Especial | Empezando el año con Lovecraft

De la mano de Planeta Cómic, empezamos el año con dos productos de Lovecraft con enfoques diferentes.

H.P. Lovecraft es un nombre que conocerá la gran mayoría de personas, hayan leído su obra o no. Este influyente autor sentó nuevas bases para el terror literario que luego se ha transportado a todos los medios de unas u otras maneras, creando incluso su propia mitología (los mitos de Cthulhu).

Planeta Cómic lleva meses apostando por este autor, pero no de la forma convencional, sino mediante el formato manga. Estamos hablando de las adaptaciones de Gou Tanabe, un mangaka que se ha dedicado en los últimos años a adaptar los relatos de H.P. Lovecraft al formato manga, habiendo reseñado ya en esta casa los dos volúmenes que adaptan «Las montañas de la locura» y «La llamada de Cthulhu» entre otros.

Pero hoy no vengo a hablaros sólo de otra adaptación al manga, en este caso de ‘El color que cayó del cielo’ sino también del libro ilustrado ‘La sombra sobre Innsmouth’ editado bajo el sello Minotauro Ilustrados.

Vamos a empezar por el segundo, y es que La Sombra sobre Innsmouth sorprende ya antes de abrirlo por las grandes proporciones del libro, permitiendo hacer brillar las ilustraciones de Tomás Hijo que acompañan al relato íntegro original escrito por Lovecraft.

Citando la contraportada: ‘ Innsmouth no siempre fue la ruina decadente y fangosa que es hoy. Antaño, el comercio con lejanas comunidades salvajes del Pacífico llenó de riqueza sus arcas y sus redes. Pero con el oro y la pesca abundante llegaron extraños cultos y, empezando por los Marsh, responsables de aquellas remotas expediciones, los habitantes de Innsmouth comenzaron a portar extraños talismanes y a canturrear arcanas oraciones en blasfemos rituales.

Todo ello, se dice, es cosa del pasado, pues una brutal operación militar acabó con tan impías manifestaciones.

El protagonista y narrador llegará a la decrépita Innsmouth casi por azar. Pronto, las calles se convertirán en una trampa y un laberinto. Con cada minuto que pasa, el horror que aún esconde la localidad se revelará en formas cada vez más turbadoras, retorcidas y macabras. Como telón de fondo, el mar, fuente de horrores ancestrales e inhumanos que, como el protagonista descubrirá demasiado tarde, pueden anidar en el centro mismo de nuestra existencia.

Las historias de H.P. Lovecraft han sido una fuente de fascinación para los lectores desde que se publicaron a principios del siglo XX. Su ficción combina el horror gótico con la fantasía cósmica y sus Mitos de Cthulhu han influido en autores como Stephen King o Neil Gaiman.

Tomas Hijo es un reconocido ilustrador y un gran admirador de la obra de H.P.Lovecraft. Ha ilustrado a J.R.R. Tolkien y ha colaborado con Guillermo del Toro y The Jim Henson Company. En Minotauro, ha ilustrado varias obras de Carlos Sisí’.

Tengo que reconocer que personalmente me gustan los acercamientos de Gou Tanabe a las obras de Lovecraft por el estilo de dibujo y la ligereza con la que se narra la trama pero la ventaja de este libro ilustrado es leer el texto original, sin ningún tipo de recortes y visualizarlo con las potentes ilustraciones de Tomas Hijo donde premia una rugosidad en todos los dibujos que genera cierta sensación de inquietud, que junto a los tonos apagados y terrosos logran sumergirnos en el relato escrito en 1931 y publicado en 1936.

En esta ocasión Lovecraft busca aterrarnos con el propio concepto del mar, que mezclado con el terror cósmico crea un buen tándem donde el desconocimiento y los sucesos a cada cual más bizarro nos hará devorar las páginas del tomo.

La edición de Minotauro cuenta con un volumen único en formato cartoné con sobrecubiertas conformado por 64 páginas a todo color creando una edición prácticamente de lujo gracias a la calidad del papel y el tamaño del tomo.

Pasemos ahora a la siguiente obra de Lovecraft que trataremos en este título, se trata de El color que cayó del cielo, adaptado al manga una vez más por el maestro Gou Tanabe con su gran atino a la hora de plasmar el tipo de terror que creó Lovecraft, en este caso con la dura tarea de plasmar no solo un color inexistente en la realidad, si no también hacerlo en blanco y negro el formato del manga, jugando con el uso de ambos colores y la textura de la imagen.

Citando la sinopsis: ‘Pero ni siquiera aquella visión podía compararse a la del páramo maldito; lo supe tan pronto como atravesé sus límites al fondo del extenso valle. Ningún otro nombre podría describir mejor semejante fenómeno; ni ningún otro fenómeno podría adaptarse mejor a semejante nombre.

Esta adaptación es el vehículo idóneo para plasmar todo el ominoso y alucinado mundo lovecraftiano. Donde no alcanzan las palabras bien puede la ilustración, una expresión libre que complementa el enorme legado del maestro de Providence’.

Con El color que cayó del cielo, Lovecraft nos cuenta una historia más íntima por el menor número de personajes, pero no por ello menos aterradora. La caída de un extraño meteorito provoca fenómenos cada vez más extraños que afectarán tanto a la zona como a la familia protagonista. Además, en esta ocasión la historia se cuenta mediante un flashback por parte de uno de los supervivientes del fenómeno, que provocará mutaciones extrañas en los animales e incluso en la vegetación, que además de parecer que cobra vida emitirán una fosforescencia de lo más misteriosa.

Aquí, como mencionaba anteriormente vuelve a destacar el dibujo de Gou Tanabe, en el que sigo creyendo que es una de las mejores elecciones hechas para adaptar las obras del autor de Providence. Pese a que quizá, dada la trama, no es la obra donde más destaca el dibujo de Tanabe, sigue estando presente el uso de la textura y el detalle así como los planos alejados que simplemente nos muestran el entorno, pero dibujado de tal forma que resulta tétrico e inquietante sin necesidad de que esté ocurriendo nada concreto.

Además el estilo de dibujo de los personajes con esos rostros demacrados, esas expresiones de terror mezclado con incredulidad o incluso expresiones peores (por motivos argumentales que prefiero no comentar) y que sea una obra de época aún ayuda más, dado a lo extraño que nos puede parecer la forma de vestir o la incomunicación de esos tiempos.

La edición de Planeta Cómic es muy parecida a la que lanzaron con obras como «Las montañas de la locura» y «La llamada de Cthulhu». En esta ocasión contamos con un volumen único en formato cartoné conformado por 192 páginas con una impresión muy buena que nos permite disfrutar de cada viñeta, de cada dibujo apreciando cada uno de los detalles en los trazos de Tanabe.

Sin duda Lovecraft cuenta con una gama de relatos inacabable y que pese a usar estructuras similares y el mismo tipo de terror, logra sorprender con cada historia y mostrarnos elementos grotescos o que parecen salidos de una mente de otro mundo y así lo demuestran las dos historias que os he comentado hoy. Si os gusta la fidelidad, La sombra de Innsmouth de Minotauro es vuestra elección pero si en cambio queréis una obra más ágil podéis optar por El color que cayó del cielo, pero desde luego en ninguno de los dos casos es una mala opción si queréis empezar el año rememorando estos clásicos atemporales.