Análisis | Stranger of Paradise: Final Fantasy Origin

No nos engañemos, todos sabemos que hemos venido aquí por CHAOS.

Final Fantasy está de aniversario, nada más y nada menos que 35 años desde que aquellos guerreros de la luz anónimos cruzaran el puente de Cornelia con la misión profética de activar y proteger los cuatro cristales elementales en aquel mundo de pixeles en 2 dimensiones para la Nintendo Entertainment System en un JRPG que cambiaría la industria japonesa ( junto a otros exponentes, por supuesto) y pondría a Squaresoft y a Hironobu Sakaguchi en boca de todos.

Mientras esperamos a la decimosexta entrega y a la continuación del remake de la séptima, y para celebrar este aniversario, Square Enix ha encargado a Koei Tecmo, en concreto a Team Ninja, padres de Ninja Gaiden o de Nioh, el desarrollo de un juego con un acercamiento más «souls», y entrecomillamos porque no tiene tanto de souls si no del propio Nioh, pero con su propia personalidad, una «reimaginación» de la primera entrega, y volvemos a entrecomillar porque lo es y no lo es a la vez, esta vez desde el punto de vista de Garland, el villano por excelencia que seguro que muchos conocéis por la subsaga Dissidia, creando un título que revisa la historia y el mundo del primer título mientras vemos la creación de este villano, que no tenía prácticamente profundidad en el título original y que permite escribir una historia completamente nueva.

Nos pondremos en la piel de Jack, un protagonista amnésico que llegará a las puertas de Cornelia portando un Cristal Oscuro, y que casualmente se encontrará con dos personajes, Jed y Ash que también portan sendos cristales y tampoco recuerdan ni de donde vienen ni nada sobre su pasado. En Cornelia el rey les pedirá que restauren la luz de los cristales para que el reino no acabe envuelto en la oscuridad. Así comenzaremos una aventura que nos llevará por más de una decena de mazmorras mientras descubrimos los secretos de ese mundo, el pasado de los personajes y esa obsesión que tendrá nuestro protagonista por matar a Caos.

Con esta pequeña premisa nos lanzaremos a una aventura que nos recordará muchísimo a Nioh. Por si no habéis jugado a estos títulos, desde un mapa accederemos a las diferentes mazmorras, tanto para cumplir la misión principal como las diferentes secundarias, también podremos hablar con distintos habitantes de Cornelia ( aunque no nos dejarán explorar la ciudad libremente, por desgracia), acceder a un herrero y mejorar a nuestros personajes.

La narrativa es un tanto extraña, ya que gran parte del lore lo recibiremos mediante texto si exploramos y la primera mitad del juego las escenas son super escuetas y no sabremos muy bien de qué va la cosa, pero personalmente, la recta final me ha parecido bastante interesante y con momentos muy épicos y sorprendentes, donde brilla Jack y su personalidad, que no solo es un meme como se ha popularizado en las redes sociales, si no que cuenta con una evolución, que pese a ser acelerada no deja de ser un arco de personaje interesante, por supuesto, todo ganará puntos si conocemos la primera entrega y su historia.

Una vez dentro de la mazmorra tendremos uno de los muchos homenajes a los 35 años de la franquicia. Y es que , pese a que argumentalmente sigue más o menos la estructura de la primera entrega, cada escenario que visitemos será un claro guiño y homenaje a las entregas numeradas de la saga. Podemos visitar sitios inspirados en el Reactor Submarino Mako de Final Fantasy VII o la Ciudadela de Final Fantasy XV, así con cada una de las entregas, por lo que el más fan de la franquicia sumará muchos puntos en la experiencia de juego, ya que cada detalle o remix musical está bastante cuidado dentro de las limitaciones de este spin-off.

Y con esto ya os ponemos en aviso, Stranger of Paradise: Final Fantasy Origin es una entrega que claramente cuenta con un presupuesto muchísimo menor que los juegos principales, además de ser un encargo externo a Square Enix, pese a que el director creativo es Tetsuya Nomura y guion original de Kazushige Nojima, lo que repercute en el resultado final, tanto técnico como creativo, viéndose bastante limitado sobre todo si lo comparamos con las entregas principales, algo que es inevitable pero personalmente creo que es erróneo.

En cualquier caso, en estas mazmorras controlaremos a Jack y podremos ir acompañados de dos personajes más, ya sea controlados por la IA ( bastante efectiva, todo sea dicho, nada que ver con la IA nula que tenia la Beta) o acompañado de amigos o desconocidos de manera Online, algo que lo vuelve más divertido. Estos escenarios no están conectados entre sí, se sienten como niveles, con su principio y su final, siempre acabando con un jefe, normalmente de varias fases. Para llegar hasta este jefe podremos explorar cada escenario que contará con caminos secundarios, la posibilidad de abrir atajos o diversos textos escondidos que añadirán un punto de misterio al lore de esta reimaginación.

Si sois un poco dados en los soulslike, veréis que la estructura está sacada directamente de estos juegos, quizá no de manera tan inspirada, estando las posiciones de los atajos o los enemigos decidida de manera que a veces parece un poco al azar, sintiéndose un poco torpe, con escenarios donde nos podemos perder por lo parecido que se ve todo.

El sistema de combate bebe directamente de la franquicia Nioh pero lo hace más asequible gracias a sus diferentes modos de dificultad y toques propios sacados de la propia saga Final Fantasy. Por supuesto estamos ante un JRPG con combates en tiempo real donde deberemos tener cuidado de no recibir demasiados golpes o moriremos bastante rápido. Para esto tendremos la habitual esquiva, el bloqueo así como un bloqueo especial que si lo hacemos con el «timing» perfecto que nos permite recuperar PM, que son segmentos que se consumirán con los ataques especiales y magias. Esta habilidad, llamada Corazánima nos permitirá absorber determinados ataques enemigos para usarlos de manera limitada así como para utilizar las habilidades especiales de cada «trabajo» o las diferentes magias si decidimos esa rama.

De vital importancia será tener en cuenta la ruptura, esta es una barra que tiene cada enemigo y nuestro personaje y que si logramos reducir nos permitirá rematar con circulo al enemigo, convirtiéndolo en miles de cristales que nos proporcionarán PM. Esta mecánica es esencial para poder avanzar y sobre todo de cara al Boss, que es más sencillo derrotarlo reduciéndole esta barra que la vitalidad. A nuestra contra juega ya que también disponemos de esta barra y se consumirá tanto cuando esquivamos como cuando nos cubrimos y si llegan a vaciárnosla antes de que se rellene de forma automática nos quedaremos indefensos en el suelo unos segundos, que pueden resultarnos mortales, por lo que habrá que calcular cuantos golpes parar, cuando esquivar o cuando alejarnos para recuperar dicha barra.

Y es que uno de los puntos donde más brilla este Stranger of Paradise es en la variedad de oficios que disponemos, más de 25 ( y los desarrolladores ya han confirmado que habrá más cuando se lancen los DLC del pase de temporada). Este sistema de trabajos, basado en el de Final Fantasy V, nos permitirá cambiar entre dos de ellos con la pulsación de un solo botón así como asignar trabajos a los miembros de nuestro equipo, y os aseguramos que cada trabajo nos da una jugabilidad distinta. No será lo mismo ser mago y atacar desde la distancia mientras cargamos nuestros hechizos para que sean más poderosos que atacar con un espadón, lento pero muy poderoso o utilizar una lanza que nos permitirá lanzarla o pegar grandes saltos, siendo todos estos trabajos homenajes a la franquicia.

La manera de progresar de este juego bebe mucho de Nioh, y es que más que subir de nivel, subiremos el nivel de los trabajos equipados, lo que nos permitirá desbloquear nodos en un árbol de habilidades único para cada uno y desbloquear nuevos o más avanzados. Pero donde evolucionaremos al personaje es con el «loot», los enemigos no pararán de soltar equipamiento, ligado a diversos jobs y con un nivel específico, por lo que contra más luchemos más posibilidades de conseguir mejor botín, contra más alta la dificultad mejor botín, y completando las secundarias aún conseguiremos más equipamiento, por lo que estaremos constantemente cambiando de equipo, de manera bastante cómoda gracias a que con un solo botón podremos equiparnos lo más poderoso en cada momento, pudiendo convertir en el herrero el equipamiento sobrante en elementos para mejorar parámetros concretos de nuestras armas.

Aún con todo, y comparándolo sobre todo con la primera Beta, Final Fantasy Origin, en su nivel «normal» no es un juego difícil en absoluto ni ha requerido farmeo alguno por nuestra parte, pudiendo completar el juego con casi todas sus secundarias en unas 22 horas, la cosa se complica con las dificultades más altas, una disponible desde el primer momento y otra que solo podremos jugar una vez terminado el juego, lo que añade horas y reto al título, por lo que los que busquéis una experiencia más complicada no tendréis problema en encontrar el reto, en especial en los jefes, divertidos y que nos exigirán aprender sus patrones, copiar sus ataques y utilizar los trabajos más adecuados para cada enfrentamiento.

Por desgracia no podemos hablar tan bien del apartado gráfico. Si bien este ha mejorado muchísimo desde la primera Beta, mejorando la resolución y sobre todo la tasa de frames o incluso el uso del color, estamos ante un juego bastante desfasado técnicamente y que brilla en sus CGI o en los homenajes artísticos a la franquicia pero flaquea en todo lo demás. Eso sí, la versión de Playstation 5, la que hemos utilizado para este análisis, funciona perfectamente, cuenta con dos modos gráficos y el framerate , jugando a 1080p no baja prácticamente nunca de los 60 fotogramas por segundo, algo que nos preocupaba por lo mal que iba en el material previo al lanzamiento.

A nivel de sonido el juego cumple sobradamente, contamos con doblaje en inglés y japonés con subtítulos localizados al español sin ningún error reseñable. Las melodías a diferencia de otros Final Fantasy tienden a ser más ambientales excepto las canciones de combates y jefes, pero la gracia reside en encontrar el guiño melódico a la entrega a la que hace referencia cada mazmorra, no os voy a engañar, es un gusto encontrar un piano escondido debajo de una melodía tocando notas de Somnus, o el ya conocido por todos My Way de Frank Sinatra, que actúa como tema principal del juego.

Desde luego Stranger of Paradise: Final Fantasy Origin no es un Final Fantasy para todo el mundo ni es la mejor entrega de la franquicia ni de cerca. Es un juego con muchos peros y con una historia que podría haber estado contada mejor y con un ritmo más equilibrado, por otra parte es un juego que clarísimamente va dirigido al fan veterano de la saga, si conocéis las entregas principales disfrutareis de todos los guiños, y si habéis jugado al primer Final Fantasy, os cambiará la perspectiva de esta primera entrega en muchos aspectos argumentales. Si no conocéis Final Fantasy desde luego el juego pierde muchos enteros, aunque sigue siendo muy divertido de jugar, y en una época donde no paramos de hablar del modo fácil, esta puede ser una puerta de entrada a un género que muchas veces la gente teme por su dificultad o exigencia, gracias a todas las opciones de accesibilidad que ofrece. Podría haber sido mejor, si, pero sigue siendo un buen juego.

Stranger of Paradise: Final Fantasy Origin

69,99€

7.3

Historia

7.4/10

Jugabilidad

7.5/10

Gráficos

6.9/10

Sonido

7.3/10

Diversión

7.5/10

Pros

• Contra más horas más divertido se hace el sistema de combate.
• La cantidad de guiños y homenajes.
• Jack.

Cons

• Los demás personajes.
• Gráficamente no da la talla.