habilidades nos puede aportar decenas de horas extra y una manera de afrontar los diversos bosses y mazmorras distinta a la del job que estéis utilizando en la actualidad.

Como decíamos anteriormente, y como afirmaron sus creadores, Endwalker es su expansión más ambiciosa hasta el momento, y se nota desde el primer momento, no solo por su duración y localizaciones, si no por la cantidad de cosas que podremos hacer, el incremento en escenas es notable así como el número de misiones principales, cosa que puede hacer un pelín lento el desarrollo de la trama, en especial en los primeros compases, para luego ir en un crescendo espectacular hasta llevarnos a un clímax de varias decenas de horas de duración donde viviremos momentos espectaculares e inolvidables, y que no solo marcan un hito en Final Fantasy XIV, si no también en el MMO RPG. Incluso nos atrevemos a decir que estamos ante uno de los mejores Final Fantasy de la franquicia, aunque esto es muy personal, y si por ejemplo no os gusta esta variante del género puede no calar tanto como los clásicos u otras propuestas.

Además, al igual que en su anterior expansión. Podemos jugar casi todo el contenido solos si nos apetece , ya que vuelve el sistema «Trust», que nos permite afrontar la gran mayoría de mazmorras acompañados de los personajes del juego en forma de IA, que funciona de forma bastante convincente, aunque nunca como lo hará una persona real, que es la gracia del título. Pero nos puede servir tanto si somos lobos solitarios, como si queremos practicar los patrones de los jefes o simplemente no ir muy presionados por personas externas.

A nivel técnico el juego no muestra muchas mejoras respecto a lo que ya veníamos teniendo. En este caso hemos jugado la versión nativa de Playstation 5 por lo que podemos notar mejoras en la resolución y el framerate, pudiendo jugar hasta los 4K, con los tiempos de carga desaparecidos gracias al SSD de la consola.

Cada lugar que visitemos cuenta con un estilo artístico totalmente distinto, con parajes costeros otros de influencia india y de gran colorido o incluso La Luna ( esto no es spoiler, de hecho es el gran reclamo de la mayoría de promoción del juego). Por supuesto hay más localizaciones que no pensamos desvelar pero que serán igual de distintas y únicas, haciéndonos sentir que recorremos un mundo enorme con diferentes culturas, tribus , sociedades etc.

Masayoshi Soken vuelve a lucirse con la composición de una banda sonora simplemente impresionante. No hemos podido encontrar un solo tema que no sea de una calidad tremenda, y cuando más tiene que brillar, ya sea por el momento, el combate, el diálogo, cada tema esta compuesto con un tremendo amor por parte del compositor, recuperando leitmotifs constantemente que nos harán activar todos nuestros sensores de nostalgia o de epicidad culminando en un tema principal que hemos podido ver en el video CGI promocional, llamado Footfalls que se convierte en un nuevo imprescindible de la discografía de Soken y de la franquicia.

Volvemos a contar con prácticamente el mismo elenco de voces para los dos doblajes principales, el inglés y el japonés, ambos de muy buena calidad aunque nosotros hayamos optado por las segundas, por el tipo de juego que es y por costumbre, pero el inglés también goza de gran calidad y buenas actuaciones. Por desgracia, como ya nos tiene acostumbrado el MMORPG de Square Enix, continuamos con textos en inglés. Pese a que Yoshida ha expresado interés en localizar el título a la mayor cantidad de idiomas en un futuro, la verdad es que de momento nos tenemos que conformar con la localización en inglés, que si no domináis hará que os perdáis la trama del juego o tengáis problema para entenderla, pero si tenéis control sobre la lengua de Shakespeare lo disfrutareis sobremanera.

Final Fantasy XIV: Endwalker reafirma lo que lleva poniendo sobre la mesa la decimocuarta entrega desde hace ya unos cuantos años, que es un gran juego, un gran MMO, un gran RPG y sobre todo, un gran Final Fantasy. Dependiendo de los gustos del jugador se puede colocar fácilmente en el top de la saga gracias a una historia que se ha ido cociendo durante más de diez años hasta culminar en esta expansión, algo peligroso y en lo que podría haber fallado, y pese a contar con alguna que otra pega como el ritmo, el juego atina en el tono y en su conclusión, dejándonos muy satisfechos y con mucha curiosidad de hacia donde apuntarán las miras del Naoki Yoshida y la Creative Business Unit III.

Porque cuando un camino se acaba, otro comienza.

Final Fantasy XIV: Endwalker

0.00

9.5

Historia

9.6/10

Jugabilidad

9.5/10

Gráficos

8.9/10

Sonido

10.0/10

Diversión/Duración

9.6/10

Pros

• Un final a la altura de todo su legado.
• Banda sonora que pasará a la historia.

Cons

• Textos en inglés.
• Puede tener un primer tercio algo lento.