Análisis | Monark – PS5

Volvemos a la escuela en un JRPG con la participación de ex-veteranos de la saga Shin Megami Tensei.

Shin Megami Tensei es una saga cada vez más querida por el público occidental. Eso no quiere decir que la saga no tuviera su público desde sus inicios a finales de los años 80. Tanto que generó la franquicia Persona y múltiples Spin off que los jugadores adoran y anhelan cada una de las noticias que se lanzan de esta gran franquicia.

Pero hoy no venimos a hablar de Shin Megami Tensei, aunque si de un juego que bebe clarísimamente de esta saga, y no es menos, ya que Monark, el título que analizamos en el día de hoy, ya que cuenta con veteranos de la franquicia, concretamente de las primeras entregas. En este caso el título desarrollado por Lancarse y distribuido en Japón por FuRyu y en occidente por NIS America cuenta con los talentos de:

• Kazunari Suzuki (guionista del primer Shin Megami Tensei)
• Tsukasa Masuko (compositor de SMT, Devil Summoner)
• Aya Nishitani (guionista de las primeras entregas de SMT)

Estas personalidades le dan al juego una estética que bebe mucho de esos JRPG tan oscuros, y difíciles, de Atlus, pero con un presupuesto bastante limitado, que le pasa factura en parte, a un título con ciertos elementos bastante originales, pero que no está hecho para todos los públicos.

Monark narra la trama del Consejo de Estudiantes Verdaderos, que se estableció para resolver las situaciones anormales en la escuela. El protagonista, que se convierte en el subdirector del consejo, elige a un compañero de entre cuatro personajes para desafiar lo irrazonable.

La historia principal tiene múltiples finales. Hay diferentes rutas para cada uno de los cuatro personajes amigos. Para facilitar las partidas múltiples, también se puede omitir rutas compartidas y avanzar a través de diferentes rutas de amigos.

Como veis, esos múltiples finales alargarán la duración de un título ya de por sí bastante largo, por lo que podremos pasar decenas y decenas de horas explorando la academia Shin Mikado que estará conformada de diferentes edificios y una zona exterior.

Estos edificios estarán cubiertos por una misteriosa niebla, que normalmente está relacionada con un personaje que ha realizado un pacto con un «demonio» relacionado normalmente con un sentimiento o pecado capital. Nosotros, como buen protagonista amnésico que despierta de repente en la escuela, que ha sido aislada por una extraña barrera, deberemos unirnos a otros personajes mientras destruimos los «Ideals» de cada uno de los villanos, para así conseguir que el pacto se rompa y liberar al edificio en cuestión de la enloquecedora niebla.

Como veis la historia es la más rompedora del género, ni tampoco pretende serlo. Aun así cumple los estándares y trata de tener un tratamiento psicológico de los personajes, que si bien se consigue a medias, logra destacar por encima de la media de las tramas más genéricas del JRPG, pese a que los personajes, cada uno con sus personalidades bien marcadas, sus pasados y su forma de ser, no terminan de culminar como deberían, sintiéndose a veces una mera comparsa para avanzar el punto narrativo que nos toque cumplir en ese momento.

Mientras exploramos la escuela podremos interactuar con decenas de estudiantes que contarán con su propia descripción que podremos recopilar en una base de datos que nos ayudará a sentir más real este pequeño mundo construido por Lancarse, además podremos aceptar hacer algún que otro test que hará aumentar diferentes estadísticas de nuestro perfil psicológico y que nos permitirá entre otras cosas recoger «Alter egos» , unos cristales que aumentarán de forma permanente nuestros parámetros.

Habrá bastantes textos por leer que expandirán el lore y a veces nos servirán de pistas para diferentes puzles que encontraremos a lo largo de la aventura, algunos opcionales y otros obligatorios para avanzar, desde combinaciones de cajas fuertes hasta entrar a las cuentas de ciertos estudiantes para conseguir datos sobre ellos que nos permitan avanzar.

Y es que como todo buen JRPG tendremos multitud de combates. En esta ocasión no serán aleatorios ni los enemigos poblarán los mapas, si no que recibiremos llamadas telefónicas en nuestro móvil o podremos llamar nosotros a diferentes números que nos llevarán directamente a un combate, además de los que son obligatorios para la historia, que incluyen diferentes jefes, normalmente uno por cada zona nueva que visitemos.

Los combates se plantean en un mapa predeterminado donde podremos ver la cantidad y disposición de enemigos antes de empezar para poder escoger a los personajes que más nos convengan. Una vez en la arena de batalla tendremos un turno por cada personaje antes de pasar al turno de los enemigos. Podremos mover libremente a nuestro personaje dentro del espacio en el que tenga permitido desplazarse, para colocarnos en posiciones estratégicas, ya sea para recibir menos daño, atacar por la espalda, o facilitar las asistencias. Contaremos con todo tipo de ataques y magias que consumirá o nuestra propia vitalidad o la barra «Mad», que si llega al 100% nos volverá locos y perderemos el control del personaje durante unos cuantos turnos, si nuestro protagonista muere será game over y podremos reintentar el combate o volver a la enfermería a que nos pongan el susodicho indicador a 0 otra vez.

Estos combates, pese a contar con un botón que acelera los movimientos y un modo de dificultad llamado «Casual mode», que facilita un poco las cosas, siguen siendo además de bastante lentos y largos, bastante difíciles si no farmeas lo suficiente. ¿Y que ansiamos amasar en este juego? Pues la moneda de cambio para absolutamente todo en Monark será el «SPIRIT», estos puntos, que podremos recoger por los escenarios o al final de cada combate, dependiendo el rango que saquemos, nos permitirán subir los árboles de habilidades de cada uno de los personajes, que hace a su vez que suba su nivel y sus parámetros.

El problema es cuando vemos que esta cantidad de SPIRIT, que además suele ser bastante escasa si nos ceñimos solo a seguir la trama, sirve no solo para mejorar a los personajes, si no como moneda de cambio para comprar objetos por ejemplo, esto genera un efecto de tener que repetir combates relativamente sencillos una y otra vez para conseguir una buena cantidad de este codiciado elemento que nos dará la sensación de estar hecho para alargar de manera artificial la duración de un título ya bastante largo de por sí.

El apartado visual es bastante flojo, no os vamos a engañar. Si bien se respeta toda la estética escolar y puede recordar a Shin Megami Tensei, Monark, ya sea por temas presupuestarios o de inspiración, se queda muy corto en este aspecto. Los diseños de los personajes están muy vistos, la variedad de enemigos es muy pequeña y en general no contaremos con muchas animaciones, excepto en algún que otro vídeo pregrabado para los momentos más importantes de la trama. También sufren en este aspecto los escenarios, al fin y al cabo es una academia, por lo que casi todos los emplazamientos se sentirán iguales, con leves cambios estéticos pero en general todo muy gris, apagado y pasillos iguales, lo que hará que nos perdamos alguna que otra vez, no por el tamaño de los mismos, si no por la repetición de habitaciones iguales o pasillos muy parecidos entre sí.

En lo sonoro el juego cumple, contamos con melodías para acompañar cada momento bastante suaves y que no molestan, pero donde brilla la música es en los diferentes jefes, donde cada uno contará con un tema cantado acercándose a diferentes géneros musicales y que nos recuerdan enormemente a los tan queridos openings de los anime, quedándose algunas grabadas a fuego en nuestra cabeza. Contamos con voces tanto en inglés como en japonés, aunque por desgracia los textos solo vienen localizados al inglés, por lo que si no domináis la lengua de Shakespeare tendréis problemas para seguir una historia que además está repleta de diálogos y textos , por lo que más vale que os acerquéis al juego si tenéis fluencia con el idioma.

Monark es un gran intento de JRPG pero que no termina de cuajar del todo. Es café para muy cafeteros, de eso no cabe duda. Si sois muy fans de Shin Megami Tensei este juego os resultará familiar, aunque no llega a ser tan redondo como el título de Atlus, se notan las inspiraciones y los creativos detrás del mismo, pero no es el JRPG más recomendado ni para iniciarse en el género ni si buscáis algo más liviano, aunque eso no hace que el juego de Lancarse no tenga cosas originales e interesantes.

Monark

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7.3

Historia

7.4/10

Jugabilidad

7.7/10

Gráficos

6.9/10

Sonido

7.5/10

Diversión

7.2/10

Pros

• La música de los jefes.
• Los combates son originales...

Cons

• ...pero a veces muy pesados.
• Técnicamente muy desfasado y repetitivo.