Army of Two: The Devil’s Cartel

4 abril 2013 18 Por Alejandro Altaber

Visceral Games ha cogido el testigo de EA Montreal por primera vez en esta saga y generación de consolas para traernos una nueva entrega de uno de los títulos más reconocidos por su modo cooperativo. Fue en 2008 cuando Army of Two debutaba en consolas, un tándem formado por los carismáticos Salem y Rios le daba un soplo de aire fresco al género con una acción cooperativa frenética que bien no ha sabido aprovechar EA para sacarle mayor partido a la franquicia.

En 2008 EA Montreal presentaba la primera de las entregas, y para sorpresa de muchos, fue uno de los juegos revelación del año. Se introdujo por primera vez un nuevo subgénero, la acción táctica acompañada por un compañero a nuestro lado. Al principio no sabían muy bien cómo enfocar este nuevo proyecto, cogiendo ideas de aquí y allá pero sabiendo dar con el punto de innovación preciso en la compleja fórmula, el juego de Electronic Arts consiguió su propósito: el de elaborar una propuesta novedosa, válida y con vista a desarrollar futuros nuevos episodios.

Sin embargo con el lanzamiento de Army of Two: The 40th Day, comenzó el declive  y sus más que discretas ventas nadie, además de estar eclipsado por muchos otros juegos de acción en un mercado muy saturado, nadie esperaba que Electronics Arts siguiera confiando en llevar a cabo una tercera entrega de la saga. Contra todo pronóstico, EA confió en los chicos desarrolladores  de la saga de terror Dead Space. Hablamos de Visceral Games que con total libertad de creación, decidieron abandonar la acción táctica para explotar al máximo la acción, tiroteos, etc.

 

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Aún así, las enormes opciones de personalización, una cuidada mecánica cooperativa y oleadas de enemigos muy enfadados a los que fusilar siguen siendo la esencia de esta franquicia. No queremos engañar a nadie, Army of Two: the Devil’s Cartel no va a pasar a la historia por ser un magnífico shooter en tercera persona, simplemente a querido encontrar un pequeño hueco, algo que merece conseguir gracias a algunas buenas ideas que tiene y a una gran personalidad.

Historia

La peor noticia que hemos podido recibir con esta tercera entrega ha sido la pérdida de Salem y Rios como principales protagonistas de la historia del juego. Visceral Games ha dedicido apartarlos a un segundo plano, siendo estos los que forman en el campo de batalla a los nuevos personajes jugables, Alpha y Bravo. Alpha cuenta con un extenso historial como miembro de las fuerzas especiales del ejército estadounidense. Es un elemento natural de T.W.O. Al regresar a los Estados Unidos tras numerosas misiones en el extranjero, Tyson Rios reclutó a Alpha como mercenario. Su plan: servirse de su precisión y eficiencia militar en los nuevos campos de batalla. Bravo trabajó como mercenario durante muchos años ofreciendo sus servicios a varios contratistas militares por todo el mundo. Tras un rescate urbano de alto nivel en los Balcanes, Elliot Salem le ofreció la oportunidad de unirse a T.W.O.

Army of Two: the Devil’s Cartel da comienzo con una secuencia introductoria donde Alpha y Bravo están realizando un contrato de escolta sobre una personalidad de la vida política de México. Sin embardo, toda la operación sale mal y son emboscados en las calles de la ciudad. Posteriormente vivremos los acontecimientos cinco años antes, donde los protagonistas están terminando las pruebas para convertirse en miembros de pleno derecho de los T.W.O. A partir de este momento, y habiendo aprendido todas las tácticas de sus superiores, Salem y Rios, comenzará la historia de nuestros dos hombres.

Recorreremos los rincones más inhóspitos de México en busca de acabar con La Guadaña y su líder, Esteban Bautista, un peligroso y poderoso narcotraficante sin escrúpulos. Pero hay un nombre más en toda esta historia repleta de tópicos y estereotipos, el de ella, Fiona… Con un arsenal capaz de desencadenar una destrucción definitiva, los jugadores tendrán que trabajar juntos para lograr sus objetivos a medida que las lealtades comienzan a difuminarse y se enfrentan a un implacable enemigo. No queremos continuar hablando de este apartado aunque el argumento de Army of Two: the Devil’s Cartel no sea precisamente comparable con una gran película de acción.

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La duración total del juego es más bien escasa, aun contando con algo más de 50 niveles, no estaremos más de 7 a 9 horas para poder completarlos en su totalidad. Este es un unto que no hay que tener mucho en cuenta ya que al ser un título tan orientado al cooperativo se hace altamente rejugable en todas sus fases. No nos cansaremos de volver a jugar cada una de las misiones ya sea acompañado de un amigo o para desafiarnos y superarlo en un nivel de dificultad más complicado.

Jugabilidad

Como viene siendo habitual, en Army of Two perdonamos un argumento algo menos desarrollado si se sabe anteponer a este una experiencia divertida y adictiva. Tenéis que tener muy claro que si queréis disfrutar de este juego es si vais a tener un compañero a vuestro lado u online, ya que si jugáis la campaña de forma solitaria, la IA de nuestro compañero dejo bastante que desear. Muchas veces no responde a nuestras órdenes, y no se pueden realizar tácticas en equipo para sorprender al enemigo.

Una vez más el trabajo en equipo es esencial, ya sea flanqueando sincronizadamente a los enemigos, rescatando a tu compañero o proporcionándole fuego de cobertura. Cuanto mayor sea el trabajo en equipo mayores serán las recompensas, desbloqueando armas y equipo adicionales. Con la llegada de Visceral Games como desarrollador del juego, Army of Two sigue siendo un juego cooperativo, pero ya no es tan táctico como antes. Conjuntamente, el nivel de violencia es algo más bajo que en episodios anteriores. Esto no quiere decir que el juego haya bajado en diversión, ni mucho menos, sino que el ritmo de juego es mucho más frenético, lleno de acción, incentivando tomar riesgos y matar a los enemigos lo más rápido posible.

Con frecuencia llegaremos a una gran zona abierta, donde habrá múltiples objetos para realizar coberturas, y los enemigos comienza a salir por oleadas desde los diferentes lados, cogiéndonos desprevenidos con frecuencia. La gran mayoría de las ocasiones los soldados del cártel usarán la misma táctica que nosotros, cubrirse y esperar la oportunidad para rodearnos y disparar, con excepciones como los locos que van con un machete a intentar matarnos. Es por eso que la inteligencia artificial es muchas veces legible, ya que los movimientos son mecánicos y simples. El hecho de que se potencie el cooperativo tendría que dar lugar a una mayor inteligencia táctica por parte de los enemigos.

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No obstante, tenemos una amplia variedad para acabar con ellos, y según la forma de ejecutar a los soldados, recibiremos una puntuación diferente, que se acumulará para al final de la misión tener un valor total, que podremos comparar con nuestros amigos o con otros jugadores del mundo. La primera vez que pasemos por un lugar haremos un record muy lejano de los primeros puestos, pero es una idea que ha tenido Visceral Games para picarnos a volver más tarde con mejor armamento para lograr una puntuación mejor.

La jugabilidad y sistema de control no se ha visto afectado en ningún aspecto, la mecánica de juego continúa siendo la misma, y sino habéis jugado a ninguno de ellos, es la típica de cualquier shooter en tercera persona de esta época. Pero tenemos una mala noticia que daros, hay que matizar que en The Devil’s Cartel estamos condenados a utilizar auto-apuntado. Os explicamos, este modo no tiene opción para desactivarlo y sin importar el nivel de dificultad escogido (ya sea fácil o el más complicado), un punto que resta todavía más profundidad y diversión a la experiencia.

Como principales novedades, la característica Aniquilación ha sido la más llamativa, que se libera pulsando el botón L1, y que permite arrasar casi por completo todo lo que nos rodea. Es una maniobra que recuerda de alguna manera a algo que veíamos en los dos primeros capítulos, pero que aquí tiene sus matices y se muestra como una opción de combate mucho más poderosa y cargada de casquería. Si los dos tenemos la Aniquilación disponible, por ejemplo, podremos activarlo al mismo tiempo y multiplicar exponencialmente sus salvajes resultados. Tal vez esta habilidad os suene, y es que es el sustitutivo del Agro, que viene a ser un medidor que registra nuestros aciertos con las armas convirtiéndolos en una barra que se va llenando y que, al activarla, nos permite ser invencibles durante unos segundos y convertir nuestro arsenal en verdaderas armas de destrucción masiva.

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Por otro lado tenemos el ya habitual sistema de coberturas. Está implementado para moverse con fluidez y rapidez por los escenarios, para buscar las mejores posiciones, protegerse o flanquear. Su funcionamiento es igual de sencillo que en todos los juegos que existen en esta época: pudiendo disparar apuntando, lo que nos expone al fuego enemigo, o hacerlo a ciegas con la pérdida de precisión que eso supone, pero sin exponernos. También tenemos una opción, mucho menos recomendable, ya que pulsando el botón select el propio juego nos marcará en la pantalla una recomendación táctica sobre qué camino coger para continuar avanzando, aunque deja todavía menos lugar a la imaginación en la experiencia.

¿Y cómo acabamos con los enemigos? Con un infinito arsenal de armas totalmente personalizable, y en esta entrega el nivel es enfermizo. Podemos elegir entre pistolas, rifles, ametralladoras, escopetas, revólveres, lanzagranadas y un largo etcétera. En todas y cada una de ellas podremos variar tanto el aspecto interior como exterior de esta, adecuándolas a nuestra forma de juego y gustos estéticos.  Básicamente, la personalización del armamento ha ganado muchísimo. Ahora se pueden elegir las distintas piezas y reforzarlas individualmente, con bastantes alternativas.

Para terminar este apartado, como en todo Army of Two, las partidas cooperativas con otro usuario son la clave del juego. Pocas novedades respecto a los anteriores en cuanto a mecánicas y cooperación pero perfecto y funcional chat de voz, pantalla partida para dos usuarios en un televisor, rápida gestión de encuentros y algunas nuevas posibilidades bien llevadas, como la Doble Aniquilación. No hemos querido abrir un apartado propio ya que es una modalidad de juego tan básica que no ha valido la pena hacerlo. Ya sabemos todos que Army of Two está destinado para jugar con amigos en casa o mediante internet. Siempre se vive esa tensión, de ayudar a nuestro compañero, idear tácticas hablando antes de atacar y de estar con una sonrisa después de haber terminado la sesión. Por otra parte hay que destacar que viene con pase online, el cual necesitaréis activar para disfrutar de todas las opciones del multijugador. Por lo que si tenéis pensado adquirir el juego de segunda mano, lo más seguro es que tengáis que pagar el importe correspondiente en PlayStation Store si queréis disfrutar de estas funcionalidades.

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Gráficos

A nivel gráfico, Electronics Arts ha decidido implementar Frostbite 2, el mismo motor gráfico visto en otros títulos de la compañía como Need for Speed: The Run, Battlefield 3 o MOH: Warfighter. Sin embargo el acabado final de Army of Two: the Devil’s Cartel no ha logrado llegar al nivel de detalle y calidad de los juegos nombrados anteriormente. Sin embardo gracias a la utilización de este motor si se aprecian mejoras en las texturas de más calidad, efectos de luz más detallados y una mayor interacción con los escenarios

Sin duda, aún con la falta de los mejores gráficos, es uno de los puntos fuertes del juego. Cuenta con unos buenos efectos visuales y una gran atención al detalle en los personajes principales. También es remarcable la continua interacción con los decorados de los escenarios, los cuales  se resumen en destrucción de muros, cajas, explosión de barriles, vehículos, etc. Todo esto será todavía más espectacular en los momentos que liberemos la furia que hemos comentado en anterioridad. Da gusto per volar por los aires todos los elementos interactivos de las pantallas, además de explosiones, disparos, destellos o escombros, si que se hace justicia al uso de Frostbite 2.

Army of Two: the Devil’s Cartel nos ofrece también la posibilidad de personalizar tanto las armas, como los trajes, tatuajes y mascaras de nuestros protagonistas. Cada uno de estos objetos adicionales será canjeable por el dinero in-game que obtengamos en las distintas misiones. En resumen, podemos decir que EA ha conseguido un resultado notable aunque mejorable con un resultado poderoso en la mayoría de ocasiones aunque deslucido en otras. Los personajes o las texturas naturales se llevan las mejores puntuaciones, pero las animaciones cinematográficas o los modelados y nivel de detalle se quedan un paso por debajo del nivel general.

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Sonido

Por último, los artistas Big Boi y B.o.B han trabajado en el aspecto sonoro de Army of Two: The Devil’s Cartel. El dúo de músicos interpretan a los personajes Charles «Chuy» Rendall (Big Boi) y Anthony «Baker» Barnes (B.o.B), dos miembros de la agencia Tactical Worldwide Operations (T.W.O.). Además de poner sus voces a estos personajes, también han creado una nueva canción llamada Double or Nothing que forma parte de la banda sonora.

Todo esto acompañado de unos efectos de sonido contundentes y muy variados, baluartes que asisten a las altas dosis de acción de manera magnífica. Los disparos suenan con fuerza y presión, también las paredes rompiéndose o las balas que pasan cerca y silban. Aun así, pierden algo de fuerza cuando nos encontramos en situaciones límite con explosiones continuadas. Al igual que en los dos primeros episodios de la saga, todas las voces y diálogos del juego llegan doblados a nuestro idioma, un detalle para nosotros siempre de agradecer.

Conclusión

No podemos deciros otra cosa que Army of Two: the Devil’s Cartel es un juego tremendamente divertido, al menos en su modalidad cooperativa. Si estuviéramos ante un título con una historia para un jugador, hablaríamos de un juego más que mediocre. Por eso, aunque no estemos ante una entrega que vaya a pasar a la historia en su género, muchos usuarios se sorprenderán de cuánto les divierte si le dan una oportunidad. Si vale, tal vez a lo largo del análisis hayamos sido un poco duros en algunos puntos, pero tampoco vayáis a compararlo con juegos como Call of Duty, Battlefield, Max Payne u otros por el estilo. Juega en otra liga, esa en la que pretenden encandilar al jugón a través del cooperativo.

Es una lástima que después de tres entregas no hayan sabido aprender de los errores del pasado, ya que haciéndolo podrían haber convertido Army of Two en una saga más que respetable en esta generación de consolas. La actual se está ya acabando, y tal vez esta se haya despedido para siempre, ya que por desgracia irá cayendo en el olvido debido a que sigue sin saber explotar su verdadero punto fuerte. Así que al menos, después de un tiempo de su lanzamiento, dadle una oportunidad porque personalización de armas, acción, disparos y destrucción no le faltan por ningún resquicio.

Army of TWO™ The Devil's Cartel: Launch Trailer

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Lo Mejor

  • Como es habitual en toda la saga, el modo cooperativo
  • Frostbite 2 ofrece un gran salto de calidad gráfico
  • Grandes dosis de acción y emoción

Lo Peor

  • Excesiva linealidad en el transcurso de la historia. Corta duración
  • Problemas con la IA, tanto aliada como enemiga.
  • Jugando en solitario pierde toda la esencia táctica
  • Alpha y Bravo no consiguen llegar al nivel de Salem y Rios

 

Puntuación

  • Historia: 6,5
  • Jugabilidad: 7.5
  • Multijugador 7
  • Gráficos: 7,5
  • Sonido 8
  • Diversión: 8

NOTA FINAL: 7,4