Reseña | Batman: Tiempo muerto

Tom King vuelve con una miniserie de atracos y misterio.

Como siempre mencionamos al inicio de estas reseñas de superhéroes tan conocidos y con tanto bagaje a sus espaldas, muchas son las obras e iteraciones que ha tenido Batman desde su nacimiento en el año 1939. Desde las ligeras historias de los primeros años a las oscuras de finales de los 80 pasando por todo tipo de apariciones fuera del cómic, no hay nadie a día de hoy que no conozca de la figura del multimillonario Bruce Wayne.

Siguiendo con Tom King hoy venimos a hablar del tomo recopilatorio titulado Batman: Tiempo muerto, nueva aventura del autor junto a David Marquez y Alejandro Sánchez después de trabajar en Batman/Catwoman.

Si en la anterior colección King se centraba en contarnos un romance de toda una vida, en este vuelve a jugar con el tiempo dando saltos hacia adelante y atrás, ya sea de minutos, días e incluso milenios, para contar una historia que implica en nuestro Caballero Oscuro, a una Catwoman mucho más villana que en su anterior serie que forma tándem con el Acertijo y con el Pingüino por cuenta propia, todo en la búsqueda de un ‘objeto mítico’.

Citando la contraportada: «Tres villanos, un Caballero Oscuro y un golpe letal que salió mal.

El Pingüino, el Acertijo y Catwoman se han unido para robar un artefacto de sumo valor. Aún no se sabe cuál es su preciado objetivo, pero lo que Batman puede tener claro es que, con estos tres elementos, nada puede salir bien. A menos que, como cabe esperar, empiecen a traicionarse los unos a los otros.

Tras el éxito de su etapa en la serie regular del Caballero Oscuro, el guionista Tom King regresa a Gotham City en compañía del dibujante David Marquez. Batman: Tiempo muerto no se contenta con mostrar a parte de la galería de villanos del personaje. También nos va a presentar a dos elementos nuevos: a un hombre misterioso llamado el Servicio y a Nuri Espinoza, una agente con cierta dificultad para controlar la ira».

Nos volvemos a encontrar con un Batman primerizo, que si bien no es el de Año uno, si se nota que lleva poco tiempo en esto, así como los villanos, que aún no conocen bien a nuestro protagonista pese a haber tenido algún encontronazo previo con él. Esto también se delata por el aspecto de los mismos, viendo a un Joker o un Acertijo con un aspecto prácticamente juvenil.

La narrativa es tan curiosa como caótica a veces, como os comentaba al principio, la historia va dando saltos constantes, prácticamente cada una o dos páginas pega un salto temporal, a veces simplemente unos minutos antes para ver lo que estaba haciendo X personaje y cómo llega a cierto punto, ya que además de temporalmente estaremos constantemente viendo la parte de Batman y la parte de los villanos, a la que luego se sumarán flashbacks que nos llevarán a milenios atrás para explicarnos el origen del artefacto en cuestión además de añadirse a la historia más personajes como pueden ser los anteriormente mencionados el Servicio o Nuri Espinoza, cada uno con su propio interés.

Es un cómic creado para ser intenso y un poco confuso, probablemente de manera deliberada para que vayamos intentando deducir qué está ocurriendo o el motivo por el cuál de repente nos meten un flashback situado en la antigua Grecia, son como piezas de un puzle que solo hasta que lleguemos al final de la historia podremos comprender en su totalidad.

Resolución que puede ser más o menos cuestionable, si bien es cierto que no es mala en absoluto e incluye alguna que otra sorpresa pero si es verdad que puede desinflarse, sobre todo esa narrativa a saltos cuando ya sabemos más o menos todo lo que se cuece, aun así agradezco que King intente encontrar nuevas formas de contar historias en este universo donde parece que todo esté ya visto simplemente por su longevidad.

El dibujo de David Marquez es super detallado, el uso de sombras, de la luz y la oscuridad en los propios rostros, los gestos de las caras o las escenas de acción son perfectamente legibles, sin llegar a hacer ninguna virguería , pero dejando estampas como cierta batalla campal o Batman conduciendo una moto que quedarán en nuestras retinas bastante tiempo, todo ello acrecentado gracias al uso del color por parte de Alejandro Sánchez, brillando en la oscuridad, nunca mejor dicho.

La edición de ECC está compuesta por un tomo único en formato cartoné cosido con hilo conformado por 208 páginas a todo color que incluyen la historia completa así como una galería de portadas alternativas y otra de bocetos creados por David Marquez.

Batman: Tiempo muerto quizá no es el mejor cómic del Hombre Murciélago, ni siquiera el mejor de Tom King, pero es una historia muy interesante, que juega muy bien con las perspectivas (especialmente en el nudo) y que busca hacer cosas nuevas ( no digo que sea la primera vez, pero no es una narrativa común, desde luego) contándonos una trama que abarca prácticamente la historia de la humanidad, pero comprimida en un ‘simple’ atraco.