Saints Row IV

Tachado ya como el juego más alocado y diverso de la historia esta cuarta entrega nos llega con una considerable evolución y maduración en cuanto a contenidos. ¿Listos para patear culos alienígenes como presidente de los Estados Unidos.

Y ya van cuatro. ¿Qué queremos decir con esta frase? Pues que ya son cuatro los episodios que presenta esta saga en esta generación de consolas plantándose con un juego único con la primera entrega gracias a sus señas de identidad de mundo abierto alocado y evolucionando al paso del tiempo hasta llegar a The Third totalmente revolucionario en comparación a su predecesor y también queremos decir que en un principio esta franquicia estaba siendo puesta en el mercado como un rival para su máxima competencia, Grand Theft Auto, por lo que ya desde un principio queremos dejar claro que los chicos de THQ (ya con puertas cerradas tras una bancarrota) podrían haber seguido el camino de la serie de Rockstar Games y hacer juegos a la altura con años de trabajo. Lo decimos como una sugerencia, por ponerle un nombre, pero ni mucho menos despreciando el juego que Volition nos presenta con Saints Row IV.

La cuarta entrega llega al mercado sobrada de testosterona que repartir. En una culminación y evolución de un precedente que se integró con The Third manteniendo los pilares fundamentales de esta entrega como la jugabilidad, el aspecto visual y la ciudad virtual de Steelport acaecida y cambiada por los acontecimientos de la historia nueva donde los extraterrestres son protagonistas y nuestro personajes es el Presidente de los Estados Unidos de América con superpoderes. Sí, habéis leído bien y gracias a ellos el juego sube un peldaño en términos jugables y de diversión.

¡Nos invaden! – Historia

Como ya hemos comentado en la introducción del análisis en Saints Row IV nos encontramos con un argumento diferente a antaño con una guerra entre dos mundos que se vuelve una locura. Unos años después del final de la tercera entrega nuestro protagonista asume el papel del Presidente de los Estados Unidos después de ser elegido al salvar el mundo de su destrucción ,y de qué manera lo ejerce con barras para chicas Gogo por los pasillos, tigres de bengala como mascota o paredes que ocultan un arsenal de armas en el mismísimo Despacho Oval. A su vez, también continúa siendo el líder de la banda más peligrosa que se conoce, los Saints y cuenta con sus mejores hombres y mujeres en los cargos políticos.

El comienzo de esta aventura es una constante parodia tras otra de juegos y películas como Metal Gear o Armageddon con la mítica canción de Aerosmith, “I Don’t Wanna Miss a Thing” sonando mientras subido a un cohete y nos despedimos de nuestros queridos amigos. Acto seguido caemos sobre la silla presidencial en la Casa Blanca y comienza la andadura. A punto de dar un discurso irrumpen los alienígenas llamados Imperio Zin comandados por el erudito y egomaníaco Zinyak, el cual al enfrentarnos a él nos meterá en una ciudad virtual que servirá de precedente y teoría para que podamos usar superpoderes pero sin caer en que ha encerrado a los villanos más peligrosos del planeta Tierra, pero no os chafamos la historia.

Y como no podía ser de otra forma en un juego de mundo abierto la historia transcurre según vayamos superando misiones repartidas por la ciudad o activándolas en cualquier momento desde el menú (opción puesta por ahorrar tiempo suponemos porque quita un poco la gracia a un sandbox). Habrá de todo tipo de las cuales hablamos de ellas en el apartado de jugabilidad debido a sus diferentes mecánicas. Por su parte la ciudad se mantendrá casi intacta a la de The Third pero con la presencia del ya citado Imperio Zin haciendo la atmosfera un poco más cargada y siniestra de lo acostumbrado (recordar que es virtual a la original hasta salir de ella).

Yes, we can! – Jugabilidad

El lema de Barack Obama viene que ni pintado a Saints Row IV en término de jugabilidad, no sólo porque nuestro protagonista es el presidente, que también, sino por el hecho de que al preguntarse de si se puede hacer algo, se puedo, nosotros podemos hacerlo. Al igual que la estética en sí del juego este apartado también se mantiene sobre unos cimientos anclados por Saints Row: The Third aunque claro está con algunas novedades interesantes que promueven la diversión, el aspecto fundamental a cumplir por Volition en esta renacida saga.

Lo primero y ya citado que más produce impacto es el uso de los poderes que hacen de nosotros un super-superhéroe o ultra-superhéroe (ponerles libremente el nombre) ya que reúne un gran elenco de poderes de los mejores personajes de Marvel y DC como la velocidad supersónica o los saltos endiablados que incluso nos permiten trepar a rascacielos y planear o lanzar bolas de hielo o fuego con la que congelar o prender a todo lo que se nos ponga en el camino que pisamos y gracias a éstos se activan nuevas misiones secundarias repartidas por toda la ciudad dedicadas expresamente como Rastro Llameante que consiste en correr sin parar hasta alcanzar una meta mientras que por el camino conseguimos orbes verdes, pero también, lógicamente, se rescatan algunas ya clásicas como Batalla de Tanques, una auténtica locura de minijuego que nos permite manejar a un poderoso tanque y causar el mayor estrago posible hasta alcanzar la cantidad de puntos necesarios, pero oye, los ciudadanos te respetan, eres el Presidente. Otros nuevos que parodian a juegos como Pain (el descargable de PSN) llamado Fraude, dedicado a aquellas personas que ahora se dedican a estafar a los conductores y sus seguros dejándose caer enfrente del coche y de eso mismo trata, con una serie de botones podemos hacernos el muerto, dejarnos caer y con los impactos recibidos conseguir más y más puntos, contra más volemos mejor.

Los poderes nos servirán para desplazarnos por todas las calles de Steelport pero encontraremos como no podía ser de otra forma una buena dosis de vehículos de todos los tipos y tamaños posibles; coches normales, deportivos, motos de dos y tres ruedas, auto-caravanas, camiones, aviones, extraterrestres sin descripción posible, tanques de varios aspectos e incluso algunos únicos de la franquicia como los Cabezones que echan fuego por “la boca”. Estos poderes siguen valiendo para más y es que tenemos superfuerza con la que luchar por lo que también tiene sus funciones de batalla. Para el combate contamos con un arsenal indiscutible de armas desde pistolas a escopetas actuales, alienígenas o de los años 50, así como lanzacohetes, fusiles de asalto o de larga distancia y láseres, pero también otras más grandes como torretas y especiales, muy especiales, como una sonda anal (culpable de ser calificado para mayores de 18 e incluso casi prohibido en Australia) o la más querida la Dubstepadora que como bien indica su nombre es un arma que reproduce música Dubstep y hace bailar hasta al mayor enemigo que se os eche en cara.

Todo esto citado será personalizable, todo, todito. Las cuotas de customización (exista o no la palabra en nuestro idioma) es, quizás, un poco menor o igual a la anterior entrega y menos que la segunda o, al menor, eso notamos en las tropecientas horas que ya nos hemos comido con el juego. Personalización de vehículos en rendimiento y aspecto que permiten otorgar más velocidad, manejo o nitro y cambiar por completo su apariencia exterior e interior con llantas, alerones y mucho más. Las armas también tienen su toque capaz de potenciarlas y añadir camuflajes y, por supuesto, nuestro personaje con todo lujo de detalles físicos y de vestimenta así como los ya muy citados poderes.

Toquemos otros elementos. La Inteligencia Artificial y el manejo en sí. Empecemos por la IA. En esta ocasión no hay evolución alguna, los enemigos siguen siendo igual de “pesados” y torpes de la habitual, y más conforme se aumenta de nivel de dificultad. Se quedan la gran mayoría del tiempo quietos disparando a ton y son por donde pasemos, estemos a una milla de distancia o volando, ellos a su mundo y, creemos, que sin recargar, no buscan apenas las coberturas y uno de los más temibles que aparece cuando hemos montado la marimorena se dedica a perseguirnos sin descanso pero sin mucha más dilación. El manejo por su parte continúa igual, quizás débil para algunos y apañado para otros pero cumple su función excepto, quizás, a iniciar la supervelocidad, que se nos hace complicada en espacios un poco más cerrados.

Por último hay que recalcar que Saints Row IV cuenta con cooperativo para dos jugadores con la que disfrutar con un amigo de la campaña. ¿Qué es mejor que un presidente con superpoderes? Pues dos.

Una de cal y otra de arena. Gráficos y Sonido

¿Os sorprendería a alguno si diésemos un cero al aspecto visual? Un poco exagerado pero tras comprobar cómo algunos estudios han logrado tales joyas en PlayStation 3, sean internos de Sony o Thirds-parties, se nos hace un poco ilógico el ver a Saints Row IV por debajo del presente y continuista de la tercera entrega. Maticemos, el juego no se ve mal, cumple su función ya que principalmente va dedicado a la jugabilidad, pero tiene una increíble bajada de frames y popping por doquier que en ocasiones llegan a molestar. Sabemos que es un mundo abierto y que mover todo es muy complicado pero mirar ahora Grand Theft Auto V y su potencial siendo más grande incluso, de ahí que al principio comentamos que a la saga le vendría bien un respiro y un trabajo bien hecho y no ser una moda para tener una entrega cada dos años como ha ocurrido en esta generación.

Hay destrucción, no a lo Battlefield pero sí lo suficiente para hacerlo un poco más realista y tal aspecto puede que sea el culpable de que podamos ocultarnos en paredes u objeto, asomarnos y disparar a través de ellos sin que los enemigos nos toquen un pelo, algo muy a tener en cuenta. Falta pulimento y la ciudad de Steelport nos apostamos a que no es nada nueva sino una decoración de la anterior con neones y un ambienta más cargado debido a la invasión de la historia principal.

Y aquí entra la arena, o la cal, como queráis. El sonido. No sabemos si alabarlo o arremeter contra él y es que dentro del juego, los efectos sonoros es un claro reflejo de antaño, no sorprende pero están bien unidos a las armas y demás, por lo que se salva gracias a la increíble banda sonora con creaciones para la ocasión como remixes de himnos nacionales o canciones muy, muy conocidas que parodian a películas como Armageddon con la mítica  “I Don’t Wanna Miss a Thing” de Aerosmith o “What is Love” de Haddaway. Por su parte, otro aspecto positivo es el doblaje, con voces originales porque el juego no está en castellano,  que cuenta con la voces de conocidos como Neil Patrick Harris de Cómo Conocí a Vuestra Madre, Troy Baker de Bioshock Infinite) o Terry Crews de Los Mercenarios, entro otros.

Hasta aquí llegamos – Conclusión

No sabemos si os ha podido quedar claro todo pero por si acaso os hacemos un merecido resumen. La saga que iba a intentar competir con Grand Theft Auto V para nosotros queda como una para el disfrute mutuo de algunos jugadores aventureros y desde ya expresamos el deseo de que Volition de un respiro a la saga, el estudio o la editora tras él porque lanzar al mercado una copia y pega con cuatro novedades del anterior juego lastra mucho y no se consigue un acabado pulido y a la altura del presente.

El juego para quienes no haya jugado a The Thirds es quizás una buena oportunidad y una opción paralela a otros títulos del mismo género como el citado GTA o Sleeping Dogs. Muy divertido con muchas cosas por hacer y una banda sonora nostálgica y explosiva que alegra al usuario.

Recordar que este análisis es totalmente personal en opinión y puntuación aunque se hable en primera persona del plural es por profesionalidad, pero no todos debemos tener la misma conclusión al respecto.

Lo mejor…

• El doblaje original y la banda sonora.
• La diversión que presenta.
• El arma Dubstepadora y los vehículos.
• La profunda personalización.

Lo peor…

• Sensación de vacío.
• Gráficamente deja mucho que desear.
• No está doblado al castellano.

Nota

• Historia: 7,5/10
• Jugabilidad: 8,5/10
• Gráficos: 7/10
• Sonido: 8,5/10
• Diversión: 8,5/10
• Multijugador: 7/10