Reseña | Regreso al mar

El primer manga serializado del añorado Satoshi Kon llega de la mano de un tomo recopilatorio.

Satoshi Kon logró hacerse un pequeño hueco en el mundo de la animación japonesa gracias a filmes como Perfect Blue o Millenium Actress o la serie Paranoia Agent. El toque personal del director cautivó a gente de todo el mundo por la profundidad de sus tramas, sus mensajes aplicables a la vida real y la crítica a la sociedad, en especial a la japonesa.

El creador, que lamentablemente falleció a la joven edad de 46 años en el 2010 dejó un legado ligeramente escueto pero que sus seguidores guardan como oro en paño. Lo que quizás es menos conocido del maestro Kon es sus inicios en el manga, comenzando por historias cortas para continuar con una serie llamada Kaikisen que se publicó en la revista japonesa Young Magazine de la editorial Kodansha en el año 1990, siendo la primera serie en solitario y donde podemos empezar a ver su manera de contar historias tan característica.

Regreso al mar cuenta la historia de Yosuke, un adolescente a punto de entrar en la universidad que se propone cumplir con un viejo, matutino y rutinario ritual que toda su familia y sus ancestros llevan realizando durante generaciones.

Su familia fue depositaria hace muchos años de un huevo de sirena y durante un período de sesenta años su cuidador, un miembro de la familia de Yosuke, debería cambiar el agua cada siete días y al finalizar ese período de tiempo mencionado lo devolvería al mar, a la sirena que les otorgó su cuidado. A cambio, el pequeño pueblo de Amite gozaría de un mar en calma y buena pesca.

Todo empieza a virar cuando el padre de Yosuke y alcalde del pueblo, en busca de una mejora de calidad de vida y para igualarse a las grandes ciudades, a donde todos los jóvenes se marchan y no vuelven, accede a trabajar con un empresario que busca construir y poner patas arriba las tradiciones de la isla, lo que provocará una cadena de acontecimientos que pondrán en peligro ese supuesto huevo de sirena y lo que ello puede implicar para el futuro de Amite.

Dentro de esta historia aparentemente simple, y que no tiene en si un desarrollo muy complejo, encontramos una narrativa muy interesante, que mediante una historia muy directa y poco sesuda, con unos personajes plasmados de manera bastante realista ( hay que tener en cuenta el contexto en que se creó esta obra, por supuesto), con los que podremos conectar y empatizar en todo momento.

Podemos leer la historia como una aventura sin más pero es una obra que como todas las producciones de Satoshi Kon tiene diferentes lecturas. Si somos un poco conocedores de la historia de Japón podemos ver una clara crítica encubierta y no demasiado sangrante a la burbuja económica que vivió el país a finales de los años 80 y que se representa en la voluntad del pueblo en construir, abandonar sus trabajos pesqueros e intentar vivir de manera más acomodada.

Con la historia de la sirena y su huevo se intuye una metáfora de la necesaria convivencia entre el ser humano y la naturaleza que le rodea, algo que por supuesto no se ha terminado respetando bajo ningún modo y ahora se pagan las consecuencias que de forma exagerada ya avisaba Satoshi en su manga. Evidentemente no estamos ante unos eventos proféticos, como decimos el autor trata todo de manera más mística y como si de un cuento de hadas se tratase, pero a su vez vemos el pensamiento lógico de lo que le puede pasar al ser humano cuando destruye su entorno o la avaricia, representada en uno de los personajes que va cambiando sus intereses constantemente dependiendo lo que más le beneficie, importándole poco las consecuencias o como se sientan los demás al respecto.

Todo ello vendrá acompañado de un estilo de dibujo bastante sencillo pero muy detallista, plasmando el misterio en muchas viñetas y haciendo que nos enamoremos de Amite, un pueblo en el que no nos importaría vivir, acompañado de un diseño de personajes que vuelve a tirar al realismo con el toque que todo manga tiene pero que no utiliza personajes estrafalarios si no estudiantes típicos, empresarios, sacerdotes etc.

La edición de Planeta Cómic corona la edición. Nos encontramos ante un tomo único conformado por 224 páginas que recopila toda la serie Kaikisen acompañada de un extenso epílogo escrito por el propio Satoshi Kon en el año 1999, cuando se lanzó en Japón el tomo recopilatorio por primera vez, donde el autor reflexiona sobre el proceso creativo y rememora la época en que desarrolló esta obra con todas las ventajas y problemas que le llevó.

Regreso al mar es un manga muy recomendable en especial para los fans de Satoshi Kon que quieran conocer sus orígenes como para los que busquen una historia que recuerde a un cuento de hadas en el mundo real, con crítica social de fondo y con un mensaje bonito y concienciador a la que ayuda la cuidada edición de Planeta Cómic, que puede acompañar la colección de cualquier fan del manga.