Impresiones finales | Ghostwire Tokyo

Impresiones finales | Ghostwire Tokyo

14 marzo 2022 0 Por Alejandro Altaber

Os contamos nuestras sensaciones tras haber podido probar las primeras horas de Ghostwire Tokyo, la nueva y peculiar propuesta de los creadores de The Evil Within.

 

Hoy os hablamos de la nueva IP de Tango Gameworks, sin embargo, en los compases iniciales del desarrollo estaba previsto darle una nueva entrega al detective Sebastian Castellanos con The Evil Within 3. Finalmente, la rompedora e imaginativa idea gestada en las oficinas del estudio cambió su forma hacia Ghostwire Tokyo, que supone también la última relación contractual entre Sony y Bethesda hasta que veamos qué decisión toma Microsoft para los futuros lanzamientos de la compañía.

Pese a que solo podemos narrar nuestras impresiones tras unas cinco horas de partida en el capítulo 1 y 2 de la aventura, ya os adelantamos que la nueva locura de Shinji Mikami y sus compañeros nos está encantando y que promete colocarse como uno de los grandes ‘sleepers’ de 2022. Comenzamos.

La historia de Ghostwire Tokyo nos lleva a una visión única de la metrópoli nipona, donde un desconocido suceso paranormal ha provocado la desaparición del 99% de la población y la temible aparición de los Visitantes, espíritus del folclore japonés liderados por Hannya, el principal responsable de la actual situación. En el papel de protagonista tenemos a Akito, un joven fallecido que regresa a la vida gracias al espíritu de KK, un investigador espectral. Dos almas completamente opuestas que comienzan por no soportarse pero que deberán adaptarse y aguantarse para cumplir su propio cometido, mientras que KK desea detener a Hannya, Akito solo quiere rescatar a su hermana.

Tango Gameworks ha querido alejarse del género de terror de sus anteriores proyectos proponiendo una aventura de acción en mundo abierto con vista en primera persona. La sorpresa más agradable ha sido su peculiar y original sistema de combate basado en el uso de poderes sobrenaturales denominados tejido etéreo, unas magias elementales de viento, agua o fuego que tiene múltiples efectos ante los enemigos. En el análisis final os contaremos en profundidad como funciona cada uno de ellos, pero os adelantamos que no falta el típico árbol de habilidades para potenciar el estilo que más se ajuste a las preferencias del usuario.

Akito también puede golpear desde amplias distancias mediante un arco especial capaz de herir a los espíritus, lanzar talismanes para provocar estados alterados o emplear sencillas mecánicas de sigilo. Pero lo mejor de todo es lo genialmente integrado que están los ingredientes jugables, brindando una exquisita fluidez para acabar con el amplio tipo de espíritus que van apareciendo a nuestro paso. Eso sí, el protagonista no es el típico héroe, solo un chico de 22 años que se ha visto envuelto en un tremendo lio sin quererlo. Decimos esto ya que los movimientos son lentos, sin posibilidad de emplear un desplazamiento evasivo, y por lo tanto, faltando un punto de agilidad respecto al frenético ritmo del repertorio de ataques.

The Evil Within era un título completamente lineal, su secuela creció con escenarios más grandes e incluso encargos opcionales, y este Ghostwire Tokyo propone un mapa de mundo abierto. No obstante, su diseño repite el planteamiento que ya estamos cansados de criticar, es decir, plagado de iconos de misiones secundarias, tiendas, talayas, coleccionables y otros encargos. En este aspecto es bastante conservador y funcional, dándolo todo bastante mascado al jugador para que solo deba seleccionar un punto y acudir al destino.

Por suerte, Tango aporta valor al mundo con una fantástica verticalidad. Akito es capaz de abandonar las calles de Shibuya enganchándose a los tengu, una especie de yokais voladores que lo trasladan a los puntos más elevados de la ciudad para explorar los tejados de los edificios, encontrar coleccionables, hallar espíritus para recolectar (sirven como moneda de cambio para ganar experiencia) e incluso desplazarnos con mayor rapidez. Asimismo, si queremos volver a tierra firme podemos lanzarnos y planear hasta alcanzar el suelo.

Antes de cerrar este texto y regresar para continuar exprimiendo la aventura de Akito y KK, cabe pararse a comentar el pilar fundamental sobre el que gira Ghostwire: Tokyo, la ambientación. Es realmente fascinante la labor técnica y artística en la recreación de cada lugar de Shibuya y la exquisita variedad de espíritus yokai. En este sentido nos recuerda y mucho a lo que RGG Studio con el barrio de Kamurocho en Yakuza, donde cada tienda, bar, hospital o parque derrocha vida pese a la ausencia de ella gracias al alto grado de realismo. Y esto es posible mediante un brutal sistema de iluminación, genial acabado de las texturas y genial aplicación de la tecnología de trazado de rayos en los reflejos.

Una vez más, y como me ocurrió con Horizon Forbidden West, he vuelto a optar por el modo calidad que funciona a 30 fps, aporta una espectacular nitidez de la imagen y mantiene siempre activo el Ray-Tracing. No obstante, hay hasta seis modos gráficos distintos con los que juguetear con el framerate, resolución e incluso sincronización vertical. Y por último toca hacer un breve comentario hacia el Audio 3D y el aprovechamiento de las funciones del DualSense, siendo una verdadera experiencia next-gen.

Llegábamos con ciertas dudas sobre la nueva propuesta de Tango Gameworks y los compases iniciales han disipado buena parte de ellas. Ahora está por ver si el resto de capítulos mantienen el listón a nivel narrativo y si su original jugabilidad consigue aguantar y no quedarse sin ideas suficientes hasta su recta final.

Ghostwire Tokyo no es uno más dentro de la acción en mundo abierto, es una obra que respeta al máximo las costumbres y el folclore nipón mediante una estética única de un hermoso pero desolado Tokyo. Será el próximo 25 de marzo cuando se ponga a la venta en PS5 como exclusivo de consola, además de PC, y quizá puede aprovechar la ausencia de grandes lanzamientos durante abril para llegar a un mayor público objetivo.