Impresiones jugables | Beta de Destiny 2

Impresiones jugables | Beta de Destiny 2

19 julio 2017 0 Por Alejandro Altaber

Al igual que hicieron con la primera entrega, Activision y Bungie han ofrecidos a los usuarios una beta tanto cerrada como abierta para probar los compases iniciales de Destiny 2.

Tras el lanzamiento original y cuatro expansiones posteriores, Bungie ha decidido dar el salto a Destiny 2 para intentar borrar de su historial los errores y problemas que acompañaron a un magnífico shooter que encandiló a millones de usuarios durante cientos de horas por su evolución notable en el contenido y variedad del mismo.

Las sensaciones con la beta han sido agridulces. Es cierto que la campaña promete brindar momentos para el recuerdo y el juego online será más sencillo en asaltos y raids, pero el acabado visual general y la jugabilidad te hacen pensar que estás ante una quinta expansión del primer Destiny y no el comienzo de una nueva entrega. A continuación explicamos cada uno de los contenidos incluidos en la beta, no sin antes recordar que que el día 21 de julio a las 19:00h se abrirá para todos los jugadores en consola y estará activa durante todo el fin de semana.

Campaña

Tras escoger entre las tres conocidas clases (Titan, Cazador y Hechicero), la beta de Destiny arranca fuerte con la ya conocida misión “Homecoming” que ya hemos visto en varias ocasiones desde la presentación oficial que se celebró en Los Ángeles el pasado mes de mayo donde vemos una Torre totalmente destruida e invadida por el ejército Cabal.  Desde los primeros segundos se nota que Bungie quiere ofrecer una gran experiencia cinematográfica con escenas muy bien trabajadas y un mayor uso de scripts durante el transcurso de las misiones.

Durante la casi una hora que dura la misión, Bungie ya introduce algunos compañeros y protagonistas que van a tener un peso fundamental en la trama como Cayde-6, Zavala e Ikora Rey. Es pronto para valorar cómo se desarrollará el resto de la campaña, pero ya se puede comprobar que la narrativa ha ganado muchos enteros y promete que los usuarios empaticen con los personajes y logren involucrarse en los acontecimientos que cuenta.

En términos jugables, Destiny 2 no se siente como una auténtica secuela y parece una mera expansión del título original de 2014. Esencialmente la jugabilidad (gunplay) no ha variado un ápice, es decir, la IA de los enemigos podría ser mejor y el apuntado y precisión de las armas es una auténtica pasada, como no podía ser menos. No obstante, se echan en falta nuevas mecánicas, habilidades, o en resumen, al menos una nueva clase tras haber explotado al máximo las tres ya conocidas.

Pasando al apartado audiovisual, a grandes rasgos sin examinar a fondo cada detalle, gráficamente Destiny 2 es una propuesta excesivamente similar a la primera entrega. Es cierto que Bungie ha logrado escenarios y momentos que cuentan con un mayor juego de colores y un gran trabajo en el sistema de iluminación, pero el salto gráfico no es el propio que debería definir una secuela, y más todavía cuando se ha desarrollado exclusivamente para la nueva generación de consolas y no para PlayStation 3 y Xbox 360 como el primer Destiny.

Igualmente, el hacer versiones parecidas para que no existan muchas diferencias con PlayStation 4 Pro y Xbox One X, ha lastrado a Bungie a la hora de arriesgar un poco más. No ocurre lo mismo con la versión de PC, que llegará unas semanas más tarde pero alcanza los 4K y 60fps y la experiencia seguramente sea muy distinta a las consolas. Eso no quita que Destiny 2 gane enteros por su apartado artístico, que logra sorprender a cada momento por la enorme variedad de situaciones y demuestra que se trata de toda una superproducción. Lo mismo ocurre con la extraordinaria banda sonora, que mantiene o incluso mejora el nivel aun tras la marcha de Marty O’Donell de la compañía, y el doblaje al español, muy acertado donde escuchamos voces conocidas como la del espectro.

Asalto

Tras finalizar este pequeño adelante de la campaña, hemos pasado a probar el Asalto disponible para la beta.  Es cierto que durante los primeros minutos tras la apertura de los servidores ha habido problemas para lograr acceder, pero superado este momento crítico posteriormente el sistema de matchmaking ha funcionado a la perfección emparejándote enseguida para completar el asalto con otros usuarios online.

Dicho Asalto nos lleva hasta el planeta Nessus en equipos de tres guardianes, y lo cierto es que se nota la mejora en el planteamiento y diseño, al menos en el que hemos podido jugar en la beta respecto a otros de la primera entrega y posteriores expansiones. Bungie ha introducido escenarios bastante más verticales donde los saltos entre plataformas ganan en importancia, así como la interacción y trampas que puede haber por el mapa.

Ahora los enemigos no son el único peligro que existe para avanzar, ya que ciertos elementos llegan a ser todo un quebradero de cabeza. Una vez más, la colaboración entre jugadores sigue siendo esencial y se nota al combatir contra el jefe final del asalto. La estrategia es vital al igual que montar un equipo equilibrado con varios tipos de armas, clases, habilidades, etc.

Crisol

Para terminar, tras finalizar el contenido PvE, ha llegado el turno de adentrarse en el Crisol, el componente PvP de Destiny 2. Muchos piensan que la propuesta multijugador de Bungie está centrada plenamente en la variante cooperativa contra la IA, pero otro factor muy importante es el competitivo online. La beta cuenta con un nuevo modo de juego de 4 vs 4 jugadores denominado «Countdown»en el cual nos enfrentamos en partidas al mejor de seis rondas, alternando entre equipos de ataque y defensa. El equipo que gane, ya sea en cualquiera de los dos bandos, se lleva una ronda y además no está activado el respawn, por lo que no podrás jugar hasta que acabe la ronda o un compañero te reanime.

No es una modalidad demasiado original ya que se ha visto anteriormente en otros shooters multijugador, no obstante, va acorde a la esencia y filosofía de juego en equipo que plantea Destiny en todas sus vertientes. La otra modalidad disponible es «Control», ya conocida de la primera entrega que apenas introduce pequeñas novedades que apenas afectan al transcurso de cada partida.

Destiny estuvo lastrado en su lanzamiento por unos problemas de los que Bungie son conscientes. La escasa variedad de misiones, la ausencia de argumentoy los inconvenientes para jugar online (al menos si ibas en solitario) se han solventado para la secuela que llegará el 6 de septiembre a PS4 y Xbox One, y más adelante a PC. Ahora han prometido una historia con espectaculares cinemáticas, matchmaking para unirse con otros usuarios si decidimos jugar solos y mayor variedad de objetivos y situaciones, que ahí si deberemos esperar a la versión final para ver el resultado final.

La beta de Destiny 2 ha dejado a muchos bastante fríos, entre ellos a nosotros, ya que la evolución jugable es ínfima (aun así, el sistema de combate y gunplay continua siendo igual de perfecto y no necesita retoques) y el salto gráfico no corresponde con el potencial de las actuales máquinas y los tres años que han pasado respecto a la primera entrega.

No obstante, Destiny 2 va a agradar a las mismas personas que su original. Todos aquellos que le metieron cientos de horas van a volver a caer de lleno en las redes de Bungie, mientras que los que acabaron cansados de la propuesta no habrán terminado convencidos tras probar la beta. Gran parte de culpa la tiene que esta beta dispone de mucho menos contenido que la del primer Destiny, con apenas una misión de la historia, un asalto y posteriormente pasar al crisol; y en 2014 prácticamente pudimos jugar a casi un tercio del total.

En resumen, sensaciones encontradas con Destiny 2 que resolveremos en apenas un par de meses para su lanzamiento en PlayStation 4 y Xbox One.