Análisis | Mirror’s Edge Catalyst
27 junio 2016Mirror’s Edge Catalyst no hubiera sido posible sin la perseverancia de los jugadores. Quizás muchos no recuerden a su protagonista ni la primera entrega lanzada hace ya ocho años en la pasada generación de consolas, pero aquel títulos captó una legión de usuarios que han pedido día tras día una nueva oportunidad para Faith y demostrar que Mirror’s Edge todavía tenía mucho por decir.
Título: Mirror’s Edge Catalyst Estudio desarrollador: DICE Distribuidor: Electronic Arts Número de Jugadores: 1 Plataformas: PlayStation 4, Xbox One y PC PEGI: +16 Fecha de salida: 9 de junio de 2016 Idioma: Voces y textos en español Género: Acción, Aventura Cómpralo ya por solo 31,95€: Mirror’s Edge Catalyst
Mirror’s Edge en 2008 se convirtió prácticamente en uno de los sleepers de PlayStation 3 y Xbox 360. Un juego que agradó a la crítica por su frescura de ideas en cuanto a mecánicas y puesta en escena, pero que por algún motivo no funcionó bien a nivel de ventas para Electronic Arts. Una propiedad intelectual que ofrecía lo que tantos le pedían a la industria, mezcla de géneros planteando una aventura de acción en primera persona con el parkour y las plataformas como principales bazas jugables. Pasado el tiempo, Faith caía en el olvido hasta el E3 2013, el estudio nórdico de DICE presentó un reinicio de Mirror’s Edge en vez de la esperada secuela, aclarando ideas e introduciendo nuevas características que le llevaron hasta convertirse en uno de los juegos más esperados del primer semestre de 2016.
Sin perder la seña de identidad que tanto lo identificó en el pasado, el equipo de desarrollo pensó en introducir uno de los elementos más vistos de la actual generación, el mundo abierto. A Mirror’s Edge Catalyst y Glass City le sienta bien libertad para moverse por los pulcros escenarios, pero también cae en los mismos errores que tanto se repiten en el género. Aun así, un retorno muy agradecido con un buen número de novedades y motivos para disfrutar durante al menos una decena de horas ante la pantalla.
Historia
Faith Connors es una de las mejores runners de la ciudad de Glass pero sus días de libertad llegarán a su fin cuando el malvado Gabriel Kruger y el opresivo Conglomerado se crucen en su camino. Entonces pasará de ser una mujer sin preocupaciones a abrir los ojos a lo que ocurre en la ciudad donde vive. Tras un tiempo en la sombra al ser detenida, Faith vuelve con unas inmensas ganas de volver a sentirse runner para sabotear los planes de las corporaciones que dominan la ciudad.
Hablando en términos históricos, sería complicado situar los acontecimientos de Mirror’s Edge Catalyst ya que podría tratarse de una precuela pero también secuela. DICE no ha concretado bien esta faceta, y simplemente apuesta por una narrativa más cuidada y elaborada donde se ahonda en los orígenes de Faith con claras muestras a sus niñez. Es evidente que Electronic Arts ha apostado fuerte por el desarrollo del título, dejando de lado el «comic animado» que vimos en la primera entrega para presentar las cinemáticas para presentar unas grandiosas escenas CGI que dan más énfasis e importancia a los protagonistas del juego.
Pese a todo el interés que han puesto por brindar a los seguidores de Mirror’s Edge un argumento más elaborado que la propuesta de 2008, la historia y vivencias de Faith en la ciudad de Glass no son todo lo brillantes que deseábamos. Sirven como hilo conductor para disfrutar moviéndote por las alturas de la metrópolis realizando todo tipo de movimientos y locuras en los tejados, pero no es el gancho que esperaban tener para captar un mayor público. Personajes demasiado planos y un guión que no sorprende, para terminar siendo el típico recadero durante las 9-10 horas que dura la historia principal. Una duración que aumentan considerablemente si deseamos completar las misiones secundarias, pruebas contrarreloj, entregas opcionales y otros contenidos adicionales que doblan la cifra anteriormente citada.
Jugabilidad
La principal novedad jugable y a en la que más hincapié han puesto los desarrolladores es sin duda el mundo abierto. Mirror’s Edge Catalyst deja ser el juego lineal y pasillero que fue la propuesta original para ofrecer la máxima libertad en una ciudad cuyos distritos se van desbloqueando con el paso de las misiones.
Mirror’s Edge Catalyst cuenta con un total de 19 misiones principales, cada una de ellas presentada con una trabajada secuencia de vídeo y cuyo planteamiento va progresando junto a las habilidades de Faith. La dificultad a su vez va «in crescendo» haciendo uso de las nuevas mecánicas y los gadgets como el gancho o el disruptor que aportan variedad a la aventura. Más allá de lo comentado, prácticamente siempre cabe cumplir encargos bastante rutinarios acudiendo de un punto a otro de la ciudad para luchar y hacer frente a los bandos opresores que mandan en Glass.
Como juego de mundo abierto al uso, tenemos un mapa lleno de alternativas diferentes para completar. Hasta nueve actividades que sirven básicamente para satisfacer a los distintos NPC’s y entregar sus paquetes a tiempo. También hay otros algo más interesantes como los hackeos y sabotajes, pero los verdaderamente atrayentes son las pruebas contrarreloj. Carreras para picarse con amigos y usuarios de todo el mundo, intentando marcar el mejor tiempo en un circuito que casi siempre ya hemos visitado en las misiones secundarias de encargos de transporte de mercancías frágiles. Un tipo de objetivos que si es muy recomendable de ejecutar es desactivar las distintas torres para desbloquear el viaje rápido a cada distrito, para así ahorrar varios paseos sin sentido. Un alto número de actividades como hemos dicho, pero poca profundidad más allá de la introducción de dar vida y contenido al juego.
La clave del éxito entre jugadores del primer Mirror’s Edge fue el pulcro aspecto artístico y su jugabilidad, esa idea fresca y renovada de los juegos en primera persona gracias a los extremos movimientos de Faith. Una chica que es capaz de realizar cualquier tipo de salto, escalada o acrobacias sin perder el equilibrio formando una cadena interminable de acciones. En Mirror’s Edge Catalyst se mantiene ese sistema de control pero aportando pequeñas novedades principalmente en forma de artilugios.
Como buen juego de 2016, el gancho no podría faltar en Mirror’s Edge Catalyst. Esta herramienta no falla en ninguna propuesta actual de mundo abierto y Faith tampoco iba a ser menos. Pese a tratarse de un elemento bastante explotado, en este caso funciona realmente bien. Es una gozada no tener que parar el ritmo y balancearse para alcanzar la siguiente plataforma, al igual que mostrando estampas espectaculares el lugares específicos de ciertas misiones. Y hablamos del ritmo de la carrera porque DICE ha introducido una barra de concentración que se carga según la cadena de movimientos que hagamos sin fallar en su ejecución. Si mantenemos el sprint durante mucho tiempo, posteriormente tiene su recompensa en los combates con un extra de aguante ante los ataques enemigos.
Unos combates que han causado mucho revuelto durante los últimos meses desde su anuncio. En Mirror’s Edge Catalyst la protagonista no puede empuñar en ningún momento armas de fuego y únicamente existe la posibilidad de emplear ataques cuerpo a cuerpo. Si bien su uso anteriormente no era especialmente recomendable debido a la horrorosa habilidad que tenía Faith para disparar, era una opción más para acabar con los soldados. Ahora todo queda reducido a un sistema de combate extremadamente simple, siendo el apartado más flojo del conjunto.
Existen ataques variados con los miembros superiores e inferiores, e incluso con unas físicas que responden de forma satisfactoria a los impactos, pero todo queda reducido a emplear dos únicos botones durante todo el juego. Si venimos corriendo superando obstáculos con movimientos ágiles y golpeamos en el aire, es gratificante ver como despachas al contrincante para continuar con la galopada, pero si hay que parar para hacer frente a un pequeño grupo, se convierte en algo engorroso y poco atractivo. Además, la inteligencia artificial no supone un resto en ningún momento debido a su parsimonia esperando dormidos a ser atacados uno a uno.
Otro punto polémico pero que en este caso se ha resuelto con mayor suerte es la progresión de Faith al más puro estilo RPG. En Catalyst no están desbloqueadas todas las habilidades desde el comienzo, sino que cabe conseguirlas poco a poco en un a´rbol que se divide en tres ramas: Movimiento, Combate y Equipamiento. Con los puntos de experiencia obtenidos en misiones tanto principales como secundarias se va potenciando a Faith.
Gráficos y Sonido
Pese a los cambios que haya sufrido Mirror’s Edge Catalyst, mantiene su esencia y una tremenda personalidad en el terreno gráfico. Una vez más, Electronic Arts y DICE han echado mano del motor Frostibite para que Faith luzca de maravilla en la nueva generación de consolas. Debido al peculiar estilo de juego, los desarrolladores han decidido primar la fluidez de imágenes en pantalla respecto a la resolución, alcanzando los 60 fps en todas las plataformas. Sin embargo, la resolución difiere en cada plataforma, funcionando a 900p en PlayStation 4 y 720p en Xbox One.
El diseño artístico de Mirror’s Edge catalyst es una pasada, mostrando un mapeado con escenarios de colores muy marcados, destacando el blanco por encima del resto. Todo ello en una vista en primera persona que aumenta la inmersión en la preciosa ciudad de Glass. El efecto sorpresa se pierde en esta segunda entrega, pero es una maravilla el diseño arquitectónico de los edificios, la iluminación con el ciclo día/noche y las animaciones de movimiento de Faith.
No obstante, parece que todos los recursos se han destinado en definir a Faith, ya que los demás personajes presentan un acabado ingame bastante mediocre, mejorando su faceta como es normal, en las CGI que acompañan al título. En cualquier caso, Mirror’s Edge Catalyst tiene importantes problemas en lo que se refiere a la carga de texturas, incidiendo en que no están al nivel de otros juegos de PlayStation 4 y Xbox One, ya que el rendimiento en PC difiere. Respecto al sonido, pocos inconvenientes se pueden encontrar. Los efectos sonoros funcionan correctamente, la banda sonora cumple a un nivel notable con temas muy en la línea de los escuchados en el pasado y contamos con un más que interesante doblaje al español.
Conclusión
El empeño y trabajo que ha puesto el equipo de DICE para resurgir con Mirror’s Edge Catalyst se ha quedado a medio camino. Las novedades jugables que se han impuesto no han terminado de encajar como todo el mundo deseaba, y es así por las limitaciones que tiene el título desde su concepto inicial. Es un juego que los fans van a disfrutar al igual que lo hicieron con su antecesor, pero volverá a ser indiferente para aquellos que también lo dejaron de lado hace ocho años.
Asun así, las posibilidades para disfrutar corriendo y haciendo acrobacias por la ciudad son inmensas, con una buena cantidad de opciones y contenido para completar. Mirror’s Edge Catalyst brilla cuando todas las piezas encajan y Faith se mueve con agilidad, pero desentona en sus combates y el intento de proponer una narrativa con mayor peso. Salvo sorpresa dentro de otros muchos años, Mirror’s Edge Catalyst puede ser una despedida tras no aprovecharse al máximo esta segunda oportunidad, que tan difíciles son de conseguir actualmente en la industria del videojuego.
Mirror's Edge Catalyst Trailer de Lanzamiento - Por qué Corremos
Más información en http://www.mirrorsedge.es Los tiempos están cambiando en la ciudad de Glass. Recién salida de su detención juvenil, la experimentada runner Faith Connors tiene que ajustar cuentas con el Conglomerado de la ciudad y con el diabólico Gabriel Kruger. Faith se ve forzada a empezar a correr por algo más importante que ella misma.
Mirror's Edge Catalyst
59.95€
Pros
- Catalyst sigue siendo impecable a nivel artístico
- Recorrer la ciudad a toda velocidad es una gozada
- Gran cantidad de misiones secundarias y carreras contrarreloj
- Agradable sistema de progresión
Cons
- Combates cuerpo a cuerpo demasiado simples
- Problemas técnicos en texturas
- Historia plana y sin sorpresas
