Análisis | The Last of Us: Parte II

Análisis | The Last of Us: Parte II

12 junio 2020 0 Por Guillem Sanchis

La espera ha sido larga, las expectativas han crecido exponencialmente en el tiempo, pero finalmente, ha llegado el momento de descubrir cómo les ha ido a Joel y Ellie durante todos estos años tras lo que fue para muchos una de las mejores aventuras de la pasada generación. ¿Será capaz The Last of Us: Parte II de superar lo insuperable o quedará como una simple secuela?

Ficha Técnica

  • Título: The Last of Us: Parte II
  • Desarrollador: Naughty Dog
  • Producción: Sony
  • Distribuidor: Sony
  • Género: Acción y Aventura
  • Número de Jugadores:
  • Plataformas: PlayStation 4
  • Idioma: Doblado al castellano
  • PEGI: +18
  • Fecha de salida: 19 de junio de 2020

Si algo hemos aprendido en la industria del videojuego durante todos estos años es a no dar nada por sentado y aunque no suele ser lo habitual, siempre hay excepciones de estudios y compañías que consiguen sorprendernos con cada uno de sus trabajos, se superan con cada entrega, cada franquicia, llevándola más allá, a lo impensable y un claro ejemplo de ello es sin duda Naughty Dog. Lo hicieron con Uncharted y ahora pretenden mejorar lo que parecía inmejorable: The Last of Us.

Normalmente en el mundo de los videojuegos suele haber opiniones muy dispares, sin embargo, The Last of Us consiguió en general, que un porcentaje enorme del sector lo reconociera como un título que definió el género, convirtiéndose en el Juego del Año en 2013 y galardonado con más de 200 premios. Una apasionante aventura, que no sólo supuso un verdadero salto tanto tecnológico como visual, sino que logró transmitir un nuevo nivel de emoción y realismo, llevando al límite las prestaciones de la consola de Sony.

Siete años han pasado desde que allá en 2013 Naughty Dog nos ofreciera la oportunidad  de disfrutar de una de las mejores aventuras de PlayStation 3 en su etapa final y precisamente ahora, en el cenit de PlayStation 4, el equipo de Neil Druckmann nos vuelve a deleitar con esta segunda parte. ¿Casualidad o paralelismo? Sea como sea y aunque para muchos The Last of Us ya tuvo un final más que digno, nosotros siempre hemos creído que tenía potencial para convertirse en una importante franquicia dentro de la marca PlayStation. Sin embargo, para conseguirlo, es necesario arriesgar, innovar e introducir cambios con los que sorprender a los jugadores, manteniendo siempre la esencia que ha hecho grande a su predecesor.

Pero lo que de verdad queremos todos en definitiva, es conocer qué ha sido de sus dos protagonistas y cómo han conseguido sobrevivir durante lo que se presentaba como una nueva etapa en sus vidas. La carga narrativa siempre ha sido uno de los apartados más destacados del juego y por suerte, The Last of Us: Parte II continúa exhibiendo un argumento extraordinario, que incluso supera a la primera entrega tanto en emoción como en intensidad, todo gira entorno a la trama, a fin de cuentas, la atmósfera y el mundo construido para el juego, ha sido lo que ha modelado desde el inicio a los personajes, a los que hemos visto evolucionar constantemente y en esta secuela no defrauda.

Historia

Considerando la forma en la que terminó The Last of Us, nadie podría exigirle a Naughty Dog una segunda parte, el desenlace fue decididamente impecable, muy en sintonía con la obra de arte que habíamos presenciado durante las más de 15 horas que dura la aventura. Sin embargo, el estudio decidió ir más allá sorprendiendo a todos con el anuncio de esta secuela, un instante que marcó un antes y un después entre la comunidad de fans, dividida entre los que querían conocer más sobre cómo iba a continuar la historia de Ellie y Joel, y entre los que pensaban que el final era perfecto, no podían superar una experiencia tan increíble… pues se equivocaron.

El argumento de The Last of Us: Parte II podrá gustar más o menos, pero lo que sí tenemos claro es que no va a dejar indiferente a nadie. Cualquier jugador que se dé la oportunidad de disfrutar de esta aventura vivirá un sin fin de emociones marcadas por un guión muy exigente y ambicioso que quiere mostrar el verdadero significado de la venganza, con todas sus consecuencias. Se trata de una historia muy emocional que incluye temas muy complejos pero que nos hace cuestionarnos hasta dónde seríamos capaces de llegar para ajustar cuentas con la gente que ha hecho daño a nuestros seres queridos.

La trama de The Last of Us: Parte II nos sitúa cinco años después de donde dejamos a Ellie y Joel tras su travesía por Estados Unidos en busca de los luciérnagas. Ahora ambos protagonistas se han asentado en Jackson, una población amigable de Wyoming, donde la gente ha prosperado y han hecho nuevas amistades. Sin embargo, esta paz se ve truncada por un terrible acontecimiento que obliga a Ellie a realizar atroces actos que pondrán a prueba su moralidad. A lo largo de la aventura se tendrá que enfrentar a terribles decisiones mientras da caza a los responsables, sin embargo, no sólo viviremos el presente, sino que en momentos clave marcados pos situaciones emocionales, existirán una serie de regresiones que nos permitirán adentrarnos en los recuerdos de Ellie y vivir épocas anteriores para conocer más sobre la relación con Joel, con Tommy o con otros personajes.

El objetivo de Naughty Dog para esta secuela ha sido crear un juego con una filosofía clara, apoyado en un profundo componente narrativo ha logrado que el jugador pueda meterse en la piel de Ellie y sentir lo que significa enfrentarse constantemente a todo tipo de amenazas, sobrevivir y tomar decisiones difíciles. A medida que avanza la historia, Ellie irá evolucionando de una forma brutal, ya que no sólo llevará a cabo acciones extremas, sino que tendrá que afrontar las repercusiones, tanto a nivel físico como emocional, unos sentimientos que en todo momento contagia al jugador de una forma magistral. The Last of Us: Part II tiene un arranque muy intenso y aunque en cualquier otra entrega sería difícil prolongar ese ritmo, Neil Druckmann y su equipo ha conseguido mantenerlo de forma constante e incluso incrementarlo. El clima que genera su historia esta muy por encima de cualquier otro título que haya podido experimentar hasta el momento y el desarrollo de sus personajes es otro de sus puntos fuertes.

Pero el juego va más allá, con momentos argumentales a nivel escénico que nos permite aprender sobre las personas que vivieron o utilizaron los espacios que exploramos y un escenario que le ayuda a dar vida y poner énfasis a la experiencia inmersiva que el equipo de desarrollo ha querido transmitirnos a lo largo de la aventura. Este apartado es sin duda fundamental, ya que todos los elementos tanto técnicos (paisajes, vegetación, animales, enemigos) como jugables (cada forcejeo, cuando hieren a Ellie, cada disparo, etc.) todo se ve y se siente en carne propia, culminando con momentos íntimos y emotivos que dan una mayor credibilidad a lo que ocurre en la pantalla. Pero lo que de verdad nos hace ir más allá y sentirnos parte de la historia es sin duda las expresiones de la protagonista. Naughty Dog ha logrado que el personaje refleje en cada momento lo que está sintiendo y que obviamente está perfectamente ligado con lo que ocurre en pantalla, desde una ira intensa, hasta la tristeza más absoluta.

Jugabilidad

A pesar de los evidentes y necesarios cambios que introduce jugablemente The Last of Us: Parte II respecto a su antecesor, también es un juego fiel a sus orígenes, ya que continúa combinando a la perfección elementos de acción, sigilo, aventura, supervivencia y tensión. Además mejora en todos estos apartados a la primera entrega e incluso va más allá con una verticalidad y profundidad muy superiores, manteniendo y ampliando las opciones de personalización y el desarrollo de armas y habilidades.

La primera y más importante novedad en el sistema jugable es el control de Ellie. Aunque ya la pudimos manejar en algunas partes de The Last of Us y Left Behing, apenas queda nada de esa niña frágil e ingenua que necesitaba la protección de otros, ahora se vale por sí sola. Al contrario que Joel, Ellie es mucho más ágil y aunque no es tan fuerte, compensa sus debilidades con una rapidez, dinamismo y resolución que la hacen todavía más letal si cabe. Un ejemplo de ello es la posibilidad de realizar esquivas a los ataques enemigos, cuando nos van a golpear o morder tan sólo tenemos que pulsar R1 para zafarnos y asestar un golpe mortal. Otra de las novedades es que al ser más menuda tiene la posibilidad de reptar para atravesar sitios estrechos o saltar en cualquier momento, habilidades muy útiles para aprovechar la verticalidad de los escenarios.

La ciudad de Seattle se presenta ante nosotros como una extraordinaria y al mismo tiempo desolada ciudad en ruinas, con animales salvajes que se cruzarán en nuestro camino pastando la densa vegetación que se ha hecho dueña de todo el territorio. Naughty Dog ha conseguido con The Last of Us: Parte II transmitir al jugador algo que no logró con su predecesor: una sensación de soledad e insignificancia ante un impotente escenario post-apocalíptico. Andar por las desiertas calles en un mundo donde nos rodean enormes edificios que esconden multitud de peligros y facciones supervivientes de enemigos que nos acechan constantemente, nos hace darnos cuenta con el paso de las horas, de la fragilidad y dureza de una Ellie que ha tenido que madurar demasiado rápido, creando una simbiosis perfecta entre lo que ocurre en la pantalla y el jugador.

La atmósfera creada en cada rincón del juego es única y nuestro objetivo siempre será explorarlo todo para pertrecharnos bien de cara a lo que nos podamos encontrar en cada esquina. Se trata de un mundo salvaje, no hay ningún lugar seguro, siempre estaremos en peligro y debemos estar preparados para lo que nos aguarda tras una puerta cerrada o un edificio aparentemente abandonado. Y es que al contrario que en la primera entrega, The Last of Us: Part II nos permite acceder a la mayoría de los edificios que veamos a nuestro paso, eso sí, a pesar de estar compuesto por zonas y tramos muy amplios, la libertad para investigar es limitada y el camino para continuar hacia nuestro objetivo siempre será único.

El desplazamiento por el mapa normalmente lo haremos a pie, aunque existen excepciones. En primer lugar, habrá algunas secciones donde podremos montar a caballo y atravesar zonas más largas o de difícil acceso en menor tiempo, o simplemente disfrutar de un paseo cabalgando mientras disfrutamos de las espectaculares vistas. Por otro lado, también podremos desplazarnos en barca, ya que Seattle cuenta con paisajes muy variados, pasando por zonas montañosas, otras nevadas, el epicentro de la ciudad, su alcantarillado y zonas completamente anegadas por el agua donde Ellie tendrá que nadar o bucear (finalmente dejó atrás sus miedos) e incluso cruzará ciertas fases a bordo de una lancha.

A lo largo de la aventura podemos encontrarnos diferentes situaciones bien definidas, por un lado zonas sin presencia enemiga en las que obtendremos recursos vitales para sobrevivir ya sea munición, piezas metálicas para mejorar nuestras armas, diferentes materiales para crear botiquines, bombas o trampas y medicamentos para aprender nuevas habilidades. Por otro lado secciones en la que nuestro personaje se enfrenta a infectados rezagados o facciones de humanos (Scars o grupos de Lobos) y por último, también se puede dar que nos encontremos con ambos grupos al mismo tiempo, es decir que haya tanto infectados como humanos, circunstancia que aunque en principio parezca más complicada, podemos usar a nuestro favor haciendo que se enfrenten entre ellos, por ejemplo, podemos lanzar una botella de cristal a una zona que haya humanos escondidos para que los chasqueadores vayan a por ellos y los eliminen. Nosotros sólo tendremos que esperar y acabar con lo que quede.

Aunque habitualmente Ellie pasará gran parte de la aventura en completa soledad, en ocasiones puntuales estaremos acompañados de algunos de sus amigos, viejos conocidos como Joel o su hermano Tommy y otras caras completamente nuevas como Dina o Jesse. Lo mejor de todo es que no serán simples acompañantes, sino que podremos charlar con ellos, interactuar y conocerlos más en profundidad, además de que pueden llegar a ser útiles en el combate, revelándonos la ubicación de enemigos antes de que nos pillen desprevenidos o salvándonos cuando nos agarren. En líneas generales la IA de los compañeros es bastante decente aunque no perfecta, ya que en situaciones de sigilo se exponen a la vista de los enemigos y no los detectan, algo totalmente inexplicable.

El combate tanto armado como en sigilo se siente muy orgánico y conectado con todo el entorno que nos rodea, el juego cuenta con un sistema de daño localizado, por lo que podemos disparar a las extremidades y ver cómo los enemigos reaccionan de forma dispar al dolor, unos pueden tirarse al suelo agonizando y otros ni inmutarse. Pero lo mejor de todo es la inteligencia artificial, siempre atenta, difícil de despistar y con la introducción de una interesante mecánica que hace todavía más desafiante el sigilo: los perros enemigos. Si algún humano nos ve, no valdrá simplemente con esconderse en otro sitio, sino que ahora cuentan con perros que pueden olernos y seguir nuestro rastro, por lo que nos veremos obligados a movernos constantemente para despistarlos. Pero esta no es la única novedad, ya que los enemigos están constantemente comunicándose y hablando, si eliminamos sigilosamente a uno, sus compañeros irán a buscarlo, si lo encuentran muerto sospecharán de nuestra presencia e investigarán los alrededores, por lo que tendremos que mantenernos fuera de su radio hasta que pase el peligro.

Y es que sin duda, la mecánica de sigilo es una de las características más pulidas y mejoradas respecto a su predecesor. Naughty Dog ha conseguido aprovechar el decorado del escenario para utilizarlo como barrera de protección para el jugador. Este apartado brilla por sí solo dentro del juego y nos permite sumergirnos totalmente dentro de la experiencia del mundo que nos rodea. Ellie no sólo podrá parapetarse detrás de las típicas cajas, vehículos, estanterías o paredes repartidas por la zona, sino que para la ocasión, el equipo de desarrollo ha utilizado la frondosa vegetación que se ha abierto paso tras años de abandono por la ciudad de Seattle como herramienta para que nuestra protagonista pueda permanecer invisible en ella. Ahora tendremos la posibilidad de escondernos ya sea agachados o incluso reptando a través de la hierba baja para impedir que el enemigo nos detecte, pero no será la única forma de acercarnos al enemigo sigilosamente, sino que también podremos meternos debajo de algunos vehículos de gran tamaña (como camiones o furgonetas) para pasar desapercibidos. Sin embargo, permanecer en la hierba o debajo de los vehículos no nos ofrecerá inmunidad ilimitada, ya que si el enemigo se acerca demasiado hasta nuestra posición podrá vernos y en el caso de que matemos a uno de ellos, sus compañeros podrían notar su ausencia o ver el cuerpo en el suelo y darán la alarma, por lo que empezarán a buscarnos por cualquier lado, incluso agachándose debajo de los vehículos. En líneas generales consideramos todo un acierto la incorporación de esta nueva mecánica, ya que amplia las acciones de Ellie y no la limita, puesto que los jugadores podrán continuar fabricando objetos aunque permanezcan reptando o tumbados en el suelo, incluso podrán sacar el arma y disparar a los enemigos sin delatar su posición.

Los enemigos también utilizarán estrategias para darnos caza, escondiéndose, haciéndose señas o emitiendo silbidos para indicar nuestra posición y pillarnos desprevenidos, sin embargo, Ellie cuenta con una habilidad (una especie de modo escucha) que le permite conocer su localización por el ruido que emiten o por su movimiento y aunque el alcance no es muy grande, es de enorme ayuda para saber por donde tenemos que movernos evitando así que nos vean y eliminándolos por la espalda. Lo mismo ocurre con los infectados, podemos utilizar esta increíble aptitud para pillarlos desprevenidos y matarlos en sigilo, ya que de otra forma sería imposible enfrentarse a un grupo de chasqueadores y corredores.

En cuanto a la variedad de enemigos, The Last of Us: Part II incluye algunas incorporaciones bastante interesantes que aportan más versatilidad al ritmo de juego y a le conceden un mayor desafío a la acción. A los clásicos chasqueadores, corredores, hinchados y merodeadores, hay que sumarle una nueva clase, los Tambaleantes: unos aberrantes y colosales infectados que cuentan con una nube de ácido gaseoso que abrasa todo lo que toca. Produce quemaduras en la piel, pero también impide la visión y aunque normalmente están solos, en ocasiones pueden ir acompañados de corredores, formando unas combinaciones bastante peligrosas. Por lo que respecta a los humanos, la principal novedad son los perros que ya mencionamos anteriormente, pero también encontraremos facciones de humanos llamadas Lobos, Scars o los Serafines, una peligrosa secta religiosa que atribuye la pandemia al pecado de la humanidad.

Para enfrentarse a todos estos peligros Ellie contará con un surtido y variado equipamiento. No sólo dispondremos de armas de fuego (escopeta, fusil, pistola o revolver) sino que también podremos crear todo tipo de bombas (explosivas, de humo e incluso cócteles molotov) y trampas, muy útiles para los Tambaleantes. Además, durante la aventura encontraremos diferentes armas cuerpo a cuerpo como martillos, machetes o bates de béisbol, que nos vendrán muy bien para eliminar a los enemigos sin hacer ruido y aunque tienen una durabilidad reducida, Ellie porta un pequeño cuchillo al que siempre podemos recurrir en situaciones límite. Pero la gran estrella del arsenal es sin duda el arco, perfecto para los jugadores que prefieran el sigilo sin la necesidad de acercarse al enemigo. Naughty Dog ha mejorado enormemente el manejo de esta arma respecto a la primera entrega, siendo más estable y efectiva, además podremos recuperar las flechas siempre y cuando las bajas se realicen con un disparo a la cabeza. Pero no sólo nuestra protagonista lleva arco, sino que los enemigos también dispondrán de esta arma y como novedad más destacada, cuando recibimos un impacto de una flecha, Ellie empezará a perder salud de forma gradual y tendrá que encontrar un lugar seguro para extraérsela con R1.

Como ya ocurría en la entrega anterior, The Last of Us: Part II nos permitirá mejorar nuestras armas en las clásicas mesas de trabajo que podremos encontrar en los sitios más inesperados, desde un garaje hasta el trastero de una cocina. Reuniendo gran cantidad de las típicas piezas metálicas podremos por ejemplo aumentar el cargador del fusil, la cadencia de fuego o añadirle una mirilla para mejorar la precisión. El arco también tiene opciones para su desarrollo, incrementando su estabilidad o potenciando su precisión. Lo que hace más especial este tipo de personalización es que el jugador verá cómo Ellie mejora realmente cada pieza del arma en la mesa del trabajo, incrementando esa sensación de realismo que ofrece el juego y que nos permite sumergirnos con cada mínimo detalle que ha cuidado el estudio.

Asimismo, nuestra protagonista también irá evolucionando a lo largo del juego, volviéndose más hábil y letal conforme vamos aprendiendo nuevas técnicas de un árbol de habilidades que iremos dominando poco a poco tras leer diferentes manuales y que se dividen en varias ramas que afectan a la salud, sigilo, creación de objetos y movimiento. Sin embargo, la forma de conseguir experiencia es similar a lo que ya vimos en la primera entrega, Ellie tendrá que reunir un determinado número de pastillas (que encontraremos repartidas por todo el juego) para desbloquearlas. La mayoría de ellas son muy útiles y nos permiten tener más vida, aumentar el radio del modo escucha, mejorar la estabilidad con las armas de fuego, fabricar silenciadores, mejorar la durabilidad de las armas cuerpo a cuerpo e incluso crear flechas explosivas entre otras.

Hemos hablado de la exploración, la acción, los enemigos, el sigilo, la personalización pero, ¿qué hay de los rompecabezas? Pues no diríamos que Naughty Dog ha prescindido completamente de ellos, pero sí se nota que han preferido optar por ofrecer un juego más directo y vertical, sin esos clásicos puzzles (complicados en ocasiones) que Joel y Ellie tenían que resolver en la primera aventura para avanzar en algunas fases. No obstante, mantiene algunos acertijos que ya vimos con anterioridad como el de abrir cajas fuertes con una numeración oculta en los alrededores (muy previsible en líneas generales) y la incorporación de zonas ocultas a las que tendremos que acceder escalando, saltando (finalmente Ellie puede utilizar esta mecánica), balanceándonos o trepando con una cuerda (es posible recogerlas y lanzarlas donde queramos) que previamente tendremos que situar en un sitio concreto o bien situaciones en las que necesitaremos bucear o nadar para alcanzar sectores inalcanzables de otra forma.

Por lo que se refiere a los coleccionables, The Last of Us: Part II sustituye los míticos cómics que perseguía Ellie en la entrega anterior por una serie de cartas similar a los mazos de Magic The Gathering que constan de diferentes personajes con sus propios poderes y que podremos encontrar ocultos por toda la aventura, pero no será lo único, ya que también podemos conocer más detalles sobre el lore del juego a través de cartas, diario y notas que nos cuentan la historia de otros supervivientes que pasaron por la zona antes que nosotros y que incluso pueden llegar a revelarnos algunos alijos secretos que de otra forma no podríamos encontrar.

En cuanto a la dificultad, el juego nos ofrece varios niveles de desafíos, dependiendo de la habilidad del jugador o su experiencia en esta clase de títulos recomendaríamos empezar por la moderada e ir subiendo hasta superviviente, donde los recursos serán muy escasos y tendremos que elegir bien en que momento estamos preparados para lanzarnos a la acción, puesto que quedarnos sin balas en un enfrentamiento contra chasqueadores podría significa la muerte directa. Por otro lado las concesiones que hace el enemigo se van reduciendo conforme vamos aumentando la dificultad, si en moderada por ejemplo puede tardar menos en detectarnos cuando estamos agachados en la hierba, en niveles más altos nos descubrirán de forma inmediata, cualquier mínimo error tendrá unas consecuencias funestas para Ellie. Lo más interesante de todo es que el jugador podrá ajustar en cada nivel los diferentes aspectos del gameplay (jugador, enemigos, recursos, aliados y sigilo), creándose una dificultad personalizada, una característica bastante similar a lo que ofrecía Shadow of the Tomb Raider.

Gráficos y Sonido

Naughty Dog se ha caracterizado a lo largo de su trayectoria no sólo por contar buenas historias, sino por crear videojuegos de un nivel gráfico sobrecogedor, cuidando cada nimio detalle del mundo que lo compone y aunque es muy difícil intentar sintetizar con palabras lo que en esta ocasión han logrado construir, The Last of Us: Parte II es sin duda la opera prima de la actual generación de consolas. Parece que el equipo encabezado por Neil Druckmann siempre ha ido un paso por delante del resto, exprimiendo al máximo el potencial de las consolas de Sony. Ya lo hicieron en su momento con Uncharted 4 y ahora se han vuelto a superar rozando la perfección con The Last of Us: Parte II.

Es imposible compararlo con su predecesor, porque nos encontramos ante un mundo más grande, con mejores animaciones, texturas, iluminación, un nivel de detallado impecable, realismo inverosímil y una increíble atmósfera que nos sitúa en un juego muy completo. Incluso en ruinas, el mundo que ha erigido Naughty Dog goza de una belleza estremecedora, nadie diría que estamos a las puertas de recibir a la nueva generación de consolas. Vuelven a combinar con gran maestría lo que tanto impresionó en esa primera aventura donde veíamos edificios destruidos, coches abandonados o calles desiertas, mientras la naturaleza lo cubre absolutamente todo, construyendo una escena hermosa, pero que al mismo tiempo nos llena de melancolía y tristeza.

Los escenarios son más amplios, profundos y complejos que en la primera parte, con la posibilidad de explorar diferentes rutas que ofrecen al jugador la posibilidad de elegir el camino que quiere seguir, aunque la estructura de la aventura sigue siendo lineal. El ambiente que nos rodea en cada momento es de una oscuridad apabullante y no sólo por la violencia que nos persigue constantemente, sino que todo parece encajar para dirigirnos hacia el mismo destino, un espectáculo visual que en determinadas circunstancias únicamente podría ser superado por Red Dead Redemption 2.

Sin embargo, donde realmente destacada The Last of Us: Parte II por encima de cualquier otro videojuego es en las animaciones. El estudio ha logrado llevar un paso más allá las expresiones de los personajes, que según la situación del momento pueden reflejar ira, tristeza e infinidad de emociones. Por ejemplo cuando Ellie elimina en sigilo a un enemigo evidencia en su gesto una brutal violencia, para acto seguido mostrar una expresión de tensión del momento. Esto consigue transmitir al jugador una sensación de inmersión sin precedentes, sintiéndose parte de la propia historia e incluso percibiendo como suyas muchas de las controversias a las nos enfrentaremos en la aventura.

Y es que para la ocasión, Ellie ha sido desarrollada con una atención al detalle formidable. Desde las ya mencionadas expresiones hasta las animaciones del cuerpo, un claro ejemplo de ello lo encontramos cuando por ejemplo utiliza la mesa de trabajo para modificar las armas, donde por primera vez no se limita a repetir una misma acción sin ningún tipo de fundamento, sino que tiene relación con la pieza del arma que estamos cambiando y podemos ver como realiza todos los pasos para añadirla. O los objetos del escenario que podemos recoger y examinar mientras Ellie lo sostiene, aquí descubrimos que Naughty Dog ha construido unas manos virtuales muy realistas, poniendo especial énfasis en las arrugas que se forman al mover los dedos, hasta la suciedad que aparece incrustada debajo de las uñas de nuestra protagonista.

Otra de las características más sobresalientes del juego es la ausencia de pantallas de carga, exceptuando el momento inicial en el que cargamos la partida, no encontraremos ningún momento de transición entre las zonas. The Last of Us: Parte II aprovecha el propio gameplay para realizar estas cargas ocultas y no interrumpir así la acción en ningún momento de la aventura. Incluso las transiciones de las cinemáticas y jugabilidad son inexistentes, en más de una ocasión hemos tardado en reaccionar creyendo que todavía no podíamos controlar al personaje.

Aunque en menor medida que Ellie, los NPC y enemigos en general también cuentan con un gran acabado. El diseño de algunos de ellos se repite en ocasiones, pero sus expresiones y movimientos van en la línea de todo el juego, además los infectados continúan poniéndonos los pelos de punta con esa imagen grotesca que ya vimos en el primero, pero que para la ocasión se ha perfeccionado con unos modelados más refinados y realistas. No obstante, los grupos de humanos e infectados no son los únicos enemigos a los que tendrá que hacer frente Ellie, sino que para la ocasión, Naughty Dog ha creado todo un entorno muy agresivo que pondrá las cosas muy complicadas en el viaje de nuestra protagonista. Ellie se verá inmersa en devastadoras tormentas, ríos profundos que tendrá que cruzar buceando con nula visibilidad, acantilados vertiginosos o zonas de nieve muy resbaladiza. Todo recreado con una iluminación y realismo espectacular.

Pero sin duda lo más interesante de todo el apartado visual es el nivel de violencia gráfica que vamos a encontrar a lo largo de toda la aventura y cómo el estudio ha sabido mostrar esa espiral de brutalidad no apta para los más sensibles. Los jugadores pueden esperar todo tipo de golpes, mordiscos, cortes, desmembramientos, gritos, gemidos, cuellos degollados, y sangre mucha sangre. Esta sangre que bañará a Ellie en muchas situaciones, será en la mayoría de casos de sus enemigos y como no podía ser de otra forma todo en su conjunto gozará de un nivel de detalle conmovedor, reflejando unos motivos más duros y oscuros de lo que movían los actos de Joel en el primer juego.

El estudio californiano no ha desatendido ningún aspecto de The Last of Us: Parte II y como no podía ser de otra forma, la banda sonora también brilla por sí sola. Como ya ocurrió en la entrega anterior, Naughty Dog ha contado con el oscarizado Gustavo Santaolla. El compositor argentino vuelve a aportar esa esencia tan característica de la aventura, ayudando a crear una atmósfera oscura, lúgubre y violenta, pero al mismo tiempo sabiendo elegir en qué momento debe colocar los silencios para que la imagen del devastado escenario se anteponga a todo lo demás. La guitarra vuelve a sonar con unos acordes que nos ponen los pelos de punta, aunque también incluye temas de otros géneros como Future Days, de los Eddie Vedder.

El apartado sonoro está construido con una calidad digna de cualquier superproducción dramática, y como ya hemos mencionado, no sólo acompaña a la perfección la ambientación de violencia, venganza y devastación del viaje de nuestra protagonista sino que también es capar de aportar tensión, frenetismo e intensidad en los momentos de acción que así lo requieren. El doblaje vuelve a ser otro de los grandes protagonistas de The Last of Us: Parte II, Sony nos ha malacostumbrado a disfrutar de sus exclusivos con un impecable doblaje en nuestro idioma y la secuela de Naughty Dog no defrauda. Por último hemos querido valorar en este apartado otro increíble detalle que ha introducido el estudio en su aventura: la posibilidad de que el jugador ayude a Ellie a tocar la guitarra, gracias a un pequeño minijuego, seremos capaces de utilizar el pad del DualShock 4 para hacer sonar distintos acordes para componer nuestras propias melodías.

Conclusión

Naughty Dog ha superado con creces todas las expectativas puestas en esta apasionante secuela. Un mundo más grande y visual, con una jugabilidad más vertical aunque fiel a los preceptos de su antecesor, una trama destructiva que logra transmitir un sin fin de emociones, con unos personajes inolvidables a los que ha otorgado una profundidad y evolución impecable. El equipo de Neil Druckmann ha cuidado hasta el mínimo detalle de un juego que nos da la oportunidad de sentir en carne propia cada golpe, cada disparo, cada herida de Ellie, poniendo el énfasis necesario para que todos esos momentos narrativos, tanto íntimos como anímicos, se sientan más reales.

Mejora en todo al juego original, con una mecánica de combate más dinámica que incluye múltiples opciones para enfrentarse a los enemigos, ya sea directamente o en sigilo, con patrones avanzados de una IA que nos pondrá las cosas difíciles en los niveles más elevados. La estrategia será primordial para progresar y las habilidades de Ellie fundamentales, todos los niveles cuentan con un diseño y variedad sensacionales, al igual que su protagonista, que goza de una fluidez de movimiento y expresividad en sus gestos faciales y corporales nunca vistos en un juego.

En definitiva, The Last of Us: Parte II llega para dar un cierre brillante a una generación que nos ha dejado auténticas obras de arte en sus últimos años. Los jugadores de PlayStation pueden estar satisfechos con la calidad y diversidad del catálogo de títulos exclusivos que atesora PlayStation 4, una consola que desde 2013 nos ha permitido soñar con un sin fin de aventuras inolvidables y que ahora alcanza su cenit con una de las mejores producciones. Ellie no hay más que una.

The Last of Us: Parte II

69,90 €
9.9

Historia

10.0/10

Jugabilidad

9.8/10

Sonido

9.5/10

Gráficos

10.0/10

Duración/Diversión

10.0/10

Pros

  • Una historia de venganza con una carga narrativa que consigue atrapar al jugador y transmitirle todo tipo de emociones
  • El increíble realismo de las animaciones y expresiones de Ellie, lo mejor de la generación
  • Las opciones de accesibilidad y personalización tanto de la dificultad como del juego
  • Un sistema de combate más fluido, con interesantes novedades en el sigilo y una IA superior

Cons

  • Los rompecabezas pierden protagonismo
  • El elevado nivel de violencia, sangre y algunas escenas concretas pueden no ser aptas para los jugadores más sensibles