Análisis | Like a Dragon: Infinite Wealth

Análisis | Like a Dragon: Infinite Wealth

23 enero 2024 0 Por Víctor González Valle

Baka Darou.

Ficha Técnica

Título: Like a Dragon: Infinite Wealth

Desarrollador/Editor: Sega / Ryu Ga Gotoku Studio

Distribuidor: Plaion

Número de Jugadores: 1

Plataformas: PlayStation 4,Xbox One, PC, Xbox Series S/X , Playstation 5

Género: RPG/Aventura

Que la franquicia Like a Dragon (anteriormente llamada Yakuza) esté teniendo una segunda oportunidad en occidente es algo que personalmente me alegra mucho, ya que su primer acercamiento se recibió de manera muy fría.

Sin embargo , seguramente gracias a la puerta de entrada que supuso Yakuza: Like a Dragon o el spin-off Judgment la franquicia de Sega y Ryu Ga Gotoku Studio por fin tiene cierta trascendencia en nuestras tierras, lo que ha propiciado que los lanzamientos empiecen a llegar a la vez que en Japón, traducidos a nuestro idioma y sin ninguna censura.

Hace escasos meses os hablé de Like a Dragon Gaiden: The Man who erased his name, el juego protagonizado por Kazuma Kiryu y que servía de puente para el título del que vengo a hablaros hoy, Like a Dragon: Infinite Wealth.

Y es que si con Gaiden os hablábamos de un juego más pequeño, tanto en duración como en contenido, con Infinite Wealth podemos ver como el Ryu Ga Gotoku Studio ha puesto toda la carne en el asador con la nueva aventura de Ichiban Kasuga, con nueva localización incluida.

No vamos a entrar mucho en la trama porque creo que es de los puntos más interesantes del título, pero por poneros en situación, Infinite Wealth nos sitúa después de los acontecimientos de Yakuza: Like a Dragon y Gaiden, poniéndonos de nuevo en la piel de Ichiban Kasuga, que debe viajar a Honolulu ya que parece ser que allí vive su madre biológica, para conocerla y conocer más sobre sus orígenes.

Por supuesto nada es tan sencillo, y la mujer anda en paradero desconocido por motivos bastante turbios que implican a las mafias de la isla así como a poderes mayores, por lo que nuestro ‘héroe’ deberá unirse a nuevos amigos y viejos conocidos en una aventura que nos llevará a descubrir Hawái y los secretos que oculta un entorno en apariencia tan seguro y paradisiaco.

Por supuesto, y como seguramente hayáis visto en los trailers, uno de esos nuevos integrantes del grupo es nada más y nada menos que Kazuma Kiryu, con un aspecto bastante envejecido (no obstante en esta entrega tiene 56 años aproximadamente) pero que sigue imponiendo como siempre, pese a tener graves problemas que pese a haberse visto en materiales oficiales prefiero no mencionar por si llegáis totalmente vírgenes a la experiencia.

En cualquier caso, una vez puestos en situación toca hablar del juego en sí. Si jugasteis a Yakuza: Like a Dragon deciros que este título recoge el testigo de la última aventura de Ichiban expandiendo todo lo expandible, es un claro ejemplo de más y mejor.

Empecemos por el escenario, en esta ocasión a Ijincho se le suma Hawái y ya os puedo decir que es el escenario más grande de la franquicia hasta el momento, y con bastante diferencia. Por supuesto no necesariamente por su tamaño tiene que ser mejor, pero tanto su estructura como el cambio de estética (por primera vez salimos de Japón) hace que el juego se sienta fresco pese a estar claramente construido sobre el esqueleto de las anteriores entregas, que es el motivo por el que este estudio de Sega es tan eficiente en sus desarrollos.

Tan grande es Hawái que dispondremos, además de los habituales taxis, de un patinete eléctrico para desplazarnos tanto de forma manual como de forma automática, que consumirá batería que deberemos recargar en diferentes puestos a lo largo del escenario. También se añade la posibilidad de escuchar música o podcasts (que por desgracia no vienen traducidos a diferencia del juego que viene subtitulado al castellano) y es que podremos escuchar clásicos de la saga, del karaoke (que vuelve con más temas que nunca) o incluso canciones de otras franquicias como Puyo Puyo o el mismísimo Sonic.

La ciudad está viva, no solo por la gente o los vehículos circulando, si no por la cantidad de restaurantes, tiendas, centros comerciales o actividades por hacer, algo característico de la franquicia pero que en este título literalmente explota por los aires con contenido prácticamente inabarcable.

Vuelven los recreativos, las misiones secundarias (muy bien escritas y que tratan diversos temas sociales distintos a la trama secundaria) y se añaden multitud de minijuegos como el de hacer fotos a pervertidos como si un shooter on rails se tratase, un pseudo Crazy Taxi de reparto de comida, excursiones para aprender nuevos ‘trabajos’ o la posibilidad de tomarnos un baño en la playa mientras recogemos basura son solo unos ejemplos que se suman a clásicos como los dardos o la pesca entre muchos otros.

Y me he dejado a propósito el mayor ‘minijuego’, si es que se le puede llamar así, del título. La isla Dondoko. Este apartado, que se desbloquea avanzando un poco en la historia principal, es prácticamente un juego en sí mismo. Como si de una mezcla entre Animal Crossing y gestor se tratase, deberemos adecentar y mejorar una antigua isla turística para que vuelva a tener el esplendor que tenía antiguamente.

Para ello contamos con una jugabilidad prácticamente nueva. Deberemos deshacernos de la basura con nuestro fiel bate, recoger insectos, peces o fórmulas para después fabricar mobiliario o incluso edificaciones enteras, todo con el objetivo de que vaya llegando gente y se convierta en el resort más deseado por los turistas (todo ello con una subtrama bastante larga e interesante). Os aseguro que solo con este modo podéis pasar decenas de horas desconectados de la historia principal.

Y que decir de la historia, casi cualquier cosa que comente se consideraría spoiler así que os diré que está a la altura de la saga, con toques de humor en las misiones secundarias pero siendo un verdadero drama de acción en la trama principal, que esta vez es compartida por el propio Ichiban y Kiryu. Todos los personajes, tanto antiguos como nuevos derrochan carisma y tiene sus propias motivaciones, su pasado y sus propios fantasmas, que podremos ver si estrechamos los vínculos con ellos ya sea regalándoles cosas, escuchando conversaciones secundarias que encontraremos por el mapa (hay decenas sino cientos de estas) y combatiendo con ellos, por lo que seguramente ya vais viendo que es un título donde de una manera u otra todos los sistemas se retroalimentan entre ellos para darle más coherencia al por qué de cada mecánica o minijuego.

Entrando en el sistema de combate, en Infinite Wealth volvemos al RPG por turnos con subida de niveles, equipamiento (que se puede mejorar de muchas maneras con el equivalente a la ‘herrera’), sistema de trabajos e incluso invocaciones, pero todo llevado al mundo real, una vez más visto desde los inocentes y muy imaginativos ojos de Ichiban.

A rasgos generales el combate es muy continuista respecto a Yakuza: Like a Dragon. Cuando un maleante nos amenace, o cuando debido a la trama estos enfrentamientos ocurran, nos encontraremos ante un combate por turnos puro y duro. Con una interfaz muy llamativa podremos realizar diversas acciones, viendo en todo momento el orden de los turnos tanto nuestro como de nuestros enemigos. Podremos realizar desde ataques básicos a golpes especiales, pasando por cubrirnos , hacer guardias perfectas , utilizar elementos del entorno para golpear e incluso contaremos con invocaciones, que son extremadamente divertidas y nos sacarán más de una carcajada.

Tendremos ataques simples, en área, «magias» y todo tipo de artimañas tanto para atacar como para defendernos y curarnos, por lo que  será importante nuestro posicionamiento respecto a nuestros enemigos, así como acertar los QTE cuando salten.

Cabe decir que se añaden pequeñas pero muy interesantes mejoras como ataques combinados que consumen un indicador especial o la posibilidad de movernos durante nuestro turno por un área delimitada que nos permitirá tomar posición y poder atacar por la espalda, realizar ataques de proximidad o juntarnos a un compañero de grupo (podremos tener en combate a 4 personajes) para hacer poderosos combos. Seguimos contando con un modo auto que podemos modificar de tres maneras distintas pero también se ha añadido un modo batalla rápida para los enemigos más débiles, donde nos ‘saltaremos’ el combate para ir más rápido.

Por supuesto se han añadido una buena cantidad de trabajos nuevos, muchos relacionados con la temática playera de Hawái, cumpliendo diversos roles, como el atacante, el defensor o el ‘mago’. Además en esta ocasión, cada vez que cambiemos de trabajo podemos heredar varias habilidades de cualquier trabajo anterior que hayamos utilizado para crear mezclas muy interesantes.

Pese a que continúa habiendo mazmorreo y momentos de ‘farmeo’ ya sea de nivel o de dinero, estos están (o al menos esa es la sensación que me he llevado yo) mejor llevados, resultando en mazmorras de historia más cortas y multitud de objetos que nos permiten subir de nivel o conseguir más dinero por combate, siendo este un apartado que aún tiene margen de mejora pero donde aun así hay un avance considerable.

Como parte del combate pero volviendo a ser prácticamente otro juego, tenemos a los Sujimon, que vuelven de Yakuza: Like a Dragon, pero de manera muy expandida. Los Sujimon son una parodia de los Pokémon (por si no quedaba claro) que no son otros que los extravagantes maleantes que andan por las calles. Pero en esta ocasión no nos limitaremos a registrarlos en la Sujidex, si no que podremos atraparlos después de derrotarlos en un minijuego de camelárnoslo con un regalo, haciendo que se una a nuestro ‘equipo’, habiendo incluso incursiones temporales como si de Pokémon Go se tratase.

Estos Sujimon que vayamos atrapando nos permitirán crear un equipo de tres principales y tres reservas, de distintas afinidades elementales que nos permitirán luchar contra otros entrenadores en pos de derrotar al ‘Alto Palco’ así que deberemos capturar todos los posibles para completar la Sujidex así como hacerlos subir de nivel e incluso evolucionarlos, por lo que completar esta parte al 100% nos puede llevar otro buen puñado de horas, pudiendo durar nuestra aventura si queremos ver todo o prácticamente todo cerca de 100 horas, siendo el Like a Dragon con más duración desde mínimo Yakuza 5.

A nivel técnico el juego sigue siendo continuista, volviendo a hacer uso del Dragon Engine que tantas alegrías nos ha dado estos años. Si habéis jugado Yakuza: Like a Dragon o Like a Dragon Gaiden el apartado técnico no es tan diferente, siendo un trabajo de refinamiento por parte de Ryu Ga Gotoku Studio. Encontramos mejoras sutiles en las animaciones, las expresiones faciales, el antialiasing o el texturizado, pero donde más se nota la evolución es en el tamaño del mapa y la cantidad de cosas que mueve en pantalla a la vez sin caídas de frames (alguna pequeña rascada con el patinete he notado pero nada grave), siendo donde más destaca en las escenas, donde los personajes derrochan expresividad.

A nivel sonoro contamos con melodías de corte electrónico mezclado con temas japoneses para el Karaoke u otros más tribales o con coros para los momentos más épicos. Las voces estarán en japonés o inglés mientras que tendremos el juego subtitulado al castellano para no perdernos ni un poco de tan interesante historia, por lo que pocas pegas podemos poner en este apartado.

Conclusión

Like a Dragon: Infinite Wealth es una entrega que enamorará a los fans de la anterior ya que mantiene todos los elementos que ya enamoraron a los fans con Yakuza: Like a Dragon pero los potencia, haciéndolo más grande, más divertido y más ambicioso. La historia os emocionará en no pocas ocasiones y es que el tándem Ichiban/Kiryu no puede ser mejor y sus interacciones junto a las del resto del equipo están muy bien escritas. Os aseguro que esta historia os sacará bastantes carcajadas, pero también más de una lágrima.

En un año que se postula como el año de los RPG japoneses, que Infinite Wealth (en lo personal) sea capaz de postularse como uno de los mejores, ya es mucho decir. A partir de aquí ando deseoso de saber que será lo próximo del Ryu ga Gotoku Studio.

Like a Dragon: Infinite Wealth

69,99€
9

Historia

9.2/10

Jugabilidad

8.8/10

Gráficos

8.8/10

Sonido

8.8/10

Duración / Diversión

9.2/10

Pros

  • El claro ejemplo de más y mejor.
  • Lo bien que sienta el cambio de aires con Hawái.
  • La isla Dondoko y los Sujimon son casi dos juegos a parte.

Cons

  • El mazmorreo y el farmeo sigue sin estar al nivel de otras producciones.
  • Los desplazamientos, pese a ser más rápidos, pueden agobiar si eres completista.