Reseña | Dragon Ball Super tomo 15

La saga de Moro llega a su clímax, mientras se empieza a vislumbrar el futuro de la serie.

Dragon Ball Super continúa sus andanzas en el manga, durante estos más de 2 años desde que terminó el anime el manga ha continuado con nuevos capítulos y sagas, y Planeta Cómic últimamente se está dando prisa en sacar los tomos recopilatorios cada vez acercándonos más a la publicación actual japonesa, por lo que estamos por fin ante el tomo número 15 de la serie.

Mientras, en Japón la serie se publica mensualmente en la revista Shonen Jump y cuenta con 18 tomos, siendo este último lanzado el próximo 4 de abril, por lo que en España nos vamos acercando cada vez más a la publicación japonesa, algo muy positivo para nosotros, los lectores.

Citando la contraportada del tomo: «Goku consigue acorralar a Moro gracias a haber completado el Ultrainstinto. Sin embargo, a partir de las capacidades de Merus que tenía almacenadas en su cercenada mano izquierda, Moro consigue hacerse también con el Ultrainstinto. ¿¡Qué hará Goku ante el poder divino!?».

Es difícil hablar de este tomo sin hacer spoilers, sabemos que mucha gente va leyendo el manga conforme se lanzan los tomos y lo último que queremos hacer es destriparos la trama de este tomo, que no solo implica el final de la saga de Moro, si no el principio del siguiente arco, protagonizado por Granola y que sigue en activo en Japón.

Lo que sí os podemos decir es que el final de la saga de Moro, pese a ver claras influencias con otras series, nos ha gustado mucho, no solo por el desenlace en sí y el cliffhanger que provoca, si no lo épico del combate, con más de una sorpresa, todo ello acrecentado por los trazos de Toyotaro, que como venimos comentando reseña a reseña, nos da la sensación que mejora y perfecciona su dibujo cada capítulo, hay una gran diferencia entre sus inicios y ahora, y aún lo habrá más con lo que está por venir.

Por otra parte tenemos el inicio de la saga de Granola, que inicia gracias a cierto elemento que queda en el aire al final de la saga de Moro y que nos deparará muchas sorpresas, en especial a nivel argumental. Aunque empieza con unos capítulos donde nuestros héroes ni siquiera aparecen, centrándose en las aventuras como mercenario espacial de Granola, de la raza de los Ceresianos, con una puntería sin igual se dedica a hacer encargos para una familia «mafiosa-espacial». Creednos, aunque parezca totalmente desligado de la trama principal, este arco argumental está  conectado muy profundamente con la historia de la franquicia, más que la de Moro incluso, así que os animamos a seguir leyéndola para llevaros más de una sorpresa y unas buenas raciones de fanservice ( de hecho, los más avispados ya pueden intuir ciertas cosas con los capítulos recopilados en este tomo).

En esta ocasión el material adicional al terminar el tomo se basa simplemente en unos artes de los nuevos personajes de la saga de Granola acompañado de unas pequeñas descripciones, para que el lector empiece a habituarse con sus nombres y sus personalidades, un acompañamiento interesante pero siempre nos gusta más cuando vemos procesos de creación como bocetos, entrevistas etc.

La edición de Planeta Cómic consta de un tomo con solapas formado por 192 páginas en blanco y negro que abarcan los capítulos del 65 al 68 del manga mensual publicado en la Shonen Jump. Contamos con una traducción a nuestro idioma de alta calidad como siempre, con la terminología respetada y siendo bastante literales con la nomenclatura de las nuevas técnicas, volviendo a ser una edición muy fiel respecto a la original japonesa.

Os recordamos que podéis adquirir el tomo en catalán así como la serie roja que se publica con mayor frecuencia (por lo que van bastante más adelantados en cuanto a la trama se refiere) y homenajea la serie del mismo nombre de los años 90.

Con el final de la saga de Moro comienza una nueva aventura que implicará a Goku y Vegeta más que nunca. Lo que tenemos claro es que la maquinaria de Dragon Ball continua más activa que nunca, el manga cada vez brilla más con su luz propia, lejos quedan las críticas del inicio de la serie y vemos como el tándem de Toyotaro y Toriyama funciona a las mil maravillas, y esperamos que dure muchos años más.