Análisis | Voice of Cards: The Isle Dragon Roars

Análisis | Voice of Cards: The Isle Dragon Roars

8 noviembre 2021 0 Por Víctor González Valle

Una de las obras más minimalistas del aclamado Yoko Taro apuesta todo por la estética.

Ficha Técnica

Título: Voice of Cards: The Isle Dragon Roars

Desarrollador: Alim / Square Enix

Distribuidor: KochMedia

Número de Jugadores: 1

Plataformas: Playstation 4, Nintendo Switch y PC

Género: JRPG

Yoko Taro es prácticamente reconocido por todos los aficionados a los videojuegos actualmente, ya hayan jugado a sus títulos o no. Dado a conocer gracias a la inmensa popularidad que cosechó NieR Automata, el creativo cuenta en su haber con muchos más títulos, y este año hemos sido afortunados ya que hemos recibido tres de ellos. De la franquicia NieR hemos recibido NieR Replicant ver 1.22… y para el mercado móvil NieR Reincarnation, mientras que hoy os traemos una propuesta fuera de su buque insignia llamado Voice of Cards: The Isle Dragon Roars.

Esta producción más humilde se ha desarrollado por Alim en colaboración con Square Enix, y cuenta con Yoko Taro como director creativo y nos presenta una propuesta muy diferente a lo que conocemos últimamente del director japonés.

Voice of Cards es un JRPG a la vieja usanza, quizá incluso un homenaje a los primeros Dragon Quest por su premisa. Nuestro protagonista será un héroe que irá acompañado de un extraño monstruo que acudirá al palacio real después de la llamada de la reina, que busca personas capaces de detener al temible dragón, que ha causado estragos en la ciudad.

Con este inicio tan simple comienza nuestra aventura, que nos llevará a visitar numerosos pueblos y entornos mientras hacemos lo típico en el género, comprar equipación y objetos, realizar alguna que otra tarea secundaria y prepararnos para las diversas mazmorras que deberemos visitar en pos de cumplir las misiones que se nos encomienden y que harán avanzar la trama, mientras van uniéndose nuevos personajes con sus propias habilidades a nuestro grupo.

Hasta aquí todo normal, un JRPG arquetípico con su grupo de héroes, el malvado dragón y un mundo por explorar. ¿Pero que tiene de especial entonces el título?. Lo que hace único en parte a Voice of Cards son las cartas. Pero no os equivoquéis, cuando decimos cartas no nos referimos a que sea un juego de cartas, nada más lejos de la realidad.

Quizás os sintáis confusos en este momento, pero es bastante sencillo de explicar. El juego basa su estética en las cartas, todo lo que veamos en pantalla será un tapete con cartas que recrearán los diversos escenarios, a los personajes o a los monstruos. Cuando nos lancemos al combate, veremos una animación donde se nos coloca una mesa con la caja de gemas , dados y demás parafernalia de los juegos de rol de mesa y no habrá un solo momento en las casi 10 horas que dura la aventura donde no veamos cartas.

El juego busca ser un homenaje no solo al JRPG más clásico, viendo claros paralelismos con Dragon Quest, si no a los juegos de rol de mesa gracias a la estética y al uso de dados y elementos que suman un poco de azar a los combates y eventos.

Nosotros controlaremos a una pieza que podremos desplazar por el tablero casilla a casilla mientras vamos abriendo mapeado (básicamente las cartas se darán la vuelta representando pavimento, desierto, mar o cualquier entorno que sea necesario. Cuando vayamos por el mapamundi tendremos combates aleatorios, como todo buen juego de rol. En estos combates podremos llevar hasta tres personajes y elegir que acción realizar en cada turno, basándose en la velocidad de cada uno respecto al enemigo.

Estos ataques normalmente consumirán gemas , siendo el gasto mayor contra más poderoso sea la técnica a utilizar. Dichas gemas se generarán una vez cada turno, por lo que deberemos aprender que técnicas utilizar para hacer el mayor daño posible, causar distintos estados alterados o curarnos cuando sea necesario, o si bien utilizar objetos que no consumirán tan preciadas joyas. Este elemento le da un toque estratégico al sistema de combate, al que se suma el uso de dados para muchos de los ataques.

Estos dados, como si de un juego de rol de mesa, se utilizarán ya sea para activar el efecto alterado en el enemigo si sacamos un número mayor del que se nos pida o nos permitirá aumentar nuestro ataque contra más alta sea la cifra, dichos elementos dan un toque único a un sistema de combate claramente inspirado en el rol japonés más clásico, incluyendo la tan jugosa experiencia y oro que nos permitirán ir subiendo de nivel mejorando los parámetros y aprender nuevas técnicas así como rasgos únicos, que serán el equivalente a las habilidades pasivas de cualquier otro juego.

Mientras jugamos también habrá momentos «roleros». En ocasiones ocurrirán los denominados eventos, donde mediante unos simples textos nos pedirán que tomemos una decisión o lancemos un dado, ya sea para encontrar un tesoro oculto o esquivar alguna inclemencia del tiempo. Por desgracia estos eventos a veces se repetirán demasiado, y una vez sepamos la respuesta correcta será difícil que tengamos alguna sorpresa en este sentido.

Todo el conjunto del título funciona muy bien y es muy interesante, incluso permitiéndose tener un mini juego de cartas (como no) que podremos jugar en los poblados con distintas reglas. El problema que tiene Voice of Cards es que no termina de explotar las mecánicas y las posibilidades que podrían tener las cartas en el gameplay. Al final estamos ante un RPG por turnos clásico que coge algún pequeño elemento diferenciador pero que termina cayendo en los clichés del género. En especial por la cantidad de combates aleatorios que tendremos, que además tienden a ser más largos de lo habitual por la cantidad de animaciones que tienen las cartas y los diferentes ataques.

No nos malinterpretéis, valoramos el trabajo de la producción en que cada ataque tenga su propia animación, y el juego se sienta vivo pese a estar totalmente generado con estos naipes, pero cuando llevamos varias horas a nuestras espaldas puede hacerse algo repetitivo y pesado, a lo que no ayuda que encontramos un par de mazmorras alargadas artificialmente suponemos que para cumplir un cupo de duración que realmente no necesitaba en absoluto.

Antes de pasar a los apartados técnicos, queremos matizar un aspecto muy importante. Quien busque en este juego una experiencia parecida a la de las obras más recientes de Yoko Taro debe saber que este juego tiene un enfoque totalmente diferente. Si bien se nota la mano del autor en muchos aspectos y cuenta con unos giros de guion bastante interesantes que nos harán reflexionar sobre paradigmas del género que probablemente nunca hubiésemos tenido en cuenta, en esta ocasión la narrativa es mucho más simple y «divertida». Habrá momentos de todo tipo, por supuesto, pero el juego tira más por los momentos graciosos, chascarrillos, parodias al género y nos recuerda más a una aventura clásica, sin unas pretensiones excesivas, y no es algo negativo, funciona bastante bien, aunque probablemente no se nos quede marcado a fuego como otras opciones del maestro Taro.

No vale la pena redundar mucho en el apartado técnico. Al funcionar todo con cartas el juego tiene una estética muy particular, en la que podemos entrar o no, pero desde luego funciona a las mil maravillas y a nosotros nos ha gustado mucho, a nivel de rendimiento funciona sin problema alguno y en Playstation 5 mediante retrocompatibilidad no hemos vivido apenas tiempos de carga.

A nivel sonoro si vale la pena pararse un momento. Por un lado contamos con la presencia del compositor Keiichi Okabe, colaborador habitual de Yoko Taro y que también podemos escuchar en la franquicia NieR o SINoALICE que junto a su estudio Monaca, se encarga de las composiciones de este Voice of Cards. En esta ocasión encontramos un par de temas vocales que nos recordarán a otros trabajos del compositor, pero en general escucharemos melodías instrumentales con un ritmo bastante pausado e incluso relajante, que sin ser el culmen de la carrera de Okabe, sirven para hacernos sentir la calma que transmite el juego y no nos agobiarán en ningún momento, siendo un acompañamiento perfecto a un juego que pretende ser de tablero.

En todo momento contaremos con la voz de un narrador, que se hace llamar así mismo el Maestro de juego o Game Master, el «leerá» todas las cartas y diálogos, por lo que será nuestra única compañía durante la aventura. Podremos escoger el doblaje entre el japonés y el inglés, ambos muy solventes aunque nosotros hemos optado por el primero por preferencias personales. En cualquier caso el juego viene localizado totalmente al castellano, por lo que no nos perderemos ni un detalle de esta historia.

Conclusión

Voice of Cards: The Isle Dragon Roars se puede definir como una de las obras más íntimas de Yoko Taro, no cabe duda de que tiene muchos detalles mejorables y nos hubiera gustado ver como explotaban más la mezcla entre cartas, rol de mesa y JRPG convencional. Aún y así estamos ante una aventura muy entretenida, con varios momentos muy interesantes y que hará las delicias de los fans del autor, que encontrarán en ella muchos de sus sellos de identidad, pero a la vez demostrando que es un autor capaz de salirse de las historias depresivas y trágicas para contarnos una aventura con un tono muy distinto, pero a la vez con un regusto muy familiar.

Voice of Cards: The Isle Dragon Roars

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7.6

Historia

7.5/10

Jugabilidad

7.5/10

Gráficos

7.7/10

Sonido

7.8/10

Diversión / Duración

7.6/10

Pros

  • Estéticamente muy original.
  • Los toques de Yoko Taro hacen que sea único.

Cons

  • Se podrían haber integrado más las cartas en el gameplay.
  • Algunas secciones alargadas artificialmente.