Análisis | theHunter: Call of the Wild

Análisis | theHunter: Call of the Wild

17 octubre 2017 0 Por Alex Fdez

Hoy traemos a nuestro rincón de análisis a theHunter: Call of the Wild. Un juego que simula casi a la perfección la realidad de la caza, en la que solo harás daño a algunos píxeles. ¡Vamos!

Ficha Técnica

Título: theHunter: Call of the Wild 
Desarrollador: Expansive Worlds
Producción: Avalanche Studios
Distribuidor: PlayStation Network
Número de Jugadores: 1 / Online
Plataformas: PlayStation 4
PEGI: 16
Fecha de salida: 2 de octubre del 2017
Idioma: Castellano
Género: Simulación
Precio: 39,99 en PlayStation Store

Vale, partimos de la base de que yo nunca he cazado, ni tengo intención de hacerlo. Pero haber tenido la posibilidad de jugar a un juego como este es una experiencia increíble. Y sin haber cazado a ningún animal real. Todo ventajas. Y puede que theHunter: Call of the Wild no sea el mejor simulador de caza actualmente, pero sin duda es un juego que se disfruta. Los escenarios del juego son preciosos, y te envuelven conforme caminas por ellos.

Incluso cuando rastreas huellas de animales, es fácil distraerse con la belleza del entorno. Los insectos revolotean y los árboles se mecen con el viento, y esto son solo dos de los pequeños detalles que aumentan la inmersión del juego, antes siquiera de que hayas disparado.

Pero no te preocupes. Si buscas dar caza a algunas piezas, Call of the Wild no defrauda. A pesar de mi aprensión inicial, descubrí que disparar a los habitantes virtuales del juego era curiosamente satisfactorio. Call of the Wild requiere que tengas mucho cuidado al perseguir a tu presa.

Nosotros jugamos sin muchas ayudas en la interfaz, lo más realista posible. De hecho, obtendrás más señales del propio juego (como el sonido de las ramas que crujen bajo tus pies) que echando un vistazo al indicador del HUD que indica cómo de sigiloso estás siendo. La paciencia es absolutamente necesaria en este juego, y si no estás dispuesto a pasar minutos y minutos apostado en el suelo, esperando a que pase un animalillo, no te lo pienses: este no es tu juego.

Una cosa que me llamó la atención al iniciar el juego, es que solo había dos mapas para jugar. En principio me pareció un problema; pero son tan enormes, que tardarás al menos veinte minutos en recorrer todo el mapa en uno de los vehículos que puedes adquirir. Los dos escenarios que nos presentan son bien diferentes: uno ambientando en la zona Pacífica norteamericana, y el otro inspirado en los cotos de caza del centro de Europa.

Un punto a favor es que estos mapas no son interminables bosques de árboles creador a partir de «copiar+pegar«; sino que tendremos que abrirnos camino a través de la maleza, subir colinas, cruzar los puentes de ferrocarril abandonados y atravesar campos de maíz. Las opciones de viaje rápido están disponibles, al igual que el quad antes mencionado, pero caminar hará que disfrutes mucho más de cada metro del juego (y tiene más de 130 Km2). Como resultado, si espantas a un animal, no se irá corriendo y desaparecerá a través de una pared invisible, sino que se pondrá a salvo entre la maleza. Lejos de ser simples blancos, los animales de Call of the Wild actúan de manera realista, hasta el punto de requerir sueño y sustento (algo que utilizaremos a nuestro favor).

Otro punto a su favor es la naturaleza cambiante que te rodea. Los ciclos día-noche son bastante largos, lo que te da mucho tiempo para preparar tu caza. Además, podrás descansar en cualquiera de los puestos que desbloquees, y despertar a la hora que quieras. También contamos con meteorología cambiante, que podremos predecir con nuestras habilidades, incluso el sentido del viento.

Si logras herir a un animal y no consigues matarlo, existe una buena posibilidad de que puedas seguir su rastro de sangre hasta que caiga o se le corte la hemorragia. Si no, entonces es mejor que busques otras pistas en el suelo y lo intentes de nuevo. Sin embargo, lejos de ser frustrante, fallar un disparo te recuerda que debes tener más cuidado la próxima vez.

Pasarás mucho más tiempo acechando a tu presa o tumbado cerca de una zona de descanso que haciendo disparos. La densidad de animales es un poco baja, que puede ser fiel a la vida real; así que si tu idea de caza es despachar siete animales en tres minutos, Call of the Wild no es para ti. Esté preparado para tomarse su tiempo, sin embargo, y terminará perdiéndose en la cacería.

Si, por el contrario, la idea de matar animales virtuales no te apetece, el juego aún vale la pena. Pasamos unos buenos minutos vagando a lo largo de un río, simplemente contemplando lo que nos rodeaba. Sin embargo, la falta de un Modo Foto adecuado hace que el deslumbrante paisaje del juego sea un atractivo vacío, un problema que podría abordarse fácilmente con un parche. Otra rareza es que, en teoría, puedes acabar muerto por los ataques de animales. Pero ninguno mostró intención alguna de atacarnos, y todos prefirieron correr a luchar. No esperábamos repetir la escena de El Renacido, pero ni siquiera nos sentíamos amenazados al observar una familia de osos entre la maleza.

Aún así, theHunter: Call of the Wild es un juego al que le dedicaremos muchas horas, que satisfará tanto a los aficionados a la caza como a aquellos que prefieren una exploración abierta y menos invasiva. Si eres de los primeros, encontrarás varias (puede que pocas) especies de animales, desde zorros hasta bisontes; armamento propio, desde rifles a silenciosos arcos; mejoras en tu personaje; y una lenta pero gratificante experiencia de caza.

Si normalmente no jugarías a un juego de caza, te pido que veas theHunter: Call of the Wild como si se tratase de un Walking Simulator, y dejas de lado las armas. Claro que, también puedes salir a dar una vuelta al monte más cercano.

theHunter: Call of the Wild

39,99 €
7.8

Historia

7.0/10

Jugabilidad

9.0/10

Gráficos

8.0/10

Sonido

8.0/10

Diversión

7.0/10

Pros

  • 130 kilómetros cuadrados son muchos, eh?
  • Un apartado visual y sonoro espectacular e inmersivo
  • Variedad en armas y actividades

Cons

  • 12 especies para cazar nos parece poca variedad
  • Tiene un público reducido, especializado