Análisis | Windjammers 2

El clásico de Neo Geo regresa reinventado y readaptado a los tiempos que corren pero manteniendo todas sus virtudes.

El jugador más veterano, que se crió en los 90, recordará con mucha nostalgia la época de los salones arcade. El salir del colegio e ir corriendo a echarse un Street Fighter II o un Final Fight es algo que desgraciadamente no volverá, con un mercado recreativo de capa caída gracias o por culpa de las nuevas tecnologías, la pandemia que nos ha azotado los últimos años y más motivos que han hecho que las empresas dejen de apoyar esos locales, incluso en Japón, donde aún gozaban de cierto prestigio cada vez quedan menos de estos centros.

Pero volviendo a una nota más positiva, el título que nos concierne hoy es la esperada secuela de uno de los míticos de la época. Windjammers se lanzó en el año 1994 para Neo Geo MVS, o lo que es lo mismo, la versión arcade de la mítica (y cara) consola de SNK. Desarrollado por Data East con una premisa muy sencilla a la par que disparatada, se trataba de un título deportivo donde , cogiendo elementos de Pong y otros referentes debíamos enfrentarnos en partidos 1 contra 1 de varios sets lanzándonos una suerte de disco intentando marcar punto en la portería contraria o haciendo que el adversario no llegase a tiempo a devolvernos el tiro, sumando más o menos puntos dependiendo la zona de la portería donde marcásemos.

Aunque pueda parecer algo muy simple e incluso «tonto», el juego, sus mecánicas y su atractivo visual lo convirtió en título de culto que se continua jugando incluso a día de hoy, hasta el punto de que se han realizado ports a consolas más actuales y hay competiciones oficiales del mismo.

Dotemu, compañía especializada en realizar títulos de corte clásico, que en conjunto a otras desarrolladoras nos han traído joyas como Streets of Rage 4 o los esperados Metal Slug Tactics y Teenage Mutant Ninja Turtles: Shredder’s Revenge empezaron a desarrollar, hace ya algunos años el juego que por fin tenemos en nuestras manos, Windjammers 2, una secuela hecha y derecha que poco tiene que envidiar al original en cuanto a la diversión que ofrece, ya que acoge y respeta las bases originales y adapta todo el apartado técnico a algo más actual, aunque con cierto toque retro.

No hace falta explicar mucho la jugabilidad de esta secuela ya que es prácticamente idéntica a la que hemos comentado en párrafos anteriores del juego original. Pero por ahondar un poco más en las mecánicas, podremos seleccionar a uno de los 11 personajes seleccionables, entre los que se encuentran los 6 originales más nuevas incorporaciones.

Los diferentes mapas también afectarán a nuestra forma de jugar, así como los ataques especiales, tanto de defensa como de ataque, que nos permitirán parar el más difícil de los disparos o lanzar uno que nuestro adversario no vea venir. Además, cada uno de los personajes cuenta con una jugabilidad distinta, siendo algunos más veloces, otros más poderosos…por lo que deberemos encontrar el que mejor se adapte a nuestra forma de disputar los partidos.

El juego anda algo escueto en cuanto a modalidades de juego, para que vamos a engañarnos, de manera offline podemos jugar el típico modo arcade, que nos irá enfrentando a los distintos rivales hasta convertirnos en el campeón de Windjammers al que podremos escoger diversos modos de dificultad y poco más. Aún así estamos ante un juego bastante exigente y que requerirá de bastante práctica para dominar, además de unos buenos reflejos, pero partido a partido veremos como vamos puliendo nuestra técnica, algo bastante satisfactorio.

Aunque desde luego no ayudan los tutoriales, uno de los aspectos más cruciales del juego y de los más descuidados. Podemos entender que parte del público de este título proviene del original y sabe manejarse, pero seguramente habrá mucha gente que llegue nueva por el boca a boca , el aspecto gráfico o cualquier otro motivo, y el tutorial se limita a unas cuantas diapositivas sin ningún tipo de interacción donde nos explicarán qué función tiene cada botón y poco más, algo que creemos que deberían mejorar mediante alguna actualización, ya que sin saber bien los controles, los primeros partidos pueden ser un caos.

Al modo Arcade anteriormente mencionado contamos con multijugador local, para podernos echar unas partidas con nuestros amigos , como antaño. Además no podrá faltar el modo online, que nos ayudará a alargar la vida del título muchas horas, aunque habrá que ver como va evolucionando la comunidad conforme pase el tiempo, ya que contaremos con solo tres modos; partida clasificatoria, partida con amigos y partida rápida, quedando la competición relegada a las estadísticas por intentar ser el mejor.

Técnicamente el juego es muy bonito, recrea la vista desde arriba del original y las animaciones y espectacularidad del título de 1994, pero en esta ocasión sustituimos los sprites pixelados por dibujos a mano y entornos muy coloridos que le dan al juego un aspecto muy fresco y desenfadado, diferenciándose además mucho estéticamente el estilo de cada una de las arenas de juego así como de cada personaje.

Todo ello viene acompañado de una banda sonora que acompaña perfectamente la espectacularidad de los partidos y los efectos de sonido de las habilidades especiales, la voz de la narración de las puntuaciones y todo lo que acompaña a lo sonoro cumple perfectamente.

Windjammers 2 es una carta de amor al original, si bien no revoluciona la fórmula, la pule y la actualiza a los tiempos que corren, es obvio que el público al que va dirigido este juego es el nostálgico que creció echando monedas a la máquina original, de ahí sus parcos tutoriales y su entrada tan dura si somos neófitos en este «deporte». Aun con todo, creemos que Dotemu ha hecho un gran trabajo creando un juego muy divertido y que funciona muy bien, sobre todo cuando jugamos contra oponentes reales, y si es un amigo, mejor que mejor.

Windjammers 2

19,99€

8

Jugabilidad

8.1/10

Gráficos

8.0/10

Sonido

7.9/10

Diversión

8.0/10

Pros

• Visualmente muy fresco y bonito.
• Recupera toda la esencia del original.

Cons

• Algo parco en modos offline.
• Podría haber más variedad en el online.