Artículo | Gone Home: Un gran ejemplo de que con poco se puede alcanzar mucho.

Country roads, take me out of home

Anoche no me encontraba en las mejores condiciones mentalmente. La ansiedad se apoderó de mí como muchas otras veces, pero cuando todo estaba perdido y me disponía a intentar dormir y dejar pasar las horas como muchas otras veces, decidí probar Gone Home, el título creado por Fullbright hace casi 9 años, allá por 2013.

Había escuchado y leído una ingente cantidad de opiniones favorables acerca de este título interactivo, no obstante, nunca me había lanzado a la aventura… Hasta que la pasada noche. Descargué el título sin más aspiraciones que intentar relajarme y buscar la calma entre tantas tormentas que se sucedían en mi cabeza al unísono… Y lo conseguí. Conseguí aferrarme a la tranquilidad y a las habitaciones de la antigua mansión, de las que no quería salir, sino seguir profundizando más y más para encontrar respuestas a su intrigante y misteriosa historia.

Técnicamente era decente para la época.

Me sorprendió gratamente las mecánicas de la obra ambientada en el estado norteamericano de Oregón, pues Gone Home no requiere el uso de habilidades motrices ni esfuerzos de coordinación; tampoco exige el uso de estrategias, y casi no plantea dificultades en cuanto a la resolución de acertijos o problemas, por no decir que no hay ni un solo puzle. En cambio, explorando el entorno a nuestro libre albedrío, abriendo puertas, cajones, armarios, encontrando utensilios comunes, cartas, anotaciones y otros objetos, vamos reconstruyendo la trama del juego, al tiempo que conocemos nueva información sobre los habitantes de la mansión. 

Tampoco me voy a explayar demasiado, pero quería dejar patente en unas pocas líneas lo gratificante que me fue darle una oportunidad a un título de esta índole. Sus básicas mecánicas, su impuesta motivación por relajar al jugador y dejarlo disfrutar de todas y cada una de las áreas de la inmensa mansión, junto con una banda sonora artificial inexistente, dejando paso a los sonidos naturales del mundo exterior, como el golpeo de las gotas de lluvia contra los ventanales, el estruendo formado por las truenos y los roces al abrir cada mueble o puerta de madera que componen el entorno son más que suficientes para alejarte de todo.

Hay multitud de habitaciones para explorar.

A lo largo de los años hemos escuchado, leído y encontrado multitud de opiniones sobre si un videojuego es malo por tener unos gráficos más recortados de lo esperado, una duración menor o una historia más simple. Sin embargo, todas esas opiniones, en su mayoría han tendido hacia el lado negativo. Gone Home, al igual que otros títulos de este estilo que han ido saliendo a la venta no es más que otro gran ejemplo de que con poco se puede hacer mucho. Es digno de aplaudir. Acostumbrados a las superproducciones y a que todo sea a gran escala, Fullbright consiguió dar un golpe sobre la mesa y abrir la puerta hacia nuevos horizontes desconocidos para muchos, servidor incluido.