Reseña | Press Reset: Ruina y recuperación en la industria de los videojuegos

Un vistazo a las entrañas de varios estudios de videojuegos nos enseña lo duro de la cultura laboral en este ocio.

Los videojuegos son un medio único y excepcional. Muchos son los juegos que a lo largo de la historia nos han marcado e incluso construido, no solo como jugadores, sino incluso como personas, como muchas son las empresas por las que hemos pasado desde que empezamos a jugar. Todos recordamos a una Capcom o una Nintendo, pero hay cientos sino miles de empresas más pequeñas, no necesariamente Indies, que nos han ofrecido miles de horas de diversión.

Muchas de estas empresas no son tanto conocidas por su nombre o legado sino por quien la capitaneaba como por ejemplo Ken Levine, artífice de BioShock o Warren Spector, leyenda de los videojuegos por la creación de Deus Ex entre otros muchos títulos.

Jason Schreier es un periodista especializado en videojuegos que actualmente trabaja en Bloomberg pero al que también habréis podido leer en Kotaku, donde estuvo ocho años y muchas otras colaboraciones. Si seguís la actualidad del mundo de los videojuegos de manera asidua es bastante probable que os suene su nombre.

Después de escribir Sangre, sudor y píxeles (también editado por Héroes de Papel), Press Reset es su siguiente obra, centrada en el funcionamiento interno de algunas de las desarrolladoras más importantes que por uno u otro motivo se han visto abocadas a echar el cierre.

Citando la contraportada: «Del autor del éxito de ventas Sangre, sudor y píxeles, llega el nuevo relato definitivo sobre la otra cara de la industria de los videojuegos: la caída de algunos de los estudios más célebres de la última década y las historias, tanto triunfales como trágicas, sobre lo que ocurrió después.

Los revolucionarios reportajes de Jason Schreier le han otorgado un hueco entre los eminentes periodistas de investigación que analizan el mundo de los videojuegos. Su esperado nuevo libro es el resultado de una gran labor de investigación, donde Schreier muestra la volatilidad de la industria y la resiliencia de los trabajadores.

El sector de los videojuegos goza de prestigio, pero también es opaco. Press Reset, basado en numerosas entrevistas de primera mano sobre el desarrollo de juegos importantes -entre otros, BioShock Infinite, Epic Mickey y Dead Space – y el impactante cierre de los estudios que los crearon, cuenta la historia de cómo las personas se ven afectadas por los cierres y cómo se recuperan, pasan página o huyen de la industria para siempre.

Las entrevistas de Schreier con figuras relevantes del sector abordan desde adquisiciones hostiles, jefes tóxicos, dramas corporativos y cheques sin fondos hasta la vez en que Curt Schilling, beisbolista de los Red Sox de Boston, decidió montar un estudio de videojuegos que destronara a World of Warcraft. Por el camino, plantea cuestiones acuciantes sobre por qué, ahora que la industria del videojuego está más boyante que nunca, es tan complicado vivir de la profesión y si el sector del desarrollo puede cambiar antes de que sea tarde»:

Cabe comentar que este libro se centra en desarrolladoras norteamericanas, por lo que los casos y la cultura laboral de Estados Unidos puede diferir en mayor o menor medida de la europea o la asiática ( aunque si leemos entrevistas a desarrolladores japoneses, por poner un ejemplo, vemos que cosas como el Crunch existen igual o peor, solo que a veces las normalizan más de la cuenta).

Y es que si algo se deja en claro en esta obra, es que todas las desarrolladoras acaban realizando Crunch ( el hecho de trabajar muchas más horas de las que se consideran «normales» para terminar el desarrollo de un videojuego o superar un momento crítico). Estos momentos, aunque muchas veces están bien remunerados o compensados con vacaciones, desgastan mucho al personal, y muchos de los testimonios que encontramos en este libro acaban tan quemados, que o abandonan la empresa, o cuando está echa el cierre deciden montar sus propios estudios más pequeños, donde no dependan de mandamases o no se sientan simplemente un engranaje reemplazable.

Otros incluso deciden abandonar por completo la industria y sus intrigas o pasiones para buscar un trabajo que es posible que les llene menos pero donde encuentran mayor estabilidad tanto económica como el hecho de no tener que mudarse constantemente.

Porque si algo nos enseña este libro es que los desarrolladores son una suerte de nómadas que a lo largo de su carrera van recorriendo el país entero de estudio en estudio trabajando en multitud de proyectos donde muchos de ellos no venden lo suficiente para mantener al estudio o incluso son cancelados antes de publicarse.

Cuando disfrutamos de un gran triple A, sea de la compañía que sea, conviene recordar no solo al director o a la «marca» que lo publica, si no a los cientos o miles de empleados, en todos los cargos necesarios, que han hecho posible que ese juego llegue a nuestras estanterías, esa conciencia nos ayuda a empatizar con toda esa gente que para nosotros son solo un nombre más en los créditos finales, a los que no solemos ni prestar atención, que al fin y al cabo la mayoría son gente buscándose las habas y con una familia que mantener, y que en no pocas ocasiones pierden su trabajo por la no necesidad de un equipo tan grande entre un proyecto y otro.

Por supuesto habrá muchos estudios que traten a sus empleados mucho mejor y que gocen de una buena estabilidad en todos los ámbitos, pero por desgracia, en este sentido se nota la relativa juventud del medio, donde es ahora cuando muchos trabajadores y veteranos están luchando por sindicalizarse para si no solucionar el problema (algo que depende de muchísimos factores, entre ellos, el dinero), mejorar las condiciones del mismo.

La edición de Héroes de Papel consta de 290 páginas en formato rústico fresado con cubiertas a todo color, además siguiendo el estilo del anterior libro para mantener cierta consistencia estética.

Press Reset: Ruina y recuperación en la industria de los videojuegos es un libro que todo el mundo que esté interesado en los entresijos del mundillo debería leer. Es muy difícil acceder dentro de un estudio y ver la cruda realidad que se cuece en los mismos, los cambios drásticos de dirección siguiendo las «modas», los despidos masivos o el crunch y la buena mano de Jason Schreier nos permite comprender un problema bastante más peliagudo de lo que podríamos creer y abrirnos los ojos para valorar el trabajo de aquellos que no son tan reconocidos en el desarrollo de nuestros videojuegos favoritos.