
Análisis | Ghostwire: Tokyo
22 marzo 2022Los creadores de The Evil Within cambian el terror por el misterio y acontecimientos paranormales en una notable aventura que sobresale por su increíble ambientación, estética y singularidad de sus combates.

- Título: Ghostwire:Tokyo
- Desarrollador: Tango Gameworks
- Editora: Bethesda
- Número de Jugadores: 1
- Plataformas: PS5 y PC
- PEGI: +12
- Fecha de salida: 25 de marzo
- Idioma: Voces y textos en español
- Género: Acción, Aventura, RPG
Llega a PS5 el segundo y último exclusivo temporal que firmaron Sony y Bethesda para el inicio esta generación de consolas. Deathloop y Ghostwire: Tokyo fueron las propuestas escogidas para este acuerdo, publicándose con 12 meses de anterioridad respecto a consolas Xbox, y sin lugar a dudas se trata de dos títulos que destacan por su increíble originalidad.
La sobresaliente obra de Arkane Lyon cosechó fantásticas valoraciones entre crítica y usuarios, y ahora es el momento del tercer proyecto de Tango Gameworks, el estudio dirigido por Shinji Mikami, que prueba suerte con una nueva IP tras las dos anteriores entregas de The Evil Within. El padre de Resident Evil junto a Kenji Kimura, que actua como director, abandonan momentáneamente el género de terror para plantear una aventura de acción en mundo abierto donde los fantasmas, la cultura, el folclore nipón y las propias cales de Shibuya son los verdaderos elementos protagonistas.
El terror psicológico, monstruos y alucinaciones de The Evil Within dejan paso a un argumento plagado de fantasmas, espiritismo y sucesos paranormales. La historia de Ghostwire Tokyo nos lleva a una visión única de la metrópoli nipona, donde un desconocido suceso paranormal ha provocado la desaparición del 99% de la población y la temible aparición de los Visitantes, espíritus del folclore japonés liderados por Hannya, el principal responsable de la actual situación. En el papel de protagonista tenemos a Akito, un joven fallecido que regresa a la vida gracias al espíritu de KK, un investigador espectral. Dos almas completamente opuestas que comienzan por no soportarse pero que deberán adaptarse y aguantarse para cumplir su propio cometido, mientras que KK desea detener a Hannya, Akito solo quiere rescatar a su hermana.
Como decimos, la familia es un tema predominante en la trama. Ya no solo la búsqueda de alguien desaparecido, sino los propios lazos humanos, el sentimiento de culpa, la pérdida definitiva de un ser querido o los sacrificios realizados por los allegados. Otro aspecto importante es el misterio, sobre todo para llegar a comprender que ha ocurrido en la ciudad, cuales son las motivaciones de Hannya, y cuál es la relación entre dicho antagonista y KK. La base es buena e interesante, no obstante la escasa evolución narrativa y el ritmo no terminan de acompañar, en parte por la continua ralentización del progreso y la sensación de estar ante una campaña alargada artificialmente.
En este sentido lo salva la tremenda ambientación de Tokyo y el excelente diseño onírico de escenarios y enemigos, y si bien la historia termina por difuminarse, sin darte cuenta acabas echando entre 22-25 horas completando todas las misiones principales y secundarias gracias a la exquisita recreación de Shibuya y el placer de explorar cada callejón. Y bueno, pararte a acariciar gatetes y perretes también se lleva una parte del tiempo.
Asimismo, cabe aclarar que tampoco es estrictamente necesario descargar y jugar GhostWire Tokyo: Prelude, la precuela gratuita del juego que funciona a modo de ‘visual novel’. Aporta algunos datos sobre ciertos personajes e incluso aparece el villano principal, pero no es esencial si bien se puede terminar en apenas 35-40 minutos.
Tango Gameworks ha querido alejarse del género de terror de sus anteriores proyectos proponiendo una aventura de acción en mundo abierto con vista en primera persona donde el uso de poderes sobrenaturales es la esencia de los combates.
Antes de entrar a comentar el apartado jugable, cabe hacer mención a la estructura y pilares fundamentales del título. Como hemos dicho, la ambientación de todas las localizaciones roza un nivel demencial a través de una inmejorable dirección artística. El folclore japonés, la presencia de los yokai, todos y cada uno de los detalles en la exploración y los fantásticos coleccionables hacen de Ghostwire Tokyo una experiencia imprescindible para los amantes de la cultura oriental.
La historia principal acaba por perder fuelle con el paso de las horas, algo que no ocurre con las misiones secundarias, con una narrativa mucho más acotada y que sirven para conocer datos sobre el pasado de KK, la relación con su grupo de detectives, así como pequeños relatos cargados de humor, leyendas de corte mitológico, etc. Particularmente esta faceta de la obra de Tango nos ha dejado fascinados.
En gran parte de ellas el objetivo es liberar a cierto espíritu a dar el salto al otro mundo, debiendo purgar un determinado lugar. Quizás pueda parecer que eres un auténtica recadero, pero lo relevante no es la tarea asignada, sino la experiencia que disfrutas y lo que aprendes por el camino. Son pequeñas trazas de la historia de ciertas personas o leyendas urbanas del folclore nipón y que derrochan una exquisita originalidad en la variedad de escenarios y con bonitos guiños a películas, novelas e incluso juegos japoneses.
Por desgracia, la presencia de tanto contenido secundario y coleccionables desemboca en un mapa lleno de iconos y que recuerda al vago diseño de otras tantas obras del género de mundo abierto. En este aspecto Tango Gameworks propone una estructura bastante anticuada, si bien existe la opción de filtrar, seleccionar o eliminar para disponer de un mapa algo más limpio y ordenado. A pesar de ello, no quita que sepamos el objetivo y hacia dónde acudir en todo momento, perdiendo parte de la exploración más purista que querríamos para aprovechar la excelente localización y los mil recovecos de Shibuya como los laberínticos callejones, iluminadas avenidas, estaciones de metro, zonas residenciales o las intrincadas azoteas de los edificios.
Por suerte, Tango aporta valor al mundo con una fantástica verticalidad. Akito es capaz de abandonar las calles de Shibuya enganchándose a los tengu, una especie de yokais voladores que lo trasladan a los puntos más elevados de la ciudad para explorar los tejados de los edificios, encontrar coleccionables, hallar espíritus para recolectar (sirven como moneda de cambio para ganar experiencia) e incluso desplazarnos con mayor rapidez. Asimismo, si queremos volver a tierra firme podemos lanzarnos y planear hasta alcanzar el suelo.
Como no, ir completando tanto las misiones principales como las tareas secundarias nos aporta puntos de experiencia para mejorar los poderes elementales de Akito, aumento de la capacidad para llevar ítems y sus destrezas, Magatamas con los que desbloquear nuevos niveles de habilidad, recompensas como atuendos, gestos y filtros para el modo foto, y el correspondiente dinero para gastar en tiendas por consumibles.
Pasando a la faceta puramente jugable, Ghostwire: Tokyo es un FPS con un sistema de combate que pese a su fantástica originalidad evidencia una clara falta de profundidad. Akito cuenta con poderes sobrenaturales denominados tejido etéreo, unas magias elementales de viento, agua o fuego que tiene múltiples efectos ante los enemigos. La clave es ir alternando entre ellas pues sus usos son limitados y cabe ir consiguiendo recursos para recargar las magias.
Akito también puede golpear desde amplias distancias mediante un arco especial capaz de herir a los espíritus, lanzar talismanes para provocar estados alterados o emplear sencillas mecánicas de sigilo. Pero lo mejor de todo es lo genialmente integrado que están los ingredientes jugables, brindando una exquisita fluidez para acabar con el amplio tipo de espíritus que van apareciendo a nuestro paso. Eso sí, el protagonista no es el típico héroe, solo un chico de 22 años que se ha visto envuelto en un tremendo lio sin quererlo. Decimos esto ya que los movimientos son lentos, sin posibilidad de emplear un desplazamiento evasivo, y por lo tanto, faltando un punto de agilidad respecto al frenético ritmo del repertorio de ataques.
Como hemos dicho, el sistema de combate tenía un potencial mucho más grande del que se ha plasmado en el juego. Al principio los poderes elementales son bastante básicos, pero poco a poco van ganando en espectacularidad con el aprendizaje, mejora de las habilidades y uso de los talismanes frente a Visitantes cada vez más evolucionados, no obstante, al final la falta de variedad de magias y la repetición de enemigos hacia la mitad y parte final de la aventura acaban por desgastarte.
Tango Gameworks ofrece en PlayStation 5, única versión de consolas actualmente, opciones gráficas propias de PC. Lo habitual es encontrarse con dos o tres modos que varían entre la resolución y el rendimiento, y en Ghostwire Tokyo hay disponibles hasta seis especificaciones distintas. Son las siguientes:
- Modo Calidad: renderizado de alta calidad con trazado de rayos y límite de 30 FPS.
- Modo Rendimiento: centrado una mayor fluidez a la hora de jugar con límite de 60 FPS.
- Modo Calidad HFR: sin límite de fotogramas por segundo pero con ajustes gráficos. De 30 a 50 FPS.
- Modo Rendimiento HFR: sin límite de fotogramas por segundo pero apostando por la fluidez. Más de 60 FPS.
- Modo Calidad HFR (Vsync): Similar al Modo Calidad HFR pero utilizando Vsync para resolver problemas de tearing.
- Modo Rendimiento HFR (Vsync): Similar al Modo Rendimiento HFR pero utilizando Vsync para resolver problemas de tearing.
Sin lugar a dudas, tanto el modo calidad como el modo rendimiento son las mejoras opciones. En el primero disfrutamos de resolución 4K con un soberbio uso del Ray-Tracing, limitando eso sí la imagen a 30 fotogramas por segundo. Por otro lado, en el modo rendimiento ganamos en fluidez alcanzando los 60fps pero perdemos la tecnología de trazado de rayos, aunque el diseño de los reflejos está muy logrado y se agradece muchísimo ganar en claridad de movimientos teniendo en cuenta el tipo de sistema de combate que plantea el título.
En el terreno visual se ha logrado una sobresaliente labor técnica y artística en la recreación de cada lugar de Shibuya y la exquisita variedad de espíritus yokai. Es fascinante ver como los estudios japoneses consiguen una recreación tan fiel de sus barrios, con un infinito nivel de detalle en todas las zonas pese a tratarse encima de un mundo abierto.
En este aspecto y como comentamos en la pasadas impresiones, es algo similar a lo que firma RGG Studio con el barrio de Kamurocho en Yakuza, donde cada tienda, bar, hospital o parque derrocha vida pese a la ausencia de ella gracias al alto grado de realismo. Ghostwire Tokyo es pura next-gen, con modelados, efectos y un brutal sistema de iluminación, a lo que se suma un genial acabado de las texturas y la destacada aplicación de la tecnología de trazado de rayos en los reflejos. Y por último toca hacer un breve comentario hacia el Audio 3D y el aprovechamiento de las funciones del DualSense, siendo una grata experiencia sentir en las manos la resistencia de tu arco, la carga de los hechizos y los impactos.
El apartado sonoro es quizás el que nos ha dejado más frío. La total ausencia de población por las calles deja un escenario un tanto desangelado, escuchando solamente el golpeteo de las gotas de lluvia, algún sonido de animal o ecos de ciertos establecimientos abiertos, ahora sin vida. Por ello, los temas de la banda sonora al final también acaban por olvidarse y nunca aportan nada remarcable a la aventura. Asimismo, Ghostwire Tokyo llega con doblaje de las voces al español, marca de la casa en las ediciones de Bethesda, aunque es reseñable que por defecto viene activado el doblaje al japonés, percibiendo que para saborear al máximo de la historia es recomendable escuchar las voces de los actores originales.
Ghostwire Tokyo es el cuarto gran juego de mundo abierto que debuta en este 2022, y salvo la inmensidad de Elden Ring en todas sus facetas, la obra de Tango Gameworks es la más sorprendente de todos ellos. Si bien cae en ciertos defectos del género, es una producción que derrocha personalidad y originalidad, con una estética excelsa y un sistema de combate extraordinariamente refrescante.
Pese a sus carencias, Ghostwire Tokyo es un juego divertidísimo y que se disfruta una auténtica barbaridad. El guión es mejorable, pero lo contrarresta con un genial diseño de misiones secundarias y unos enfrentamientos mediante magias que suponen un soplo de aire fresco respecto a otros FPS pese a la falta de variedad en la recta final. Además, propone una duración bastante más acotada de lo que estamos acostumbrados, donde las horas pasan volando gracias a la exquisita ambientación y el despliegue técnico y visual en PS5 y PC. Lo nuevo del equipo de Shinji Mikami es un regalo perfecto para los amantes de la cultura y el folclore japonés, un título especial que no defrauda y por méritos propios una de las sorpresas más agradables de lo que llevamos de año.
Author: Alejandro Altaber
Redactor en RegionPS.com desde enero de 2012
Ghostwire: Tokyo
59,95Pros
- Grandiosa recreación de las calles de Shibuya. Tremendo nivel de exteriores e interiores.
- Sobresaliente construcción y diseño de las misiones secundarias
- La dirección artística y ambientación del universo del juego, destacando el diseño de los enemigos yokai
- Hasta seis modos gráficos en PS5, todos ellos muy bien optimizados
- El uso de poderes y magias en el combate. Notable exploración y destacable implementación de la verticalidad
Cons
- Hay margen de mejora para profundizar en el sistema de combate
- Un mundo abierto con una estructura demasiado conervadora
- La historia principal se siente alargada de manera artificial