Análisis | Wild Hearts

Análisis | Wild Hearts

23 febrero 2023 0 Por Guillem Sanchis

El nuevo trabajo de los responsables de la saga Dynasty Warriors llega dispuesto a arrebatarle el trono por el género al imperecedero Monster Hunter, ¿podrá conseguirlo?

Ficha Técnica

  • Título: Wild Hearts
  • Desarrollador: Omega Force
  • Editora: EA
  • Número de Jugadores: 1 – 3
  • Plataformas: PS5, Xbox Series X/S y PC
  • PEGI: +18
  • Fecha de salida: 17 de febrero de 2023
  • Idioma: Doblado al castellano
  • Género: Aventura, Acción, Rol

Koei Tecmo y Electronic Arts nos sorprendían el año pasado con el anuncio de una colaboración inaudita para el desarrollo de un videojuego de cacería de monstruos. No obstante, más insólito fue que en poco más de un año el estudio Omega Force consiguiera traernos el que sin duda va a ser uno de los grandes tapados de este 2023, Wild Hearts. Tras mostrarnos los primeros vídeos del juego, las comparativas con Monster Hunter fueron más que evidentes, sin embargo y aunque inicialmente tiene la misma estructura y planteamiento que el gigante de Capcom, los responsables de Dynasty Warriors han sabido distanciarse e introducir algunas interesantes novedades con las que distanciarse y establecer su propia seña de identidad. 

Uno de los pilares más significativos del juego y con el que consigue distanciarse desde su inicio de Monster Hunter, es sin duda el enorme peso que se le da a la trama. Wild Hearts cuenta con multitud de escenas, cinemáticas, conversaciones y mucho lore con el que el jugador puede sumergirse de lleno en su historia. Un argumento con el que Omega Force ha querido desde el primer momento que el jugador se involucre emocionalmente con los habitantes de Minato y del resto de Azuma (un Japón feudal ficticio donde transcurre la aventura). Todo el territorio está amenazado por unas temibles y gigantescas criaturas llamadas kemono y nuestro personaje dispone de una habilidad como cazador que tendrá que utilizar para aniquilar a estos colosales enemigos y salvar a todos los aldeanos mientras progresa y completa misiones principales y secundarias durante unas 20 horas de juego (dependiendo de la destreza del usuario). 

Al igual que ocurre en Monster Hunter, en Wild Hearts los jugadores tienen una base que actúa a modo de cuartel general y donde pueden reabastecerse, personalizar su equipo, mejorar sus armas, hablar con aldeanos para conseguir misiones y elegir su próximo objetivo. Las cacerías transcurren en cuatro vastas zonas de mundo abierto donde nos encontraremos todo tipo de animales gigantescos, como águilas, jabalís o simios que han mutado por la naturaleza y afectan a los entornos que los rodean. Cada kemono cuenta con sus propias habilidades y atributos, es decir, unos son más rápidos, otros atacan con movimientos más lentos, etc.

El combate funciona muy parecido a lo que hemos visto anteriormente en un soulsborne, tendremos que aprendernos el patrón de ataque para no cometer errores y que no nos destruyan, ya que los enfrentamientos cuentan con una complejidad elevada. El único problema que plantea el combate es el nivel de carga del escenario, ya que incluye tantos elementos decorativos (rocas, árboles, enemigos más pequeños, etc.) que puede complicar más aun el combate si el jefe o el propio jugador se queda atascado con algún objeto, haciéndolo en ocasiones muy frustrante. 

Otro interesantes apartado con el que Wild Hearts consigue distanciarse de otros grandes del género es la mecánica de construcción. Los jugadores podrán construir estructuras para moverse por las cuatro zonas de mundo abierto (karakuri dragón) y también fabricar máquinas que nos ayudarán en los combates (karakuri de combate). Las primeras las iremos activando cuando exploremos el mapa y desbloqueemos pozos de dragón, de esta forma podremos fabricar en la zona todo tipo de construcciones (desde un campamento al que viajar rápidamente, una hoguera donde mejorar a nuestro mercenario o conseguir vehículos para desplazarnos.

Por otro lado los karakuri de combate que van desde cajas apilables para lanzar hacia los enemigos, hasta muelles que nos ayudarán a esquivar mejor, un arpón para engancharnos a las enormes bestias, un planeador, etc. Conforme avancemos a lo largo del juego iremos desbloqueando artilugios cada vez más útiles, donde además obtendremos las llamadas combinaciones, es decir su fusionamos por ejemplo 6 antorchas construiremos un fogonazo, una especie de ataque de fuego para atacar al enemigo o combinar muelles con cajas para dar lugar a un mazo con el que derribar al kemono. 

 

No obstante, estos karakuri de combate están limitados y tan sólo podemos tener equipados un total de cuatro de ellos. Este hecho le dará un punto estratégico a los enfrentamientos, ya que dependiendo del tipo de enemigo, tendremos que elegir bien que artilugio llevarnos dependiendo de las debilidades del kemono. Primero golpeamos a la bestia con nuestra arma básica para que suelte hebra mágica y con este material podremos invocar karakuri para crear artilugios y combinarnos y hacer todavía más daño. Aunque los karakuri son sin dudo la parte más importante del combate, Wild Hearts no descuida tampoco las armas y el jugador dispondrá de un total de 8 diferentes, cada una con su propia forma de combate, unas se basan en los ataques a distancia, otras centradas en los parrys, otras con ataques duros pero lentos, etc. fomentando así la variedad de estilos de juego. Obviamente tanto las armas como las armaduras se pueden mejorar con materiales que conseguiremos por los escenarios o que nos soltarán los propios enemigos. 

Pese a tratarse de un juego desarrollado de forma exclusiva para las consolas de nueva generación y PC, Wild Hearts no destaca por ser un portento técnico. Si bien es cierto que artísticamente el mundo y las bestias lucen muy bien, tanto en su diseño como en la animación de los ataques, por desgracia el framerate es muy inestable en la versión de PlayStation 5 y el ciclo día y noche ofrece un contraste enorme. Por el día se crean situaciones absolutamente hermosas y mágicas gracias a una iluminación increíble y una naturaleza rica y muy detallada, pero por la noche el juego se ve muy apagado, le falta vida. Sin embargo, la banda sonora cumple a la perfección con su papel con unos temas sobresalientes y además viene completamente doblado al castellano. 

En definitiva, Wild Hearts consigue distanciarse de Monster Hunter con una propuesta muy divertida y variada en su combate, una historia profunda y adictiva, pero con un acabado técnico más pensado para la anterior generación. No obstante, Omega Force tiene margen de mejora para continuar alimentado esta bestia de nuevo contenido y mejorar su rendimiento con futuras actualizaciones. Su modo multijugador para hasta tres jugadores con juego cruzado es muy directo y bien estructurado, ya que tan sólo necesitas pulsar un botón para pedir ayuda con un jefe a otros usuarios. Además por el escenario encontrarás múltiples portales para ayudar a otros jugadores. Wild Hearts es sin duda una experiencia totalmente diferente con fantásticas ideas y un nivel de desafío a la altura de los más exigentes. 

 

Wild Hearts

79.90 €
8.2

Historia

8.0/10

Jugabilidad

8.5/10

Gráficos

7.5/10

Sonido

8.5/10

Diversión / Duración

8.5/10

Pros

  • Combate desafiante y estratégico
  • El diseño de los monstruos

Cons

  • Combates imprecisos y problemas con la cámara
  • Poca variedad de enemigos